En la edición dominical de Diario Crónica Chillán, distintos actores sociales y parlamentarios adelantaron cuáles serían los aportes más necesarios, innovadores y urgentes para modificar el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) vigente desde 2015 en la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo.
Es importante señalar que, en primer término, existe voluntad por mejorar el instrumento que se creó durante la anterior administración de gobierno debido a que tras dos años de aplicación ha probado ser ineficaz en la reducción de los índices de contaminación en la zona, al centrar su principal medida en el recambio de calefactores a leña y el otorgamiento de subsidios de aislación térmica para viviendas, las que en dos años no cumplieron más allá del 5% de la meta del plan, de un horizonte de 10 años.
El llamado del alcalde Sergio Zarzar a establecer una mesa de trabajo para evaluar este y otros mecanismos posibles para cumplir con la finalidad de reducir la polución invernal ha recibido una amplia y positiva respuesta. En primer término, el propio seremi de Medio Ambiente, Mario Delannays, ha hecho suya esta propuesta y junto con sus buenos oficios, ha iniciado las gestiones para concretarla a la mayor brevedad, tomando en consideración que desde el 1 de abril volvió a ponerse en marcha el Plan de Gestión de Episodios Críticos en la intercomuna.
El reportaje de este domingo ahonda en algunas propuestas que, además de interesantes, resultan innovadoras. Una de ellas proviene del académico de Inacap Chillán, el ingeniero civil químico Óscar Ortega, quien en los últimos 3 años ha sido parte de "Constructores por un Nuevo Aire", organismo creado por la entidad educativa al alero de la campaña "Nuevo Aire". El docente planteó la idea de generar un dispensador popular de leña seca o parafina, al cual puedan acceder personas -en especial de menores recursos- para abastecerse de combustible a menores precios y mejor calidad.
Otro planteamiento, desde la arista parlamentaria, lo ha hecho el senador Felipe Harboe, quien propone el recambio de las máquinas del transporte público más contaminantes por medio de los Fondos Espejo del Transantiago, y que además ENAP pueda abastecer domiciliariamente de gas natural por medio de sus plantas regasificadoras.
En los próximos días, y a medida que la mesa se vaya conformando, surgirán nuevos planteamientos que será necesario sopesar por el bien de la propia comunidad. Lo más importante es que exista una sincera disposición al diálogo y a mejorar entre todos la calidad del aire que respiramos y que cada año pone en serio riesgo la salud de las personas.