La pelea por la gratuidad
Señor Director:Los cercanos a Guillier pretenden conquistar votos señalando que el Presidente Piñera no tiene un verdadero compromiso con la gratuidad. Esta disputa, además de falsa (ya que no se reducirá la gratuidad), es manifestación de un hecho que José Antonio Kast denunció hace años: la izquierda pretende transformar a los beneficiarios del Estado en clientes para su propio beneficio electoral.
Ignacio Dülger.
Unidad, ¿en torno a qué?
Señor Director: El llamado vacío a la unidad en torno al proyecto de continuidad que hace el senador Harboe, para respaldar a Alejandro Guillier en segunda vuelta, no va más allá de la demagogia y palabras de buena intención, del mismo tipo de intenciones que se dice está pavimentado sin baches el camino al infierno.
¿Unidad en torno a qué senador?. ¿A terminar con las AFP acusadas de inconstitucionales por el senador Guillier?, ¿unidad para condenar el inmoral CAE creado por su sector y que exige el 20% que votó por el Frente Amplio?, ¿unidad en torno a generar políticas de Estado en proyectos comprobables de daño y depredación ambiental y de recursos naturales y marinos?. ¿Unidad en terminar los monocultivos y recuperar suelos para la soberanía alimentaria y el buen vivir?, ¿unidad para generar una banca y comercio ético y justo, sin anatocismo y especulativo?, ¿unidad en decir y exigir el agua como DD.HH?, ¿unidad en exigir salud, trabajo, educación, vivienda, pensiones como derecho y no bienes de consumo?.
Desafortunadamente, el llamado a la unidad por sólo la continuidad en el poder y más de lo mismo, ya a muchos no nos suena atractivo.
Enrique Edis Jara Rivera.
Ofertones electorales
Señor Director:Que los candidatos que van a segunda vuelta deban "readecuar sus discursos", agregando ahora propuestas de fuerzas electorales "afines" como requisito "sine qua non" para apoyarlos, no es ninguna novedad y son los ya manidos "ofertones".
Entre los recientes más bullados está "el giro" de Piñera sobre la gratuidad en la educación superior, para asegurarse el apoyo de Ossandón, del que tanto hace olas nuestra Presidenta "bis": "Interés electoral", como si "su candidato" no estuviese haciendo lo mismo para congraciarse con aquellas -críticas acérrimas de esta segunda administración de la señora doña Michelle- que exigen "Fin al CAE", "No+AFP" y "AC".
Si bien Guillier "recoge" estas exigencias y se compromete a darles cumplimiento en su eventual gobierno, "aunque se demore un tiempo", no fija plazo, corto ni mediano, no obstante que esas fuerzas quieren los cambios ahora ya. Tampoco sabe si contará con los recursos suficientes para ello.
La película es conocida. Bachelet hizo lo mismo con las exigencias del PC, de la CUT y las del Movimiento Estudiantil para obtener sus apoyos. ¿Qué pasó? ¡Los cambios no se hacen de un día para otro! Han pasado cuatro años, ¿y cómo estamos?
Así las cosas, la señora Juanita "de la clase media" seguirá pagando la universidad de Rodriguito, su escuálida pensión seguirá disminuyendo por haberse cambiado al Fondo E, y ninguno de los dos candidatos -ofertones que faltan- "le ha sembrado la esperanza" de no esperar más por una atención de salud -primaria, especializada y/u operatoria- ni freno a la carestía de "la canasta familiar básica" y "de sus medicamentos". ¿Mejorar la calidad de la educación? ¿Más congresistas sin costo adicional para el Estado? ¿Delincuencia? ¿Corrupción?
Jorge Saavedra Moena.
No + ofertones
Señor Director:Ante la verdadera lluvia de "ofertones" de los candidatos a la presidencia, en dónde uno siempre va mejorando la última oferta del otro, es muy pertinente revisar la facilidad que tiene cualquier candidato o autoridad en Chile para prometer lo que quiera, sin restricciones de ningún tipo, sin obligación de rendir cuentas si es que las ofertas no cumplen las expectativas; si es que resultan falsas o simplemente no las lleva a cabo una vez elegido.
Para ello basta ver el caso del "ofertón" del ex ministro Peñailillo que prometió el aumento de parlamentarios al Congreso a "cero costo". Pues bien, no fue así, hoy el ministro Eyzaguirre anda explicando lo inexplicable para que le aprueben fondos y así poder financiar a los nuevos senadores y diputados, sin embargo el ex ministro Peñailillo brilla por su ausencia. Su silencio y falta de compromiso es la mejor prueba que los chilenos deben tener mucho "ojo, pestaña y ceja" para "comprarse" las promesas presidenciales. Las experiencias muestran que mientras cada candidato o autoridad no respalde sus "ofertones" con su patrimonio personal o se endeude para tal efecto, todo se puede esperar, siendo la más común, el no dar la cara ante todos los chilenos, asumiendo sus graves errores.
Luis Enrique Soler Milla.