Secciones

El sacrificado trabajo que hay detrás de los bacheadores

CHILLÁN. Su oficio se realiza solo en algunas horas del día, momento en el cual con sus palas y esfuerzo tapan los eventos con tierra, labor que es recompenzada por los conductores.
E-mail Compartir

Ingrid Acuña Caballero

La innumerable cantidad de eventos o baches que presentan las calles y avenidas de Chillán son un verdadero dolor de cabeza para los automovilistas, aunque no para todos es algo negativo, pues hay quienes han sabido sacar provecho al ingenio y al mismo tiempo ayudar a la comunidad.

"Llevo años trabajando en esto y créame que se puede ver fácil hacerlo, pero lo que complica es soportar el sol que quema en el verano o el frío de invierno, de esos que los pies se te congelan. Yo decidí vivir de esto porque no tengo mucha educación, pero lo que si tengo es necesidad y ante eso no le hago asco al trabajo", relata César Ortiz, quien se apoya en una pala y una carretilla para llegar con dinero a su casa.

Es en el puente de calle Carrera al llegar a la avenida Collín, donde César -de 67 años- dispuso de sus herramientas para nivelar el gran evento que molesta a los conductores.

Su equipo de trabajo es sencillo y solamente lo componen una pala, un chaleco reflectante y una gorra que lo cubre de los inclementes rayos solares. Su misión es que su trabajo le sirva para llevar dinero para comer y de paso ayudar a quienes transitan por esta calle.

"Hay días buenos y días malos, pero siempre llego con algunas chauchitas donde mi vieja. Con esto comemos casi 14 personas porque vivimos con mis hijos, la abuela y los nietos. Es harta gente que alimentar, así que vengo todos los días, nunca fallo", recalca César Ortiz, quien extiende su gorra hacia los conductores para que le depositen la "propina".

Son más de tres años los que lleva César tapando eventos en la intersección de Carrera con Collín. "Tengo varias enfermedades y a veces no puedo ir al consultorio, pero va mi esposa para pedirme las horas y eso, pero siempre las pierdo porque tengo que estar acá, de lo contrario, no hay comida para el otro día", dijo César Ortiz

De Rancagua a Chillán

Richard Muñoz lleva dos años viviendo en Chillán. Su antigua dirección estaba en Rancagua, donde el trabajo no era tan bueno, pero hoy radicado en las tierras ñublensinas tomó su rumbo en las calles y comenzó a "tapar hoyos", como sencillamente describe su oficio.

"Llevo un año en esto y me da como para mantenerme bien y al resto de mi familia. Me va muy bien, no me quejo ya que acá nadie me molesta por lo que hago y el arreglar la calle ayuda a otros, porque los choferes te lo agradecen con una monedita, la que se va sumando con otras, con las que paso a comprar la comida a la casa", explicó Richard Muñoz, quien despide a quienes le dan $100 pesos con un "gracias amigo, que le vaya bien".

Es en calle O'Brien con Covadonga, donde Richard Muñoz encontró su punto de trabajo, el que dura los meses de otoño, invierno y parte de la primavera, ya que en el verano emigra hacia el campo donde el dinero es un poco más y el trabajo es menos pesado.

"Siempre estoy en la misma esquina y me va bien, por algo estoy siempre acá. La gente ya me conoce, así que me da una moneda porque sabe que con esto no le hago daño a nadie", recalcó Richard.

Si bien son varios los eventos que el municipio de Chillán se ha encargado de reparar en algunas calles y avenidas, para Richard esta iniciativa no merma en su trabajo como bacheador.

"Ellos se encargan de tapar los que están en las avenidas. Yo antes trabajaba en el hoyo de Los Puelches (avenida) y en el de Alonso de Ercilla (avenida) y ese lo tapó la Municipalidad, pero duró poco porque se rompió el arreglo altiro y después le pusieron adoquines y lo que yo hago no es lo mismo. Además, la gente que pasa por esta esquina es la que se salta el taco de Inglaterra con Los Puelches", analiza el trabajador.

Sin peligro

Una vía altamente transitada, lo que se duplica en horas peak, es la principal característica de la avenida Alonso de Ercilla, la cual le da el trabajo a Orlando Flores.

Es justo frente al supermercado -o si se prefiere pasado el colegio- que se emplaza a un costado de esta calle, donde el evento que hay en esta artería genera más de una incomodidad entre los conductores, lo cual soluciona Orlando con su pala.

"Vivo a la vuelta de acá, en Los Volcanes y si bien esto no es un trabajo donde te pagan a fin de mes, como dice la gente 'no llueve pero gotea'. Y tal vez la gente puede creer que es muy sacrificado, yo no lo veo así porque estoy acostumbrado a estar bajo el calor, porque en algunos meses del verano voy a sacar arándanos. Puede ser que sea peligroso, porque por esta calle a veces los autos pasan muy rápido, pero encuentro que no es así", precisa Orlando Flores.

Solo cuatro horas dura su jornada laboral. Es el tiempo que destina Orlando para tapar hoyos en avenida Alonso de Ercilla y el resto del día lo deja a sus labores de jardinero en las villas Doña Rosa y Doña Francisca III.

"Vivo con mi hermana, así que con lo que gano tapando hoyo le ayudo a pagar las cuentas de la luz y el agua, o de repente comprar el cilindro de gas para cocinar. Todo sirve cuando hay necesidad en el hogar y cuando el trabajo es honrado. No se vive con grandes comodidades, pero hay un techo que te protege", aseguró Orlando.

De dulce y Agraz

Lo que para algunos puede parecer un trabajo sencillo o que permite mejorar las calles y poder transitar tranquilamente, para otros se transforma en una incomodidad.

