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En Villa Millantué exigen dejar de vivir en medio del polvo

MOLESTIA. Vecinos acudirán al Concejo Municipal para plantear el problema.
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Derechamente, los vecinos de Villa Millantué y sus alrededores están cansados de vivir literalmente, metidos en el polvo. Hablamos de más de 60 familias que viven en el tramo que une calle Paul Harris con avenida O´higgins, específicamente de escasos cinco kilómetros por los que llevan luchando ya más de cuatro años, sin obtener una respuesta satisfactoria y definitiva por parte del municipio.

Crónica Chillán concurrió al lugar y pudo percatarse de la alta velocidad con la que circulan los vehículos por el tramo, además de la inexistencia de veredas y señaléticas que permitan el tránsito de peatones, mala luminosidad y menos aún, presencia de lomos de toro.

Por lo mismo, los vecinos del lugar desarrollaron ayer una actividad de carácter educativa, haciendo parar a los automovilistas para recordarles la importancia de que transiten por el lugar a baja velocidad.

"Buscamos crear conciencia en los usuarios de esta avenida para que nos ayuden a disminuir la contaminación que sufrimos por polvo en suspensión. Llevamos cuatro años en esta lucha y la verdad es que somos nada ante la municipalidad. Hemos enviado cartas y seguido los conductos regulares, pero las respuestas obtenidas son sumamente vagas respecto a que están pensando si van a hacer un proyecto o que va a venir un camión a tirar agua", indica Claudia Bravo, dirigenta de los vecinos.

La situación es compleja. El polvo que levantan los autos en la ruta se incrementa en tres horarios donde crece el flujo vehicular. Esto es de 7 a 8 horas, de 12 a 15 horas y de 18 a 22 horas. A eso se suma que muchos niños transitan a pie por la vía rumbo a sus colegios, lo que es peligroso si se considera que hay un tramo donde no existe vereda alguna. Adicionalmente, la existencia de ripio y piedras en la calle ha ocasionado varios accidentes con peñascos de gran tamaño que han quebrado vidrios en las casas e incluso, golpeado a los propios vecinos.

Claudia Bravo solicitó a las autoridades que se concrete un proyecto que solucione la problemática del sector. "Hemos tenido comunicación escrita con el señor (Flavio) Barrientos, con quien tampoco hemos logrado algo. Ahora enviamos una carta vía Transparencia, donde sólo obtuvimos una respuesta muy vaga. Nosotros necesitamos cosas concretas", indicó agregando que este lunes se harán presentes en la sesión ordinaria del Concejo Municipal en busca de una respuesta a su demanda.

Por su parte, el presidente del comité de vecinos, David Araya, indicó que se sienten discriminados en buena medida, luego que en todo este tiempo de pelea no hayan recibido una solución concreta.

"Puede ser porque no se trata de una villa vulnerable, donde se podría estimar que no existen grandes necesidades, pero la calidad de vida rige para todas las personas. Un niño de nuestra villa vale lo mismo que otro de un sector más modesto. Aquí hay pequeños que se tienen que ir caminando al colegio y aquí se forma una polvareda difícil se sobrellevar", sostuvo.

El dirigente acusó que faltan muchas cosas para mejorar el tramo y destacó que esta lucha que sostienen busca mejorar la calidad de vida de los vecinos y salvaguardar la seguridad de los niños . Argumentos siempre válidos y atendibles por lo demás.

Disminuye en un 30% la cifra de afectados por falta de agua

ÑUBLE . Pese a la baja en el número de personas, que se les debe llevar agua potable a sus casas, los presidentes de las asociaciones municipales pidieron mayor inversión para entregar una solución definitiva.
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Ingrid Acuña Caballero

Este año llovió casi como en un año normal, y este registro debería reducir o mantener las cifras de personas en Ñuble que requieren la entrega del agua potable en sus casas a través de camiones aljibes, ya que sus pozos tendrían el vital elemento para suplir algunas de sus necesidades, y prueba de ello es que según el catastro proporcionado por la Onemi, el que abarca estos últimos tres meses, en Ñuble hay 15.436 personas afectadas por escases de agua.

