Hoy, a partir de las 15:00 horas en Inacap sede Chillán, estudiantes de enseñanza media de escuelas y colegios de la provincia y de la propia casa de estudios estarán participando del concurso de bandas "InacapStock", actividad que forma parte de la "2° Jornada Artística Cultural" dada por el mes de la juventud.

El Comité de Cultura de Inacap, convocado por la Dirección de Vinculación con el Medio, organiza el encuentro en la capital de Ñuble que, se espera, tenga una alta concurrencia.

Serán dos las categorías concursables (ayer se cerraron las inscripciones): "Enseñanza media" y "Educación superior", para las cuales hay un jurado compuesto por músicos y gestores culturales de la ciudad.

Para quienes resulten en los primeros tres puestos hay anunciados premios en dinero. El primer lugar se llevará $ 200 mil; $150 mil el segundo; y el tercero se hará de $100 mil. La instancia pretende incentivar la labor de las bandas emergentes, facilitar el espacio y con esto contribuir al desarrollo identitario de expresiones artísticas en Ñuble.

"Los jóvenes podrán mostrar su talento, su trabajo y comprobar que la música es un espacio de desarrollo importante para habilidades y formación integral, que es lo que nos interesa potenciar como institución de educación", señaló, anticipando la ocasión, el presidente del Comité de Cultura de Inacap Chillán, José Miguel Luarte.

La jornada se extenderá hasta pasadas las 20:00 horas y contará con la presentación de la banda "Oso de Hielo" (que recientemente se ha presentado en el Festival Rec en la Montaña y Rec Concepción). También se realizará una muestra fotográfica local, y exhibiciones de teatro y danza.

Para el próximo 4 de septiembre la casa de estudias se encuentra preparando un taller-homenaje a Violeta Parra con motivo del centenario de su natalicio.

Matías Troncoso Carrasco

La próxima semana, de no mediar imprevistos de último momento, comenzará a funcionar el estudio de grabación de "Casa Taller Azul: taller y laboratorio de arte y cultura visual" a cargo del sonidista nacional Carlos González, quien espera producir mucha cantidad y calidad de discos a músicos populares de la ya casi región de Ñuble.

El espacio creacional está contenido en un proyecto mayor, que involucra otros oficios y artes, como lo es Casa Taller Azul. Desde 2001 (primero en Palermo 61) sus integrantes han venido desarrollando ejercicios colectivos que aspiran a la conformación -o al menos el atisbo- de una identidad, desde lo popular y el acervo geográfico-cultural de la zona, mediante la labor artística y de rescate patrimonial. Allí hay gestión y práctica, pero sobre todo ganas de visibilizar toda una cultura subterránea.

Ahora emplazado en Arrau 38, calle antiguamente conocida como "Lumaco" y que sirvió de escenografía de burdeles, peleas y poetas perdidos, el colectivo inicia una búsqueda de nuevas caras y mentes para incorporar a su taller experimental.

Es en este contexto que la idea de levantar un estudio de grabación que dé cabida a las compositoras y los compositores, bandas y agrupaciones populares de la provincia se venía fraguando desde hace algunos meses, al ver la carencia de este tipo de espacios que presenta Chillán y, más, el resto de las comunas. González, postuló a un Fondo de Fomento de la Música Nacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes -del cual aún no hay novedad- y se aventuró en implementar la sala.

"Mi intención es establecer un sello folclórico, con el fin de poder traspasar todos mis conocimientos y años de experiencia en la cultura del rock y del pop, todo ese aparato y maquinaria, a la construcción de una escena folclórica que tenga mayor profesionalismo y pueda valerse por sí misma, porque el talento que existe en esta zona es indiscutible", cuenta el sonidista que actualmente se encuentra produciendo discos con grupos de la zona.

Y si bien el delineamiento de lo que será este sello discográfico local está bosquejado por el canto popular entendido desde su expresión rural, no pretende extralimitarse con nociones preconcebidas de género o estilo. Es más, según su impulsor, una de las razones de su creación es justamente la necesidad de entender la composición popular -o folclórica- como una semilla madre de la música urbana y de la tribu contemporánea. De allí la, para algunos, impensada similitud con la lírica del hip-hop, por ejemplo.

"De todas maneras me interesa la fusión y poder expandir el abanico de sonidos y ritmos. Cuando se habla de folclor tiene que ver con todo lo nuestro, con toda la expresión popular que tenga nuestra identidad, pero no 'sólo' de eso, sino que de lo que viene después", precisa González a pocos días de la inauguración de su estudio de grabación.

Años de circo

Carlos González se ha curtido de sobra como el hombre a cargo del sonido de los recitales de reconocidos músicos nacionales. Durante varios años fue el sonidista de Gondwana, banda con la que giró por distintos rincones del orbe.