"Hay de todo en esto, porque yo antes siempre le daba $100 pesos a un caballero que se dedicaba a tapar estos baches cerca de mi casa y nunca he tenido un problema. Es más, me parece muy bien que lo hagan porque ayudan con el tema de la congestión, pero me ha tocado algunos que ven como una obligación el que le tenga que pagar y eso molesta", afirmó Arturo Lobos, chofer de radiotaxis.

Mismo inconveniente que han visto vecinos cercanos a los lugares donde trabajan estas personas, quienes critican que, en vez de reducir el tamaño del evento, con las "mejoras" que hacen lo agrandan, tal como ocurrió en Rosauro Acuña con Huambalí.

"Venía un caballero con una pala y le echaba tierra a un hoyo en la calle, pero al final estaba rompiendo la cañería, porque la tierra estaba perforando el tubo y en cualquier momento esto colapsa. La gente de la esquina le advirtió que no volviera más, porque estaba agrandando el problema y hace días que no se ha visto por acá", recalcó Berta, quien vive a metros del evento, pero que prefirió no entregar su apellido.

Actualmente desde el municipio se trabaja en torno a un catastro de eventos de la ciudad, por los profesionales del Departamento de Obras (DOM).

"Llevo años trabajando en esto y créame que se puede ver fácil hacerlo lo que complica es soportar el sol que quema en el verano o el frío de invierno, de esos que los pies se te congelan".

César Ortiz, Bacheador en el puente Carrera"

Máquina bacheadora en evaluación

A la fecha, la Municipalidad no tiene bacheadora, pero sí la voluntad de adquirir una a la brevedad tras la firma de un convenio con el Serviu para poder intervenir en la reparación de eventos en las calles de la comuna. "Ya hemos enviado la documentación al Serviu y estamos a la espera de un pronunciamiento para poder avanzar en este tema tan sensible... el parque vehicular chillanejo, al igual que en el resto de la ciudades del país, ha crecido exponencialmente y el número de eventos crece día a día y por ello se hace imprescindible participar en la mantención de calzadas para cautelar la calidad de vida de nuestros vecinos y conductores", opinó al respecto el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar.

4 Horas Del día ( entre las 10 y las 14:00) destina Orlando Flores para reparar baches en al calle Alonso de Ercilla, a la altura del colegio Sydney College.

1 Año Tapando baches lleva Richard Muñoz en la esquina de Covadonga con O'Brien. Llegó desde Rancagua donde los salarios eran malos.

Más de cuatro mil fieles rezaron por la patria

VIRGEN DEL CARMEN. Masiva procesión en el Día de Oración por Chile.
E-mail Compartir

Más de cuatro mil fieles salieron en procesión este domingo por las calles de Chillán y Chillán Viejo para celebrar el "Día de Oración por Chile", en una muestra de fe y agradecimiento por todos los dones recibidos en honor a la Virgen del Carmen.

Decenas de comunidades parroquiales, movimientos, colegios católicos y familias se sumaron a la extensa columna, colmando las calles de la intercomuna y respondiendo así al llamado que hizo la Iglesia en Chillán al culminar el Mes de la Patria en una tradición que se cultiva desde el siglo XVII.

Junto a la banda del Regimiento de Infantería Nº9 Chillán, el circuito comenzó desde el frontis de la Catedral, y siguió en su recorrido por calle Arauco, para luego continuar por Constitución hasta llegar a Av. O'Higgins. Fue en esta gran avenida donde se pudo apreciar la multitudinaria procesión que finalizó con una eucaristía en el Parque Monumental de Chillán Viejo, la que junto a los párrocos del Decanato Chillán, fue presidida por el obispo Carlos Pellegrin, quien hizo un llamado a "dejarnos iluminar por la palabra del Señor".

Entre los movimientos que se plegaron a la caminata junto a la figura de la patrona de Chile, estuvo "Ñuble por la Vida", quienes a través de su coordinadora, Gabriela Vega, reiteraron su férrea defensa a la vida tras la reciente promulgación de la Ley de Aborto.

Rotarios conocieron la historia del Regimiento "Chillán"

VISITA. Con charla sobre rol del Ejército y presenciaron exhibiciones del material.
E-mail Compartir

Una veintena de socios rotarios de la intercomuna Chillán-Chillán Viejo realizaron una importante visita al Regimiento Chillán, accediendo a una invitación que le formulara el Comandante de la Unidad, Teniente Coronel Alejandro Sandoval.

En la primera parte de la jornada, los rotarios de los Clubes Chillán, Chillán Oriente y Marta Colvin-Chillán Viejo, escucharon una completa exposición sobre la historia del Regimiento Chillán y el papel del Ejército en la actualidad, charla ofrecida por el Comandante del Batallón, Teniente Coronel Rodrigo Pizarro. Charla que se transformó en coloquio, por las preguntas y comentarios realizados por los rotarios asistentes.

Posteriormente, el grupo se trasladó hasta la Sala Histórica del Regimiento, donde se exhiben armas, fotografías y documentos antiguos relacionados con el Regimiento Chillán. Y también recibieron una explicación descriptiva del tanque Shermann, utilizado en la segunda guerra mundial y que se exhibe en el antejardín de la unidad.

Finalmente, la delegación rotaria presenció una exhibición del material de vestuario, transporte y armamento en el patio central del Regimiento, contando en cada caso con explicaciones ofrecidas por oficiales y suboficiales del Regimiento Chillán.

Esta visita se generó tras el homenaje que le rindió hace una semana el movimiento rotario de la intercomuna al Ejército, el cual también se encuentra realizando un extenso programa de apertura hacia la comunidad.