Cabe recordar que el recuento entregado por la Onemi, el año pasado a esta misma fecha, detallaba que si en el 2015 se contabilizaron 21.800 casos, en el 2016 el número aumentó a 21.883 personas a las que se les debía ir a dejar agua potable a sus viviendas a través de camiones aljibes, producto de que sus pozos se secaron y otros problemas asociados a la escasez hídrica.

"La gente de la ciudad no sabe cómo es tener que medirse con el agua que te vienen a dejar, o cuando ya no te queda solo pensar en cuantos días faltan para que pase el camión. Para la gente del campo contar con una llave que esté cercana a la casa es casi un milagro, porque yo tengo 71 años y el agua que me viene a dejar el camión me queda tan retirado, que debo andar con los baldes al hombro para mi casa. Sería la mujer más feliz del mundo si pudiera tener agüita cerca de mi casa, porque mi pozo se nos seca en los veranos y acá hay familias con niños que necesitan agua, y yo que vivo con mi marido y somos adultos mayores y me duelen los brazos para acarrear agüita", narra María Pérez, quien vive en el kilómetro 8 camino a Los Colihues, sector rural de Chillán Viejo.

Son más de 11 años los que lleva María en esta condición, debido a que todos los años se les seca su pozo y éste, pese a que llovió bastante, no fue la excepción. El camión que pasa dos veces por semana por el sector de los Colihues, también hace un recorrido especial en caso que María lo solicite vía telefónica.

"Me gustaría tanto que me solucionaran el problema del agua, porque estamos a principio de verano y qué será más adelante con el calor que ahora tenemos y si no tengo agua. El agua que me entregan me dura más menos dos semana cuando no lavo, pero cuando lavo me dura una semana y la hago rendir", asegura esta chillanvejana.

Valle del Itata

La necesidad de contar con el vital elemento ha llevado a que algunas Secretarías Regionales y servicios como la Dirección General de Aguas, licitara durante este año el estudio de prospecciones geofísicas para explorar nuevas fuentes que permitan proveer de agua a los afectados de las nueve comunas que componen el territorio del Valle del Itata, que es donde se concentra la mayor cantidad de afectados.

"Esto, de la escasez de agua, desgraciadamente es un tema que ya se instaló y que se puede pasar los 12 meses del año con suministro de camiones aljibes en otras localidades del territorio del Valle del Itata, y en Coelemu tengo la localidad de Ranguelmo, la que tenemos que abastecer diariamente con 90 mil litros de agua suplementaria al sistema, y sectores como Checura, Los Castaños donde tenemos que entregar este suministro a través de camiones aljibe, ya que no es posible encontrar los recursos hídricos en los distintos predios de la comuna", sostuvo el alcalde de Coelemu, Alejandro Pedreros, quien además preside la Asociación de Municipalidades del Valle del Itata.

Si bien el estudio dará cuenta de lo que se encuentre en los 157 sectores que están más afectados, siendo Quillón el que concentra la mayor cantidad, para la Asociación de municipios del Valle, todas las comunas están con problemas graves de falta de agua, pese a que este año algunos pozos no quedarán secos.

"Las nueve comunas están complicadas. No olvidemos que comparten características geográficas y de suelo y de recursos hídricos similares, y por eso se formó una asociación y por eso las nueve comunas están muy complicadas con el tema de obtener el recursos hídrico de forma autónoma, y no tener que depender de camiones aljibes que, además de tener un tremendo costo para el actual gobierno, las comunas deben pagar el agua potable que llevan y son varios millones los que se destinan a este ítem", recalcó Pedreros.

Pero la situación del Valle del Itata es compartida con su par del Punilla. Los gastos mensuales que los municipios de Coihueco, Ñiquén, San Carlos, San Fabián y San Nicolás, deben cancelar por concepto de agua potable para sectores rurales, son parecidos.

