Corrían 25 segundos de partido. Sí, 25 segundos y Unión La Calera marcó el exclusivo gol con el cual se llevaron los tres puntos ante un Ñublense que deambuló en el campo de juego por el resto del encuentro y que producto de sus desesperante modorro quedaron a sólo tres puntos de bajar a la Segunda División.

El cabezazo de Gonzalo Abán cuando el pleito recién amanecía fue todo lo que se vio en un encuentro que posteriormente careció de jugadas de peligro, ya que pelota trascendió preferentemente entre jugadores carentes de tenencia.

Si Calera hizo harto o poco para quedarse con los tres puntos eso importa poco a los chillanejos que querían ver a su equipo ganar ante un rival directo; sin embargo, en el campo de juego se apreció a un elenco que no tuvo la capacidad de sacarse el golpe de los 25 segundos, que no fue capaz de generar fútbol, pero lo que es aún más cuestionable, nunca mostró hambre de triunfo y menos mostró ese espíritu necesario para enfrentar los denominados partidos claves.

Los ñublensinos tuvieron poco de diablos y en la cancha del Nelson Oyarzún exhibieron un actuación desnutrida que invita a dudar enormemente de la reacción que pueda tener de cara a la recta final del campeonato.

Ñublense fue un equipo sin alma, que no entendió que ante La Calera se jugó gran parte de la permanencia de la Primera B y que futbolísticamente no se generó ninguna ocasión de gol en los noventa minutos, sólo aproximaciones que poco asustaron a los cementeros.

Y si bien es cierto que la actuación de los jugadores fue para el olvido, la lectura del partido del técnico Emiliano Astorga fue completamente incorrecta y los cambios así lo dejaron en claro. ¿Cómo se explica que ante el intrascendente aporte de Eduardo Vilches permaneciera en el campo de juego hasta que fue expulsado?, ¿por qué sacó a René Bugueño y puso al delantero Vicente Gatica a cubrir la banda?, ¿por qué mandó a que Matías Arrúa se instalara como centro delantero, dejando un tremendo forado en la zona creativa?. Errores que costaron caro y que pueden costar mucho más a fin de año.

Tras el partido no todos los jugadores quisieron hablar, pero algunos le pusieron el pecho a las balas y reconocieron que el pleito fue de lo peor que ha hecho Ñublense, más aún frente a un Calera ante el cual estaban obligados a ganar.

"Se tuvo la pelota, no llegamos tanto como lo hicimos contra Cobreloa, pero ellos se pararon muy bien con dos línea de cuatro y no pudimos entrar", dijo Emiliano Pedreira.

El autocrítico Luciano Gaete lamentó que "era un partido de seis puntos, no lo pudimos ganar, perdimos frente a un rival directo, era un partido de vida o muerte. Hay algo que nos está afectando y estamos en una racha negativa que tenemos que sacar adelante lo antes posible".

El capitán José Rojas sentenció que "estoy mal, perdimos ante un rival directo, nos hacen un gol tempranero y no supimos como sacarnos eso, esto es responsabilidad de nosotros, no hicimos un buen partido, no supimos terminar la jugada que es lo que nos está afectando. Estamos tristes, ahora tenemos que unirnos más para sacar esto adelante".

No es mucho lo que se puede analizar desde el punto de vista táctico, sino que más bien las consecuencias que trajo la nefasta actuación de los chillanejos que hasta antes de jugar ante La Calera tenían seis puntos de ventaja, antes de comenzar el Transición estaban a once unidades y que ayer quedó a tres con ocho fechas por disputar.

A Ñublense se le vino la noche y la próxima fecha jugarán contra Valdivia como visitante, otro rival directo ante el cual se espera que estén a la altura.

Puntos 37

tiene Ñublense y es el 14° de la tabla del Coeficiente de Rendimiento que la cierra Calera con 34 unidades. 11

¿A un equipo le pueden hacer un gol a los 25 segundos? Sí, eso puede pasar, pero lo que no puede pasar es que no tengas poder de reacción en todo el resto del partido.

El técnico Emiliano Astorga dejó en claro que la derrota ante La Calera pasó en gran parte por la tempranera conversión de los cementeros, sin embargo la duda fue que cuál era el "Plan B" para retomar el rumbo y sacudir la pizarra.

Fue así como la escasa autocrítica del director técnico de Ñublense marcó la conferencia de prensa tras la derrota que dejó a los chillanejos a un paso de la Segunda División, realidad con la cual deberá convivir hasta fin de temporada.

"No estaba dentro de nuestros planes perder con Calera, les dije a los jugadores que nosotros no éramos los desesperados, eran ellos y por eso teníamos que mantener el cero porque en algún momento ellos iban a salir. Pero no te pueden hacer un gol a los 25 segundos, eso es algo infantil. Tenemos gente adulta que está jugando y eso echó a perder todo el trabajo, cometimos un error infantil", dijo el entrenador que condicionó todo el partido a un error en la génesis del encuentro.

"El partido fue parejo, incluso cuando quedamos con un jugador menos, pero no puedes regalar goles, hay que ser responsables y por eso estoy molesto", agregó.

Sobre la falta de reacción y los cambios agregó que "siempre trato de hacer lo mejor, necesitábamos jugadores para el refresco, a veces resulta y a veces no, la gente de la banca es para solucionar problemas, prácticamente no logramos llegar al arco de Calera, no supimos terminar la jugada".

El entrenador finalmente dijo que no estaba molesto por el rendimiento del equipo, ya que de acuerdo a su visión el duelo fue parejo, pero insistió en que el gol fue determinante para el resultado final ante un rival directo.