Revocan internación de adolescente que mató a su padre de un escopetazo en San Nicolás
JUDICIAL. Corte de Apelaciones modificó la medida cautelar de internación provisoria a la de arresto domiciliario total. Defensa quedó satisfecha.
Luego de 49 días encerrado en el Centro de Internación Provisoria (CIP) de Coronel, el menor de 17 años imputado por asesinar a su padre de un escopetazo en la comuna de San Nicolás, el 29 de agosto pasado, recuperó ayer su libertad.
Tras una primera presentación fallida ante el Tribunal de Garantía de Chillán, finalmente la Corte de Apelaciones de la capital de Ñuble acogió el recurso presentado por el jefe de la Defensoría Penal Pública en Chillán, Antonio Guerra, en orden a que existían nuevos antecedentes que hacían pertinente el cambio de medida cautelar, determinando arresto domiciliario total con sujeción a la vigilancia del Servicio Nacional de Menores (Sename).
"Lo que nosotros solicitamos fue la sustitución de la internación provisoria, tomando en cuenta que existían antecedentes que no se tomaron en cuenta al momento de decretarla, como por ejemplo la declaración de la madre del imputado, la cual había sido solicitada, además del testimonio de una ex conviviente y un pariente de la víctima, que decían relación con los episodios de violencia intrafamiliar que habían sufrido tanto ellos como el menor a manos del fallecido", detalló el defensor.
A la prueba testimonial, en su alegato, Antonio Guerra adjuntó informes del Sename, los que daban cuenta del efecto nocivo que resultaba para el menor el encierro, desde el punto vista del desarraigo, como también del contacto criminógeno que podía tener con otros infractores de ley, "considerando que es una persona sin ningún tipo de antecedentes penales", puntualizó.
En esa línea, Guerra valoró la determinación de la Corte de Apelaciones de Chillán, ya que con ella se cumple uno de los principales objetivos de la defensa: el que la indagatoria se realice con el imputado fuera de la cárcel. "El tribunal resolvió desde un punto de vista normativo, estimó que habían variado los antecedentes y nos dio la razón a nosotros, ordenando la inmediata libertad del adolescente. Se seguirá la investigación, pero ahora fuera del recinto penitenciario", señaló el defensor local jefe, quien desde ya adelantó que solicitará la absolución de su representado, ya que habría actuado con una "necesidad exculpante".
En defensa de su familia
E.A.L.R al momento de los hechos vivía con su padre, su abuelo, una tía y una prima en una vivienda del sector de Lucumavida en San Nicolás.
De acuerdo a los antecedentes ventilados en la formalización, el 30 de agosto, su progenitor estaba en estado de ebriedad cuando amenazó con matar a los abuelos del menor, razón por la cual éste le propinó un escopetazo con perdigones. Por este hecho, el Ministerio Público sostiene la tesis de un parricidio, y por ese delito lo formalizó, causando la desazón de su familia, que justificó entonces su actuar.
Vulneración de sus derechos
Además de los malos tratos físicos, el fallecido ejercía constantemente violencia psicológica contra su hijo. Consciente que el adolescente podía denunciarlo por su agresivo comportamiento, su progenitor lo amenazaba, que en caso de hacerlo, se iría a un centro del Sename. Incluso lo obligó a abandonar el colegio en séptimo básico. Cabe recordar que el progenitor contaba con un extenso historial de condenas por violencia intrafamiliar y una por robo en lugar no habitado.