Alcalde Felipe Aylwin retomó sus funciones en Chillán Viejo
RETORNO. Jefe comunal sufre una insuficiencia renal y debe ser transplantado. Según cuenta, varios chillanvejanos ya le han ofrecido ser donantes.
Con el ánimo a tope y dispuesto a recuperar a la brevedad el tiempo de ausencia que sufrió, el alcalde de Chillán Viejo, Felipe Aylwin, retomó sus labores edilicias, luego de haber estado poco más de un mes hospitalizado en la capital.
El jefe comunal chillanvejano sufre una insuficiencia renal que lo mantuvo en tratamiento médico en la Clínica de la Universidad Católica de San Joaquín. Fueron semanas difíciles, pero ya está de vuelta asegurando que hay alcalde para rato.
"En cualquier momento se me iba a detonar este problema, pero gracias a que llevo un estilo de vida muy sano, pude estar largo tiempo sin inconvenientes. Este problema hizo crisis ahora y mi médico asegura que manteniendo los cuidados necesarios, tengo un pronóstico de sobrevida muy bueno", explicó.
Ciertamente, el estilo de vida respetuoso con su cuerpo que profesa Aylwin, tiene que haber tenido efectos positivos. Es vegetariano, aunque no sabe si por razones médicas podrá seguir en esa línea. Hoy mantiene extremos cuidados y como muestra, son más de 20 medicamentos que debe consumir a diario.
"Tuve dos operaciones y mi diagnóstico actual es de una insuficiencia renal aguda. Estoy en una fase en la que requiero de diálisis a diario, aunque es un proceso menos invasivo que me puedo realizar incluso, en mi casa", comenta.
Hoy, la autoridad está muy optimista. Bromea diciendo que hasta se restó años durante su hospitalización. Bajó notoriamente de peso y hasta luce un nuevo peinado.
"Incluso cuando vine a votar, la gente me preguntaba si me había realizado una liposucción. Me decían que me veo delgado y más joven", bromea.
Cariños y afectos
En su estadía hospitalaria, el alcalde Felipe Aylwin recibió variadas visitas del mundo político y también supo de la preocupación de la comunidad ñublensina por su estado de salud. Según cuenta, su familia le tuvo que quitar el celular, pues seguía siempre pendiente de lo que sucedía en la comuna histórica.
"Fue exquisito y gratificante sentir tanto cariño de parte de los chillanvejanos. No pensé que iba a volver a tener la energía de hace algunos años. Extrañaba mucho el municipio y a mi gente. Quiero destacar el afecto ciudadano en una cosa. Este proceso tengo que terminarlo en un trasplante renal y más de veinte personas me ofrecieron darme su riñón, todos chillanvejanos", destaca con visible emoción.
El afecto recibido lo quiebra y le recarga las baterías para seguir adelante. "No sé si me alcanzará el tiempo para devolver tanto cariño", dice.
El alcalde volvió a toda velocidad
El alcalde Felipe Aylwin no es de aquellos que va despacio por la vida. Se define como un hombre intranquilo y de un estilo de vida que lo mantiene siempre en constante movimiento. Por lo mismo, ayer volvió a sus funciones alcaldicias poniéndose al día de todo lo que sucedió en su ausencia, presidió la sesión del concejo municipal chillanvejano y hasta atendió a gente que necesitaba conversar con él. Su familia se preocupa de su bienestar, pero sabe que su permanente inquietud es difícil de controlar. "Quédense tranquilos, que vengo 2.0 de vuelta", dice entre risas.