La pronta creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología es un anhelo esperado durante años por los investigadores del país. El proyecto ya fue visado por el Senado y ahora pasará a la Cámara de Diputados para su discusión y observaciones.

En sí, este paso constituye una forma de ver la ciencia como un bien exportable que contribuirá al desarrollo del país mediante el conocimiento, con una mirada de largo plazo y potenciando de mejor manera los recursos naturales, especialmente en una zona rica en minerales como la nuestra.

A la hora de analizar las proyecciones, este ministerio descentralizará las ciencias, además de dotar de mayores recursos a las universidades y donde las regiones tendrán un mayor protagonismo. Aquí se definirán acciones locales, con un seremi (aún está por determinar si es regional o de una macrozona) que apunta a reordenar el organigrama investigativo, ojalá con un perfil eminentemente científico.

Es cierto, falta por definir muchas cosas, ajustar otras y más de alguien estará preocupado por la burocracia que puede generar esta repartición. Pero en el sentido general, no es así. Este cuerpo legal permitirá dotar a las regiones de recursos frescos para proyectos de diferente índole y los investigadores tendrán un mayor campo de acción para desarrollar sus trabajos y mejorarlos, para por fin dar valor adicional a productos estratégicos como el cobre. Y qué pasa en Ñuble, la nueva región debe exportar el desarrollo de la ciencia, y para eso es necesario contar con más recursos, infraestructura adecuada y científicos, los cuales en su mayoría prefieren emigrar, y para ello se busca reducir esta fuga que potenciará la labor de Conicyt con facultades específicas y de mayor alcance, como brazo ejecutante de este futuro ministerio.

Es necesario cambiar lo establecido. La industria del saber es tan importante para dar ese salto hacia el desarrollo, tendiente a entregar valor agregado a nuestras materias primas, algo que resulta clave para mirar con optimismo el futuro.

Japón, Corea del Sur y Finlandia, entre otros países, apostaron por el desarrollo de la ciencia, que hoy los sitúa como líderes mundiales en tecnología. Chile tiene mucho que aprender, pero ya dio el primer paso para sumarse a la industria del conocimiento.

Hace 3 años | 1 de octubre de 2013

Ñuble: De San Nicolás es el primer usuario de tobillera

El debut en la región n de la tobillera electrónica lo realizó un hombre proveniente de San Nicolás, quien fue imputado por el delito de conducción en estado de ebriedad. Gracias a la tobillera podrá cumplir su condena de 61 días en reclusión nocturna, aparato que entre las 22.00 horas y 6.00 horas lo monitoreará en su domicilio.

Hace 2 años | 1 de octubre de 2015

Un 65% de los deudores fiscales son de las pymes

A 7.855 asciende a la fecha el número de contribuyentes, entre pequeños, medianos y grandes deudores fiscales en la provincia de Ñuble, con una deuda neta de $40.322.875.170. Todos ellos podrán beneficiarse de nuevo Plan de Convenios y Condonaciones que regirá desde hoy y hasta el 31 de diciembre de este año.

Hace 1 año | 1 de octubre de 2016

Dos detectives heridos en operativo antidrogas

Fueron 15 disparos, seguidos uno de otro, los que alteraron por completo el orden de Quillón. En pleno centro, en calle Cayumanqui, por el ingreso de la ruta N-48 que viene desde Concepción, un delincuente apuntaba con una pistola de 9 milímetros a un grupo de detectives de la Brigada Antinarcóticos de Chillán, hiriendo a dos de ellos.

Son muchos los que ven y buscan las diferencias entre los diversos saberes: en este caso entre lo ético y lo político, en un mundo que valora la especialización como esferas de saber independientes unas de otras. Pero la tradición filosófica nos exige una mirada global. Efectivamente, la ética como ciencia que busca la moralidad de las acciones humanas, tiene un grado de independencia al igual que el quehacer político como arte de gobernar entre iguales y libres. Pero esa independencia, exige a la vez, una mirada de conjunto que intentaré fundamentar desde la concepción griega.

Desde la tradición aristotélica procede de la sabiduría práctica y a ésta no se le puede exigir un razonamiento matemático o la exactitud de ésta. Sin esta distinción se le pide a la política lo que no puede dar, al contrario. La política da lo que puede dar: en cuanto que es práctica y para ser aplicada a cada realidad y circunstancia. Por tanto, en Aristóteles la distinción no es cuantitativa en relación al número, sino cualitativa. Ya que gobernar una casa, no es lo mismo que gobernar una ciudad; y gobernar políticamente entre iguales y libres, no es lo mismo que gobernar a súbditos.

Esta configuración de hombres considerados libres e iguales da como respuesta la imposición de la ley que da la autoridad competente y por eso la ley da forma al vivir, no regula todos los actos de los ciudadanos, sólo regula prohibiendo aquellos que afectan más claramente y directamente al bien común. De ahí la propuesta de tolerar como soportar la presencia de algo negativo, es prudencial.

Surge así como conclusión que la ética y la política nos parece como indivisible en el momento en que entendemos que la sociabilidad natural del ser humano implica que el bien del hombre es la calidad de la vida en común.

Por tanto, con lo dicho anteriormente la política tiene un carácter ético y la ética un carácter político, ya que toda acción humana es acción moral ya que es autoconfiguración racional y libre que afecta al otro viviendo en un hábitat común. Entonces, ordenar los medios a los fines es propio de la razón práctica, y la prudencia será el hábito que perfecciona la razón, éstas serán como una bisagra que configura el quehacer común entre ética y política.

Pbro. Alejandro Cid Marchant Licenciado en Filosofía. Obispado de Chillán