Andrés Mass Olate
A la preocupación por el complejo estado de su hijo, afectado por un cáncer medular de tiroides, la chillaneja Yuly Díaz suma otra complicación: se le adeudan las tres licencias que ha presentado para estar al cuidado de Roger Fuentes, su retoño de 15 años.
Díaz, quien se desempeña en la Escuela Ramón Vinay de Chillán, precisa que a su hijo se le diagnóstico la enfermedad hace un año, tiempo durante el cual debió presentar licencias psiquiátricas y, de esa manera, apoyar el tratamiento a base de quimioterapias que Roger recibe en el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente de Concepción.
Por lo anterior, respiró aliviada cuando a comienzos de febrero fue promulgado el Seguro para el Acompañamiento de Niños y Niñas, más conocido como la Ley Sanna, normativa de carácter solidario y universal, que les permite tanto a trabajadores dependientes como independientes, a acceder a una licencia de hasta 90 días para cuidar a sus hijos e hijas entre 1 y 18 años de edad.
No obstante, lo que se establecía en la teoría, en la práctica el beneficio no ha sido tal en su caso, pues denuncia que le deben tres licencias de 15 días cada una.
"Apenas se promulgó la Ley Sanna me acogí a ella. Desde marzo a la fecha he pedido tres licencias, sin embargo no me han pagado. Le informé esta situación a mi empleador, quien fue a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin), donde le informaron que no sabían a quién le correspondería hacer el pago, pues no tenían conocimiento del trámite, ya que su caso era el primero en Ñuble por Ley Sanna. Es inconcebible que se dé ese tipo de respuestas, considerando que a las otras mamás que están tratando a sus hijos en el regional si les han pagado", reclamó con preocupación Yuly Díaz respecto a la situación que la afecta.
Situación crítica
La imposibilidad de recibir los pagos ha repercutido negativamente en la situación económica de Yuly Díaz y su familia, por lo que exige una pronta solución, ya que producto de la enfermedad de su hijo vive un delicado presente financiero. "Para hacer frente a la enfermedad, me he tenido que endeudar, pedir préstamos. Por otro lado, para abaratar los costos en viajes, me encuentro viviendo en casa de familiares. Sinceramente, esto me descoloca, no lo entiendo", sentenció.
Aunque reconoce que han existido algunos problemas de tipo administrativo, María Josefina Rojas, presidenta de la agrupación Sin Licencia Para Cuidar y precursora de la normativa, efectuó una buena evaluación a un mes y medio de su entrada en vigencia. "Las licencias se han pagado igual. Hay que apelar y mencionar que se está acogiendo a la Ley Sanna. Hasta el momento, nuestra evaluación es positiva. Podría haber sido mayor el tiempo garantizado, pues hay cánceres cuyo tratamiento parte en tres meses hasta la leucemia linfoblástica aguda, que dura cinco años", dijo.
Diario Crónica Chillán consultó a la Seremi de Salud del Biobío, entidad de la que depende Compin, para saber el porqué del no pago de las licencias de Yuly Díaz, pero no tuvo respuesta.
Cobertura progresiva
La Ley Sanna irá aumentando su cobertura de manera gradual a distinto tipo de enfermedades y tratamientos complejos. Por ejemplo, a contar del 1 de julio de 2018, se incluirán los trasplantes y desde el 1 de enero de 2020, para dolencias en fase o estado terminal. En tanto, desde el 1 de diciembre de 2020 estarán cubiertos por la normativa quienes sufran accidentes graves. Para más información sobre los alcances de la Ley, se puede visitar el itio web www.leysanna.suseso.cl.