Minuto 10 del primer tiempo, centro desde la derecha, la pelota queda en el área y Sebastián Varas mete el cuerpo; gana la posición y con un disparo certero de pierna izquierda, clava la pelota en las redes de Cobreloa y anota el uno a cero parcial en favor de Ñublense que terminó ganando por 3 a 0.
El "Tanque" lo celebra con todo, y no por nada, ya que con dicha conversión ponía fin a diez meses malditos en los cuales no anotaba producto de una sumatoria de lesiones. Sus compañeros corren y lo abrazan, porque compartían la angustia del atacante y de paso sentían que se ponía justicia a un duelo que era dominado por los Diablos Rojos.
El gol de Varas era el correlato de lo que pasaba en la cancha, merced a un Ñublense que hace mucho tiempo no se veía en el Nelson Oyarzún, y que fue protagonista de principio a fin con jugadores que extremaron recursos ante un elenco de los Zorros del Desierto que arrastraba once fechas sin perder.
Pero faltaba más. La combinación por derecha terminó con un centro rasante perfecto de Ignacio Ibáñez que conecta de taco el mismo Varas, que con su gol alcanzó a Manuel Villalobos como el goleador histórico de Ñublense y ambos suman 44 celebraciones con la camiseta chillaneja.
Todo era alegría para los dirigidos por Emiliano Astorga, que clavaron la segunda conquista en el momento exacto en el cual Cobreloa comenzaba a amenazar la portería de Sebastián Contreras, lo que se suma a la expulsión del volante loíno Arturo Sanhueza por un insulto contra el árbitro.
La jornada se comenzó a sentenciar en favor de los Diablos Rojos cuando en el último suspiro del primer tiempo Luciano Gaete recupera una pelota en mitad de cancha, avanza, gana metros, abre por la derecha donde Ibáñez busca la diagonal, se la toca a Varas por el medio, quien le hace un pase entrelíneas a Vicente Gatica y éste que marca el tres a cero. Explosión y júbilo total en el Nelson Oyarzún. Por si fuera poco, se termina la sequía goleadora de los delanteros.
En líneas generales los chillanejos siempre fueron dominadores del balón y se crearon las mejores ocasiones de gol con actuaciones destacadas de Ibáñez, que mostró su natural velocidad y dominio de balón por el sector derecho, pero no sólo por un par de minutos, sino que por gran parte del encuentro. Se suma el oficio y efectividad de René Bugueño, Matías Arrúa y Luciano Gaete, y la solidez de José Rojas y Emiliano Pedreira.
Uno de los primeros en salir del camarín fue la estrella de la jornada, el histórico Sebastián Varas, quien solamente tuvo palabras de satisfacción tras su actuación. "Me voy emocionado a la casa porque logré algo histórico en Chillán, por ser el goleador histórico, fue algo que me propuse a principio de año y lo pude cumplir".
"Estoy emocionado porque estuve mucho tiempo afuera sufriendo, ahora me toca bailar con la bonita, tenía muchas ganas, me lo merecía. Cuando nos juntamos mis compañeros me dijeron que hoy iba a salir el gol y así fue, eso me llenó de energía, fue algo que soñé".
El primer grito de gol de Varas fue con el alma, ya que "estuve cuestionado porque no hacíamos goles y era el gol que necesitaba el equipo para poder soltarse y jugar, demostramos que somos un gran equipo y que si nos lo proponemos podemos jugar de igual a igual ante cualquiera. Tuvimos un triunfo cómodo e incluso pudimos haber marcado más goles; en mi caso tuve más opciones, me perdí los más fáciles e hice el más difícil, pero lo importante es que ganamos", cerró.
Ñublense mostró movilidad, volumen ofensivo y la insolencia que hacía falta para justificar un claro triunfo ante un rival con pergaminos. Ahora el desafío es mantener ese nivel ante Cobresal.
goles 44
registra Sebastián Varas y es el máximo artillero en la historia de Ñublense junto a Manuel Villalobos. 5°