Una nueva polémica se tomó ayer las redes sociales luego que los jefes de comité de la Cámara de Diputados decidieran, por unanimidad, retrasar la sesión del próximo 2 de enero a las 17 horas inicialmente (luego se rebajó a las 16 horas) y con ello acortar la jornada laboral que culmina a las 19 horas. Es decir, trabajarían dos horas.
Si bien fue el propio presidente de la Cámara Baja, el diputado PS Fidel Espinoza, quien salió a explicar la decisión, atribuyendo el acuerdo a la dificultad de traslado que esgrimieron distintos legisladores de regiones, principalmente en lo que se refiere a encontrar pasajes aéreos, la medida no fue bien vista por la ciudadanía.
Precisamente cuando persiste una crisis de confianza entre los chilenos hacia la labor política, este tipo de decisiones no hacen más que mostrar un distanciamiento entre la realidad laboral de muchos chilenos que deberán presentarse a sus trabajos en horario normal el próximo 2 de enero, versus las condiciones que evidencian los legisladores con este tipo de acuerdos. Es preciso recordar por ejemplo que, a diferencia del ciudadano común, los diputados que representan a Bío Bío tienen derecho a 12 pasajes aéreos liberados de costo al año (ida y vuelta), los que pueden solicitar con un día de antelación o el mismo día del viaje inclusive, pero además estos boletos pueden ser utilizados por asesores o familiares. Cabe preguntarse entonces si ¿aún así tienen dificultad para encontrar cupo?.
No se trata en todo caso que nuestros representantes en el Congreso no tengan derecho a pasar en familia las fiestas de fin de año, pero como cualquier chileno debieran ajustar sus agendas para cumplir con el rol por el cual recibieron el mandato de sus electores.
Ya en enero de este año la concurrencia de los parlamentarios a las sesiones en sala fue cuestionada, debido a que sólo 19 miembros de la corporación registraban una asistencia del 100% en los primeros 20 días del 2017. Haciendo este mismo ejercicio al día de hoy, a través del portal de Transparencia de la Cámara de Diputados, es posible analizar con cierta satisfacción que los actuales diputados por Ñuble han mantenido una participación alta en las sesiones. Descontando al desaforado parlamentario de RN Rosauro Martínez, es el representante del Partido Radical, Carlos Abel Jarpa, quien ha sido el más aplicado con un 98,76% de asistencia. De las 484 sesiones del año en curso sólo faltó en cinco ocasiones, durante el mes de enero. Le sigue la diputada PPD Loreto Carvajal, con un 96,21%, aunque ha estado ausente en 17 sesiones, mientras que el diputado DC Jorge Sabag registra un 95,76% de asistencia, pues ha faltado a 21 sesiones de la cámara.