Simple matemática
Señor director:Cuando la diputada Karol Cariola defiende la representatividad de la Nueva Constitución, diciendo que participaron más de 200.000 personas en los cabildos, lo que equivale a un 1, 1764 % de los chilenos, considerando una población aproximada de 17 millones. Simple matemática.
Cuando la diputada Karol Cariola manifiesta que la Constitución del 80, solo representa al actual ministro Chadwick y sus amigos (sic), olvida que el mencionado texto legal ha tenido muchas reformas constitucionales, a partir de 1989 y en plena democracia, aumentando su número de artículos y de disposiciones transitorias, no reconocer y no estar al tanto de lo anterior, es tan grave como que parte, la gran mayoría o todos los que participaron activamente en los cabildos dando ideas para la Nueva Constitución, no hubieran leído la Constitución original del 80 completa y luego la que está vigente al día de los cabildos también completa, y así con un conocimiento acabado de ambos textos legales, poder entrar a debatir, rechazar, promover, modificar, proponer, etc., la Nueva Constitución, de no haber sido así, es decir participar solo con las ganas, según propias palabras de los expertos, mientras se desarrollaban los citados cabildos, los aportes serían sesgados y exiguos, por último al conocer en estos días, los contenidos del proyecto constitucional presentado en las postrimerías del gobierno de la ex presidenta Bachelet, resultan tan diferentes al compararlos con la simpleza de lo aportado por los 200,000 participantes en los cabildos, por lo que el 1,1764 % de los chilenos, tampoco estaría representado por los nuevos textos legales presentados. Simple matemática.
Luis Enrique Soler Milla
Tolerancia universitaria
Señor Director:A propósito de la lamentable situación ocurrida al ex Diputado José Antonio Kast en la Universidad de Concepción, cabe preguntarnos: ¿Hasta cuándo aguantaremos el falso régimen de superioridad moral impuesto por una izquierda antidemocrática como la izquierda universitaria?
Ervin Castillo
Kast y la UdeC
Señor Director:El ex candidato presidencial, José Antonio Kast, ha reclamado por la suspensión de una charla que daría en la Universidad de Concepción, llegando a anunciar acciones legales (recurriendo a una ley que siendo parlamentario rechazó). La Universidad de Concepción, por su parte, se ha excusado argumentando que su reglamentación interna "prohíbe el uso de espacios con fines políticos o partidistas".
Dentro de la polémica, Kast ha omitido que la disposición invocada por la Universidad de Concepción va en la línea de lo que él, desde el gremialismo, ha defendido por años. A saber; que la política opere en un ámbito separado del espacio universitario (y separando la política en general de los llamados cuerpos intermedios).
Después de más de 30 años defendiendo que los grupos intermedios, como sindicatos y universidades, no deben opinar ni participar en los asuntos políticos concretos, el exdiputado, de manera oportunista, modifica su discurso para aparecer como víctima de lo que él mismo ayudó a conseguir: la desafección de los grupos sociales e instituciones educacionales y culturales de los asuntos públicos, y -en concreto- de la política, producto de la deliberada despolitización de la sociedad, en general, que prescribió el fundador del gremialismo criollo, Jaime Guzmán.
En momentos de generalizado rechazo a la actividad política, poder eliminar barreras entre la política y la ciudadanía de a pie, es un paso imprescindible para recomponer las confianzas, profundamente dañadas por el modelo de Estado que el señor Kast ha defendido durante décadas.
Gonzalo Ignacio Guajardo Gavilán
Claudio Bravo
Señor Director:Fui testigo de los triunfos más importantes que ha logrado el balompié nacional en su larga y sufrida historia, dos Copas Américas ganadas por está generación lideradas por Claudio, para mi, que me emociona el fútbol es sin duda una de las cosas más hermosas que he podido vivir, al igual que muchos, soñé cuando era niño defender a mi selección, crecí gritando los goles de Marcelo Salas e Iván Zamorano; por eso no entiendo como se niegan a jugar por la selección, mucho menos poner condiciones para participar, si eres nominado para defender a tu país deberías venir corriendo, si fuera una de las primeras nominaciones Claudio, te aseguró que no te hubieras negado, quizás la costumbre de jugar por Chile ya no te genere la misma ilusión que te generaba el año 2004, los 119 partidos jugados por la selección al parecer hicieron perder la magia que debe sentir cualquier niño a lo largo del país cuando los ve por el televisor jugando por Chile, gracias por la atajada al Kun Aguero en el minuto 99 en aquella histórica final en Estados Unidos o el penal atajado a Éver Banega a estadio lleno en esa mágica noche en Ñuñoa, gracias de corazón, creo que comenzó el recambio.
Gerardo Rueda Rodas