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El futuro de la minería y transformación digital

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Cada año Chile produce cerca de 5,6 millones de toneladas de cobre, lo que corresponde a casi a un tercio del total en el mundo. La extracción de este mineral, desde 1820, nos ha transformado en líderes globales de este commodity y nuestro país es reconocido por su expertise minero.

Sin embargo, si vemos el desarrollo de esta industria a lo largo de los años, sorprende que dada la complejidad de los procesos y sistemas asociados a ella, haya sido posible realizar esta actividad económica durante décadas de manera coordinada y teniendo como norte la maximización de los recursos y el tiempo con la ausencia de la tecnología que existe hoy.

La realidad es que ya no basta con que un país posea grandes yacimientos o reservas minerales para asegurar un lugar de privilegio en el mercado minero. En la actualidad, para ser competitivos a nivel global es necesario apuntar a la eficiencia, la productividad, la continuidad operacional y la reducción de costos.

Para ello, la introducción de nuevas tecnologías aplicadas al negocio, como big data, business intelligence y cloud son esenciales, sobre todo si consideramos que en nuestro país la mayoría de las faenas se realizan en pleno desierto, a miles de metros de altura y con condiciones climatológicas difíciles.

En 2009, el Foro Económico Mundial vaticinó que la automatización de las operaciones y el análisis de variables de producción en tiempo real serían los principales drivers tecnológicos identificados por los propios stakeholders presentes en la minería hacia 2030. Hoy, a casi 10 años de ese pronóstico, aspectos claves como la eficiente administración de los recursos, la logística, la compra de insumos, la perfomance de los operarios, el estado de la maquinaria, la continuidad de las operaciones o incluso, la posibilidad de anticiparse a posibles fluctuaciones de los mercados de metales, son integrados, transformados en informaciones y analizados para tomar mejores decisiones.

Todo lo anterior hace necesario el desarrollo y la adopción de nuevas soluciones tecnológicas. Al hacer posible la gestión y análisis de grandes cantidades de datos, las herramientas de big data y business intelligence permiten un correcto y eficiente almacenamiento y análisis de enormes cantidades de información, siendo capaces de generar los cruces de datos necesarios en tiempo real y de entregar inteligencia para la coordinación de las operaciones, optimizar los flujos de procesos, automatizar el control de gestión y lograr un mayor índice de eficiencia operacional, lo que finalmente ayuda a reducir los costos.

Cuando hablamos de un sector productivo que tiene un peso en el PIB de Chile cercano al 9%, que genera más de US$ 18 mil millones y que emplea a aproximadamente 203 mil trabajadores, es clave proporcionar nuevas aplicaciones tecnológicas a nuestra industria minera para asegurar su competitividad. En este sentido, la transformación digital y el desarrollo de aplicaciones deben estar en la base de la visión estratégica de las autoridades, de las compañías y de las más de cuatro mil firmas que son proveedoras de este rubro en el país. Invertir en el uso de nuevas tecnologías y soluciones no es una característica de un país desarrollado, sino que es una condición para serlo.

Martín Kozak

"Un sector productivo que tiene un peso en el PIB de Chile cercano al 9%, que genera más de US$ 18 mil millones y que emplea a aproximadamente 203 mil trabajadores, (por lo que) es clave proporcionar nuevas tecnologías"."

*Country manager de InterSystems.

Embajador en China: "Nadie gana con una guerra comercial, todos pierden"

MERCADO. El diplomático chileno Jaime Chomalí dijo que las ganancias que podría obtener Latinomérica ante un eventual conflicto entre el gigante asiático y EE.UU. son "circunstanciales", por lo cual espera que "esto vuelva a su cauce normal".
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Pese a que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China parecieran un asunto del ayer, marzo y los primeros días de abril estuvieron marcados por las amenazas -desde ambos lados- de elevar los aranceles a productos estratégicos. El embajador de Chile en China, Jaime Chomalí, afirmó al respecto que "nadie gana con una guerra comercial, todos pierden", aún en circunstancias que, según los analistas, en este escenario Latinoamérica podría plantearse como el nuevo gran mercado.

"Puede ser una ganancia circunstancial en un momento porque hay un producto al cual se le va a brindar una sobretasa arancelaria, pero creo que al final todos pierden", dijo el embajador a la agencia de noticias Efe.

En los días más álgidos del conflicto entre las potencias, por ejemplo, Beijing anunció un alza de 25% al impuesto de exportación de soja, cuyo principal proveedor al mercado asiático es EE.UU.

China importa el 60% de la soja que consume, ergo, esa fracción del mercado, al estar en pugna con EE.UU., sería cubierta por exportadores latinoamericanos como Brasil y Argentina. Y así, suma y sigue con otras materias primas.

"Si EE.UU. aumenta a China los impuestos en productos que nosotros también exportamos posiblemente vaya a haber un aumento de ese mercado", apuntó Chomalí, aunque, insistiendo, en que el beneficio sería puntual y que el deseo de todos en la región es que "esto vuelva a su cauce normal".

"delicado"

El ex embajador de Chile en China, Jorge Heine (2014-2017), actualmente trabaja como investigador en el Woodrow Wilson Center, en Washington, desde donde la semana pasada escribió una columna sobre el asunto en el diario oficialista chino Global Times. En el texto, el diplomático opinaba que que el eventual conflicto comercial "ofrecen una oportunidad" a algunos productos latinoamericanos, pero "esto no es automático" ya que existen "varias alternativas" en el mercado internacional.

Heine advirtió también que en este paisaje, los países latinoamericanos tendrían que prepararse para un "delicado ejercicio de equilibrio" entre "sus lazos tradicionales con EE.UU., y los vínculos dinámicos y de rápido crecimiento con China".

En los últimos diez años, la región multiplicó su intercambio comercial con el gigante asiático a través de diversas alianzas, las cuales han sido asumidas de forma recíproca por China, especialmente en proyectos mineros, de infraestructura e industria.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), estimó que durante 2017 China fue el país al que más crecieron las exportaciones de Latinoamérica, con un alza interanual del 23%, frente al 17% del resto de las naciones asiáticas.

Chile, Brasil, México, Perú y Argentina continuaron como principales socios comerciales de China en la región, con más del 70% del total de las exportaciones, centradas en materias primas y productos agropecuarios.

Envíos chilenos

Principal socio

China es el principal socio comercial de Chile, afirmó la Dirección General de Relaciones Económicas (Direcon).

Miles de millones

En 2016, China recibió exportaciones chilenas por más de US$ 17 mil millones.

Cobre

El cobre enviado al gigante asiático sumaron alrededor de US$ 11 mil millones.

Agropecuario

Las exportaciones agropecuarias mostraron un incremento del 42,7% en un año.

Fruta fresca

En 2016, Chile se convirtió en el principal proveedor de fruta fresca de China.

de la soja que consume China es importada desde EE.UU., y Latinoamérica posee grandes cultivos. 60%

subieron los envíos de productos de la región a Asia, sólo durante el año pasado, según la Cepal. 23%