"Las luminarias de Chillán, espero sean cambiadas dentro del próximo año porque esa es una prioridad"
Sergio Zarzar, — Alcalde de Chillán.
"Hemos intensificado controles vehiculares, y duplicado los funcionarios en puntos donde comúnmente ocurren incidentes"
Teniente Christian Jorquera, Subjefe de la SIAT de Carabineros Ñuble.
Parecía que el trimestre anterior la cesantía en la intercomuna llegaba a un punto de inflexión, pero el millar de desempleados adicionales del último periodo, vuelve a encender las alarmas en la capital de Ñuble, que ubica a Chillán nuevamente en los Top 10 de las ciudades con mayor cesantía en el país con 9,3% y 8.010 desocupados.
"Estamos invirtiendo fuertemente en esta planta para volver a procesar el 2017", dijo el gerente general de Empresas Iansa S.A., José Luis Irarrázaval, en relación a los US$7 millones que considerará la aplicación de esta medida y desmintiendo así un eventual cierre de la planta que opera en Cocharcas desde el año 1967.
La tasa de desempleo en la Provincia de Ñuble se mantuvo en 7,5% en el último trimestre (septiembre-noviembre), según cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, el balance presentó un aumento de 0,6 puntos porcentuales en la comparación anual. En contraste, Chillán registró un 5,9%.
Los lectores de Diario Crónica Chillán -a través de un concurso que fue instaurado de manera inédita por este matutino desde el año 2009- votaron por los Personajes del Año 2017 y eligieron además la Noticia del Año, la cual por una inmensa mayoría recayó en la emergencia de los Megaincendios forestales que afectaron a Ñuble y a gran parte del centro sur del país hace prácticamente un año.
Al igual que para el terremoto de 2010, la catástrofe de los incendios ocasionó pérdidas cuantiosas en lo material, se dañaron más de 20 mil hectáreas, se destruyeron centenares de hogares y también carabineros, bomberos y brigadistas perdieron sus vidas en medio del combate contra las llamas. Sin duda, marcó a quienes sufrieron de cerca con la emergencia, lo cual nuevamente nos invita a reflexionar este año debido a que los factores climáticos que propiciaron el descontrol de los focos de incendio estarán también presentes durante esta temporada estival.
El cambio climático ha provocado que las temperaturas se extremen, tanto el frío en invierno como el calor en época de verano, y ello sumado a un largo periodo de escasez hídrica confluyen en condiciones de mayor riesgo. Es por este motivo que, además de aumentar los recursos para el combate y extinción, tanto por parte de organismos como Conaf, como también por las empresas forestales, se ha insistido con mayor fuerza en la importancia de tomar conciencia que prevenir los incendios será siempre menos costoso que atacarlos. En un 99% de los casos son las personas quienes provocan, ya sea de manera accidental o intencional, los siniestros. Ya sea por una fogata mal apagada en un campamento, un fuego de artificio durante la celebración del Año Nuevo, o una colilla de cigarro mal apagada, son múltiples los factores que pueden incidir en que se propicie una emergencia que puede costar la pérdida de vidas o de hogares a las comunidades.
El llamado entonces es a celebrar estas fiestas de fin de año con moderación, evitando exponerse a circunstancias de riesgo, como beber alcohol y conducir, pero también pensando en las consecuencias que pueden tener los actos negligentes con elementos inflamables. Muchos focos de incendio comienzan por trabajos de soldadura en las proximidades al pasto seco, tome los resguardos y evitará así una desgracia. Iniciemos este nuevo año con la mejor disposición en el corazón y la mente puesta en el autocuidado y la precaución, por el bienestar propio y el de sus seres queridos. ¡Bienvenido un felíz año 2018!
Al llegar a fin de año no puedo evitar sentir un poco de tristeza por cosas que sucedieron y que creo que no nos engrandecen como personas ni menos como país. Entre las más difíciles desde una perspectiva muy personal, está el que se haya "legalizado" el aborto y que se haya hecho patente la poca importancia que se le da en nuestra sociedad a la vida humana y a su dignidad.
También me a horrorizado lo sucedido en el Sename y el que a pesar de lo noticioso que resultaron los casos de niños y adolescentes fallecidos y también maltratados, aún no tengamos respuestas claras y eficaces al respecto.
Por otra parte, también al finalizar un año, tenemos la gran oportunidad de llenarnos de esperanzas ante las oportunidades que nos brinda el tiempo nuevo. Este 2018 lo comenzaremos con una gran visita, el Papa Francisco viene a vernos y nos trae la alegría de la fe viva. Él nos invita a salir a la periferia, a dejar atrás la comodidad y a "balconear" la fe. Sin lugar a dudas que Francisco ha revitalizado nuestra Iglesia y estos días con él ojalá nos sirvan para tomar en serio nuestros ideales y anhelos. Nuestra patria necesita a gritos llenarse de esperanza y volver a mirarse con respeto aún en nuestras legítimas diferencias. La lógica de vencedores y vencidos no nos deja mirar con verdad los acontecimientos, y lejos de enfrentar la realidad maduramente buscamos acomodar nuestras ideas desde posturas personales que parecieran no tener sintonía con el bien de todos, sino con aspectos parciales que nos impiden acceder por completo a la realidad.
El concepto de "post verdad" que tanto escuchamos durante este año, lejos de permitirnos un encuentro en temas que podían resultar difíciles para los chilenos ahondó las diferencias haciéndolas casi irreconciliables.
Hoy en la noche en muchos hogares se cenará, se preparará la champaña y escucharemos el conteo para el cambio de año. Algunos comerán lentejas, se vestirán con prendas amarillas y realizarán tantas cosas tradicionales que son innumerables. Se escuchará el himno nacional en algunas radios y también en la televisión, nos abrazaremos y desearemos lo mejor. Se nos caerán algunas lágrimas, especialmente por aquellos que ya no están. Felicidad y esperanza para el 2018 será nuestro principal deseo.
Paulina Benavente Vargas Psicóloga, Obispado de Chillán.