Interconexión eléctrica: una oportunidad para avanzar
En términos de desarrollo sostenible, la interconexión de los dos principales sistemas eléctricos de Chile es un gran hito. Ofrece un tremendo impulso para el aprovechamiento de sistemas basados en energías renovables no convencionales (ERNC) a lo largo del país, y supone un incentivo para acelerar la transición energética hacia una matriz limpia e inclusiva.
Un ejemplo de ello es la energía solar generada en el Norte Grande. La interconexión eléctrica propicia una ampliación del mercado para los proveedores de energía renovable, y también de la demanda.
Las ERNC como la eólica, la biomasa, la geotermia o la solar poseen en Chile un gran potencial, pese a que aún persiste el reto de generar mayor inversión en investigación y desarrollo para identificar tecnologías innovadoras que permitan usarlas.
En la medida en que Chile lo logre y renuncie al petróleo o el carbón, que hoy generan el 33 y 24% -respectivamente- de la energía consumida, el país emitirá menos CO2, combatirá el cambio climático con mayor vehemencia y mejorará la calidad del aire.
Sin embargo, no debemos dejar de prestar atención a la población que continúa siendo vulnerable energéticamente. El hecho de estar conectados al sistema eléctrico no garantiza a los hogares chilenos el costeo de necesidades como el confort térmico o la refrigeración de alimentos. Los datos así lo demuestran: la temperatura del 76% de las viviendas es inferior a 17°C en invierno, y el 10% de la población no dispone de agua caliente, dato que aumenta a un 30% en sectores rurales.
Esto es algo que, por sí solo, el sistema integrado no puede resolver, dado el aislamiento de muchas comunidades que requieren de soluciones basadas en el autoabastecimiento y el aprovechamiento a pequeña escala de las ERNC.
Este escenario de oportunidades y desafíos energéticos se incluye en el documento 10 claves ambientales para un Chile sostenible e inclusivo, elaborado por el PNUD, donde identificamos asuntos ambientales que requieren ser priorizados y sugerimos acciones mediante las cuales el país puede generar beneficios integrados en lo ambiental, lo económico y lo social.
Creemos firmemente que Chile tiene las capacidades y medios necesarios para que el nuevo sistema unificado consolide una matriz energética segura y moderna que permita el acceso universal. Lograrlo pasa por la toma de decisiones políticas transversales y consensuadas, entendiendo el rol determinante de la energía en el crecimiento económico y en el bienestar humano.
Paloma Toranzos
"(Es) un tremendo impulso para el aprovechamiento de sistemas basados en energías renovables no convencionales (ERNC) a lo largo del país"."
*Oficial de Medio Ambiente y Energía del PNUD Chile