El martes 31 de esta misma semana se conmemoraron en todo el mundo los 500 años de la reforma protestante que inició el monje alemán Martín Lutero en 1517 al presentar en las puertas de la universidad de Wittemberg sus 95 tesis que cuestionaban el sistema religioso-político imperante en occidente, como el católico apostólico y romano, desatando una verdadera revolución y sisma con repercusiones que se extienden aún hasta nuestros días.
Al cuestionar la práctica de la venta de indulgencias, Lutero y sus seguidores fueron excomulgados por el Papa León X, quedando a merced de la inquisición. "Ni puedo ni quiero retractarme de nada, porque no es ni seguro ni honrado actuar en contra de la propia conciencia", fueron sus valientes palabras en respuesta. Precisamente sus postulados, que posteriormente fueron estructurados doctrinalmente por Juan Calvino, un franco-suizo y doctor de la iglesia, apuntaban a la importancia del mensaje de Jesús y escrito en la biblia, lo que ocasionó un quiebre con el papado y con la iglesia contemporánea de Lutero.
Calvino daría origen a "la institución de la religión cristiana", que fue la génesis para el surgimiento de los movimientos protestantes, nuevas iglesias que practicaban la llamada Teología Reformada.
El primer exponente de la fe protestante que llegó a Chile fue James Thomson, representante de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, quien fue contratado por el Gobierno de Chile, a instancias del primer mandatario de la República, Bernardo O'Higgins. Ya en 1837 algunos anglicanos ayudaron a la evangelización del país, y entre 1861 y 1979 fueron extendiéndose por el territorio nacional distintas corrientes, como los luteranos que acompañaron a los inmigrantes alemanes a colonizar el sur en 1845; los evangélicos, de la mano del Reverendo David Trumbull quien llegó el mismo año a Valparaíso; pasando por la creación de la primera Iglesia Presbiteriana en Santiago de Chile, en junio de 1868.
En Chillán, la doctrina evangélica reformada se inició con la llegada del misionero norteamericano, Rev. Williams B. Boomer y su esposa, en 1890. Cuatro años más tarde dieron origen a la primera Iglesia Presbiteriana en la ciudad, el 1 de abril de 1894, cronológicamente la más antigua de la capital de Ñuble y que continúa hoy con su misión en calle Arauco 471.
El aporte de los "reformados" al crecimiento y desarrollo de nuestra nación ha sido también variado y se ha extendido a toda la sociedad. Leyes como de Matrimonio Civil, Cementerios Laicos, hasta la Educación Popular, deben su vigencia por haber sido impulsadas por hombres y mujeres dedicados a cultivar valores y principios arraigados en su doctrina.