"El caudal que tiene el río Ñuble, que afortunadamente es mejor que el año pasado, nos coloca en la posición de que este año la situación de entrega de agua en sectores críticos será en un 20 a 25% menos dramática que el año anterior. Ahora, hay que considerar que ha crecido el reparto de la Onemi, ya que tiene una cantidad 10 veces superior a los camiones aljibes nuestros, y que la gente se acostumbró incluso a descalificar o no usar los pozos, ya que si llega agua potable a tu casa es mejor que usar la de un pozo, por el tema de la potabilidad, eso es otra cosa", analizó el alcalde de San Carlos y presidente de la asociación de municipios del Punilla, Hugo Gebrie.

Para esta asociación, lo ideal sería la realización de un estudio que dé cuenta de la realidad en la que se encuentran los pozos que se ubican en los sectores más apartados de las comunas del Punilla.

La misma realidad

En tanto, en el Diguillín la situación de suministro de agua potable no es ajena. De los 29 móviles que la Onemi tiene contemplado para el reparto de agua en las 9 comunas que componen esta asociación de municipios (Bulnes, Chillán, Chillán Viejo, El Carmen, Pemuco, Pinto, Quillón San Ignacio y Yungay), 5 de ellos son camionetas 4x4 y el resto a través de camiones aljibes.

"En este minuto hay un aumento considerable de la cantidad de camiones que está llegando a las comunas y a los sectores, porque la escasez de agua va en aumento. Se ha comprobado en la comuna de Bulnes y en todas las comunas aledañas, que la situación es crítica, entonces en ese aspecto se deberá invertir más dinero en camiones aljibes y la Onemi va a tener que reforzar sus planes de contingencia y dar solución durante este gobierno para que invierta en agua potable rural", recalcó Jorge Hidalgo, alcalde de Bulnes.

Para los alcaldes del territorio del Diguillín, la solución más efectiva sólo sería con la puesta en marcha de más proyectos de Agua Potable Rural (APR), cuyo costo promedio es cercano a los $200 millones.

"Siempre los sectores rurales son los parientes pobres de Chile, siempre son los últimos en recibir agua potable, pavimentación de camino y se vive en todas las comunas de Ñuble y las del país tienen la misma falencia", dijo Jorge Hidalgo.

Soluciones

La mirada desde el gobierno es priorizar los recursos para solucionar la escasez hídrica a través de múltiples servicios, como Onemi, Ministerio de Agricultura y sus Servicios de Indap y Consejo Nacional de Riego y Ministerio de Obras Públicas con la Dirección de Obras Hidráulicas y la dirección General de Aguas.

Se estima un avance en 35 nuevos proyectos de APR, lo que beneficiaría a 75.464 familias. "Hemos tomado un ritmo de trabajo y proceso que nos ha permitido cambiar la brecha considerablemente. Nosotros teníamos en cuatro administraciones para atrás un promedio anual de 11 Proyectos de APR durante el periodo de gobierno, y el 2014 al 2018 estamos llegando a 35, o sea, hemos casi triplicado", confirmó el director regional de Obras Hidráulicas, Rinaldo Marisio.

La explicación de este aumento de proyectos, es que se han ido perfeccionando los procedimientos, pero prontamente comenzará a regir la Ley de APR sanitario.

"Con esta ley, cuando se intervengan en los APR, vamos también que solucionar el problema de alcantarillado y en eso no tenemos la experiencia como para decir cuántos proyectos tendremos listos al año. Estamos recién partiendo con la ley y el reglamento se firmó hace unas semanas en Santiago y eso ya empieza a correr", dijo el Director Regional de Obras Hidráulicas.

"Siempre los sectores rurales son los parientes pobres de Chile, siempre son los últimos en recibir agua potable, pavimentación de camino y se vive en todas las comunas de Ñuble "

Jorge Hidalgo, Alcalde de Bulnes"

Realidad del 2016

La gran cantidad de precipitaciones que durante este año se registró, de inmediato cambió la proyección de lo que se tendría en materia de personas afectadas con agua potable. Solo en diciembre del 2016 se registraba un déficit de un 55%, guarismo que este año cambió radicalmente, porque además se le sumó un aumento en la caída de nieve, lo que permitirá contar con el vital elemento para el riego de las plantaciones. La única similitud que este año tendrá con el 2016 es que las comunas del Valle del Itata tendrán la mayor concentración de afectados, por lo cual se enfocarán los esfuerzos.