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La historia de supervivencia real que ayudó a Elizabeth a resisitir

RESCATE. Relato que inspiró a la excursionista a sobrevivir durante los ocho días, se basó en comer pasto. Su estado de salud es de cuidado pero con una evolución favorable.
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Fue la historia de la japonesa Makiko Iwafuchi, quien en el 2011 se perdió durante dos semanas en las montañas de Nepal, y sobrevivió comiendo hierba; con la que Elizabeth Luna, joven extraviada en San Fabián, trazó su estrategia para resistir en la montaña.

"Mi mamá habló con mi hermana y no tomó agua y lo único que hizo fue comer pasto, porque ella una vez me dijo que si me llegaba a pasar algo, porque yo quería salir, comiera pasto, porque ella sabía la historia de una niña que sobrevivió no sé cuántos días en la montaña comiendo pasto", relató Jonathan Luna, hermano de Elizabeth.

Justamente fue esa conversación que sostuvo años antes con su hermana, la que Jonathan recordó la calurosa tarde del miércoles, cuando encontraron a Elizabeth.

"Cuando estábamos buscándola, yo le decía de repente a mi mamá que la pitu (Elizabeth) sabe qué hacer en estos casos, porque me había contado esa historia, y claro, cuando la encontramos ella tenía pasto en la mano y en la casaca y me acordé de inmediato de eso, por eso yo pensaba que podía estar bien", recalcó Jonathan.

La historia de la japonesa, que inspiró a Elizabeth, también tuvo de momentos complejos, ya que pensó que no lograría sobrevivir, pero se concentró en que Dios le daría otra oportunidad, reflexión que también pudo estar presente en los ocho días de supervivencia de la joven.

"Yo fui el primero de la familia que la vio, porque estuve todos los días arriba en el campamento y salía a buscarla. Fue una alegría tan grande cuando la encontramos, pero no me dejaron hablarle mucho porque se podía emocionar mucho y le podía pasar algo. La ayudé a cargar, pero sin que me viera y después, cuando la subieron al helicóptero, le grité y le hablé y ella se puso a llorar... no me aguanté, porque tenía que hablarle", recordó el hermano de Elizabeth.

Esos kilómetros, en que trasladaron en camilla a la joven hacia el helicóptero, Jonathan pensaba en la alegría que le daría a su madre al contarle que la "Pitu" era una guerrera de aquellas que se cuentan historias.

"Cuando la encontramos no hallaba como avisar, porque no teníamos señal y la única forma era por radio. Recuerdo que lo único que quería era hablar con mi mamá para darle la noticia, pero ya se la habían dado", narró Jonathan.

Al hacer el balance de los días de búsqueda, para Jonathan el único remordimiento es no haber chequeado más detenidamente los lugares que recorrió, ya que en el lugar donde la encontraron él había pasado dos veces.

"Subí todos los días a buscarla y pasamos hartas veces donde ella estaba y no la vimos, lo que pasa es que estaba en un barranco y no se podía bajar y la única forma de hacerlo era con cuerda. Pasé dos veces por el lugar y no la vi, además el camino era complicado porque estaba en mal estado", aseguró.

Estado de salud

Desde el hospital se informó que la excursionista mantiene una condición de cuidado, con una evolución favorable de sus lesiones y que aún permanece hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos.

"El doctor dijo que estaba bien y estable, que reconoce todo, pero igual perdió un poco la memoria. Se acuerda de cosas pasadas como si fueran recientes, es como si estuviera pérdida en el tiempo, pero se nos dijo que poco a poco iba a recuperar la memoria. Al parecer la recuperación será lenta, ya que podría demorar mínimo unos tres meses o un poco más", precisó Jonathan.

Desde que ingresó al hospital hasta ayer, solo la familia puede estar junto a Elizabeth durante los 60 minutos que se contemplan para las visitas.

"Ayer entré a verla y me dio las gracias. Ella está bien y se ríe con algunas cosas que conversamos, pero solo con la mitad izquierda de la cara, porque el lado derecho donde tiene el ojo malo, lo tiene paralizado", detalló el hermano.

Punilla aportó ideas para la región en el segundo diálogo ciudadano

SAN CARLOS. Al encuentro llegaron cerca de 150 personas y ahora se prepara el próximo evento que será en Quirihue.
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Con la realización del segundo diálogo ciudadano, en la provincia del Punilla el viernes 7, la propuesta de la Delegación Presidencial lleva la mitad del camino recorrido.

"En este diálogo de San Carlos tuvimos una mayor participación, llegaron cerca de 150 personas que nos acompañaron y participaron, quienes plantearon los temas de Ñuble que eran importantes y necesario de considerar y preparándonos para este martes, para el encuentro de Itata", sostuvo la delegada presidencial, Lorena Vera.

Esta actividad que se enmarca en el proceso de instalación de la región de Ñuble, tiene como objetivo el conocer desde la ciudadanía las propuestas, proyectos, anhelos y sueños que tienen para su territorio, insumo que a posterior servirán para dar forma a los lineamientos estratégicos del desarrollo de Ñuble.

"El objetivo principal es poder escuchar a las personas en sus planteamientos, qué es lo que quieren, esperan y sueñan para esta región y eso también relacionado con las necesidades que existen a nivel territorial, y lo importante es visualizar la visión de los vecinos que no son autoridades y que pocas veces tienen espacios para plantear lo que quieren y sueñan", recalcó la Delegada Presidencial.

Los encuentros continuarán en la provincia de Itata, el cual se agendó para el 12 de diciembre en la comuna de Quirihue. Asimismo, el Encuentro Regional quedó fijado para el 14 de diciembre, a las 9:30 horas, en Chillán.

"Fue una muy buena experiencia. Me senté a escuchar los sueños de los vecinos y vecinas y es un espacio para aprender y anotar para ayudar en solucionar los problemas que los aquejan. Fue una muy buena experiencia. Felicito a la delegación presidencial, todo ordenado y muy bien organizado", dijo el senador Felipe Harboe.