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El drama de los refugiados acaparó los premios en las fotos del año para unicef

CONCURSO. El primer lugar se lo llevó el bangladeshí Muhammed Muheisen con el retrato de Zahra, una niña siria de cinco años que vive en un campo de desplazados en Jordania. "Siria: la cara de una infancia tormentosa", se llama la instantánea.
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Matías Jullian V. /Efe

Zahra, una niña siria de cinco años que vive en un campo de refugiados de Jordania, protagoniza la "fotografía del año" del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que premió también dos imágenes que recogen el drama de los refugiados rohingya en Bangladesh.

El ganador del concurso internacional que organiza cada año Unicef-Alemania es el jordano Muhammed Muheisen, poseedor de dos premios Pulitzer, quien con su retrato de Zahra muestra "el sufrimiento silencioso de millones de niños en los países en crisis de la Tierra", explicó ayer la organización a través de un comunicado.

En una entrevista con Unicef, el fotógrafo ganador explicó que "la fotografía es mi pasión y el periodismo es mi educación y ambos me convirtieron en un fotoperiodista muy consciente de lo que está sucediendo en el mundo".

"Hay tantas historias que no se han contado y me parece que es mi responsabilidad como fotoperiodista estar allí y contar esas historias, ya que creo que si algo sucedió y nunca se documentó simplemente es como si nunca hubiera ocurrido", señaló Muheisen.

"A través de mi fotografía pretendo crear conciencia, crear un eco y llevar las voces de las personas que fotografío al mundo y hacer mi mejor esfuerzo para que se escuche", agregó.

El segundo premio del concurso recayó en la imagen de una madre de la minoría ética rohingya con su hijo en brazos y obligada a huir a Bangladesh, país en el que nació el autor de la fotografía, K.M. Asad.

El canadiense Kevin Frayer fue el galardonado con el tercer premio, con una instantánea que muestra el rostro desesperado de un niño rohingya que, desde la multitud, ha escalado a un camión de ayuda humanitaria.

"La foto del año de Unicef es una llamada a todos nosotros. No podemos permanecer insensibles al destino de esos niños expuestos a la violencia de la guerra, la huida y el desarraigo", manifestó en un comunicado Peter Matthias Gaede, miembro de la dirección de Unicef en Alemania.

Indonesia toma un nuevo rumbo en su lucha por frenar la amenaza de extinción de los orangutanes

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Indonesia va a renovar su plan a diez años para la conservación del orangután a partir de 2018 con la certeza de que su estrategia anterior no ha detenido el declive en la población y la amenaza de extinción de la especie.

Asha ("Esperanza" en indonesio) es una orangutana que llegó al centro de rehabilitación de la ONG Programa de Conservación del Orangután de Sumatra (SOCP) en Batu Mbelin (Sumatra del Norte), con un brazo y una pierna rotos, y síntomas de trauma.

"La capturaron, le pusieron una cadena alrededor de la cintura y quizás un día después dio a luz, no estoy segura, pero los aldeanos dijeron que el bebe murió y quemaron el cuerpo", dijo a la agencia de noticias Efe Yenny Saraswat, veterinaria del centro.

Como Asha, el 80% de los orangutanes que llegan a las instalaciones de rehabilitación tienen lesiones físicas provocadas por el ser humano, a excepción de los más jóvenes, que suelen ser supervivientes traumatizados por el tráfico de mascotas.

El estudio Población del Orangután y Evaluación de la Viabilidad de su Hábitat (PHVA) publicado por el Gobierno en agosto de este año indica que la población de orangutanes en las islas de Sumatra y Borneo está "en declive contínuo".

Según el PHVA, 14.290 orangutanes viven en Sumatra donde la supervivencia a largo plazo de las poblaciones salvajes es inviable, y 57.350 en Borneo, menos desarrollada pero más expuesta a la deforestación que provocan las plantaciones de aceite de palma y, en menor medida, la industria papelera y minera.

El director general de Conservación de Recursos Naturales y Ecosistemas del Ministerio de Medio Ambiente, Inung Wiratno, indicó a Efe que el plan 2018-2028 tendrá el PHVA como referente y buscará reforzar la colaboración con el Gobierno local, el sector privado y las fuerzas del orden.

"El 78% de los orangutanes en Borneo viven fuera de zonas de conservación, en el futuro el papel de las comunidades locales será importante para ayudar en la gestión de la fauna", añadió.

La desaparición del hábitat de los orangutanes es lo que ha llevado al director de SOCP, Ian Singleton, a considerar como "refugiados" a los simios que llegan a su centro de rehabilitación, que son liberados una vez que son autosuficientes.

"El Gobierno quiere tener estrategias y planes de acción, metas y objetivos , la pregunta es si esos objetivos son realistas y se centran en lo que ocurre sobre el terreno", dijo, agregando que cerca de 1.000 orangutanes mueren cada año en Sumatra y Borneo producto de la industria y la construcción de carreteras.

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