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Escritora Patricia Cerda: "Violeta hoy sería feminista y ecologista"

LIBROS. Historiadora, nacida en Concepción y residente en Alemania, presentó su última obra y reflexiona sobre la nueva mujer.
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Patricia Cerda, escritora nacida en Concepción y que desde 1986 reside en Alemania, presentó en Concepción su último trabajo literario titulado "Violeta y Nicanor". En él se destaca, entre otras cosas, el espíritu libre, fresco e independiente de la gran artista nacional, un retrato similar al de la protagonista de su anterior novela: Mestiza.

-¿El perfil de la mujer chilena de hoy tiene un parecido a las protagonistas de sus dos novelas?

"Creo que si hay una conexión. La familia Parra Sandoval, creo yo, sintetiza lo mestizo chileno. Hay que pensar que ella viene de la zona del Biobío, la zona en que en la época colonial estaba la Guerra de Arauco. En Ñuble también había levantamientos indígenas en la época colonial. Para el levantamiento de 1657 los araucanos jugaron chueca con la cabeza del Cristo de la Iglesia. Eso quiere decir que era una zona muy poco sumisa y eso, de alguna manera, se concretizó en el Siglo XX, en la importancia que tuvo el Biobío en los movimientos sociales. Aquí faltó el patrón que daba órdenes, el prohibidor. Hubo mucho más espacio para el desarrollo, la creatividad de la cultura popular y eso Violeta lo notó. Ella decía que las cuecas de la Región del Biobío eran las más lindas, las más frescas, mucho mejores que las de la zona central. Por otro lado creo que Mestiza vive el Siglo XVII con esa intuición también. Ella viene con mucha frescura, libertad, mucha seguridad en sí misma, una capacidad de resiliencia muy importante y yo las veo a ellas como un arquetipo de la mujer chilena".

-Tal como Mestiza y Violeta fueron referentes dentro de sus mundos ¿Considera Ud. que hoy, en nuestro país, existe un referente femenino de ese nivel?

"Violeta fue nuestra primera feminista, pero feminista en lo concreto, porque ella viene de una generación que hizo muchos logros a nivel político. Ella era muy amiga de Adela Gallo y Adela era compañera de Elena Caffarena, la líder del movimiento por el sufragio femenino en Chile. Ella está relacionada con esa gente. Pero por otro lado está su modo de vida, muy feminista. Ella hace lo que quiere, es irreverente, está en contra del patriarcado sin nombrarlo de ése modo, que es típico del movimiento feminista. Ella no habla de patriarcado, pero actúa como la más feminista de todas. Hay que pensar que incluso salvaba a sus parejas. Si ella se enamoraba de un hombre, ese hombre estaba salvado. Eran casi vagabundos a los que se acercaba y ella los transformaba en músicos, en hombres de renombre internacional. Además, estos eran cabros quince años menores que ella y no tenía que casarse para vivir con ellos. Entonces hay una serie de modos que después influenciaron a las próximas generaciones. Violeta Parra sigue siendo avanzada para nuestra generación".

-A la luz de sus investigaciones. Si Violeta viviera hoy ¿Cuál cree que sería su postura u opinión con respecto a los temas valóricos o políticos de Chile?

"Sería feminista declarada. Eso es seguro. También pienso que sería ecologista y estaría apoyando firmemente el movimiento mapuche. Conversaría con la Machi Linconao y estaría con las fuerzas progresistas de Chile. Pero también la vería conciliadora y muy generosa".

-El paso de Violeta Parra por Concepción fue de alto poder creativo y al mismo desconocido por un amplio número de chilenos. ¿El que efectivamente sea más conocido es tarea pendiente de la academia o de los investigadores como usted?

"Creo que eso hay que abordarlo desde diferentes perspectivas. Hay un estudio muy interesante de Fernando Venegas Espinoza sobre el paso de Violeta Parra por esta ciudad. Él dice que la Universidad de Concepción fue la primera institución que le dio un reconocimiento contratándola para que desarrollara su proyecto, para que hiciera un museo del folclor y para que hiciera investigaciones folclóricas. Pero por otro lado le ocurrieron cosas en Concepción. Le pasaron cosas importantes que no es fácil abordarlas desde la academia. Por ejemplo, se enamoró del pintor Julio Escámez. Para ella fue un amor no correspondido. A partir de la intimidad con Julio y la amistad con él, ella comienza su veta artística visual que más tarde la lleva al Louvre. Por otro lado, está su asistencia a los encuentros con los escritores chilenos organizados por Gonzalo Rojas a los que asistía como ciudadana. Eso la inspiró, junto a las conversaciones con su hermano, para escribir sus décimas. Violeta Parra escribe sus décimas autobiográficas en 1958 durante su estadía en Concepción y por otro lado también hay que decir que esa decepción con Julio Escámez le llevó a escribir canciones preciosas como El Gavilán y Qué he Sacado con Quererte. Después de eso parte a curarse a La Araucanía. Todo eso no puede ser abordado desde la academia, pero si puede ser abordado desde la literatura. Pero Violeta es inabarcable como pasa con todos los genios".

Chile actual

-En otro plano. Usted, que ha escrito desde lo femenino ¿Cuál es su opinión con respecto al surgimiento de agrupaciones ciudadanas como los movimientos Ni una Menos y el Observatorio contra el acoso callejero, entre otros?

"Eso me alegra muchísimo. Vivo hace 32 años en Berlín y vengo a Chile unas dos veces al año. No voy viendo el desarrollo, sino que los veo cuando ya están y es siempre una alegría, porque siempre siento que es un paso adelante. En eso siento que Chile es bastante rápido en comparación a otros países de América Latina".

-¿Cómo compara el avance en igualdad de género de Chile con el que se produce en Europa?

"Creo que las mujeres están muy avanzadas. Eso está claro. No hay ninguna diferencia entre una mujer europea y una chilena de mi edad o de diez o veinte años menor. La diferencia está entre los hombres. Los hombres chilenos van muy, muy retrasados. Mira lo que hoy está pasando con el fútbol femenino. Ahí hay un ejemplo clarísimo. Hace poco no se nombraba a estas cracks por su nombre, sino que se le decía la Alexis Sánchez chilena. Terrible. Y esos son periodistas. Son hombres los que escriben esas cosas. El campo deportivo es masculino y machista. Lo mismo con la literatura. En los encuentros de escritores organizados por Gonzalo Rojas, ni el 58, ni el 60, ni el 62 se invitó a ninguna mujer. En eso ya hemos avanzado, eso ya no sería posible. Son los hombres los que tienen que avanzar, las mujeres están bien".