Se apagan las luces e inmediatamente los cientos de escolares que repletan la Sala Schäfer, del Centro de Extensión de la UBB, lanzan gritos de celebración: la película ha comenzado; "Cirqo" ha iniciado la función.
En el hall del edificio, Orlando Lübbert, director de la cinta, aguarda impaciente que los casi cien minutos de metraje sean bien recibidos por los estudiantes, que llegaron hasta el lugar gracias al programa Escuela al Cine, de la Cineteca Nacional.
Casi al final de la cinta, un giro inesperado saca sorpresas y aplausos entre los asistentes que luego vitorean al protagonista. Es la señal para Orlando, la película ya casi termina. Se prenden las luces, más aplausos y el realizador chileno ingresa a la sala.
"Yo creo que fue a fines de los 70, en ese momento esta zona estaba muy convulsionada. Nosotros estábamos filmando un material sobre el tema campesino, nos invitaron y estuvimos en una toma que finalmente concluyó de una forma muy violenta. Después nos querían matar y terminamos en la cárcel de Quirihue. Además de eso conocimos gente muy linda. Luego supimos que muchos de ellos fueron desaparecidos y asesinados", cuenta el realizador de "Taxi para tres" respecto a su relación con Chillán, la cual está ligada íntimamente con el periodo de dictadura al igual que su más reciente película: "Cirqo".
"Odio la solemnidad. Me pongo a escribir cosas serias y siempre va a salir lo cómico. El aspecto lúdico de la vida es algo que a uno le ayuda a sobrevivir. Hay una tradición de resiliencia muy rica en diferentes pueblos, de recuperarse, de mirar para adelante, de hacer de la risa parte de la sanación", explica el ganador de la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián en el 2001 sobre la mezcla del drama y humor en sus cintas, y que en "Cirqo" es parte importante del universo presentado.
En el film, los dos protagonistas (Roberto Farías e Iván Álvarez de Araya) escapan de un fusilamiento en plena dictadura saltando a un río. Tras ser arrastrados por la corriente y dejar atrás a sus perseguidores, son rescatados por los miembros de un circo. Una vez que recuperan la conciencia, y todavía temiendo por sus vida, deciden quedarse con ellos ahora como payasos. La vida les vuelve a sonreír, todo pereciera ir bien, hasta que sus perseguidores vuelven a pisarles los talones.
La cinta se estrenó este año tras un largo calvario para finalizar la posproducción y lograr entrar a las salas del país. "Me costó muchísimo encontrar los recursos para distribuirla. No había plata. Fue duro sin productor hasta que finalmente logramos reflotarla", explicó el director y guionista sobre el proceso tras el corte final.
"El cine siempre ha sido un gran aliado para dar contextos de época. Hay material muy importante, específicamente en el documental acerca de lo que ha pasado en Chile. Aquí hay una película que es increíble que nunca se pasó bien en la televisión, que es "La batalla de Chile", que habla del golpe y que ha sido censurada sistemáticamente en nuestro país. Es una obra maestra y acá no se muestra. Pasa que los políticos y las elites tienen miedo a tocar el tema, porque según ellos se divide el país. Y es mentira, el país ya está dividido, lo que hay que hacer ahora es aclarar cosas", finaliza el realizador al hablar de la labor educativa que tiene el cine y que en esta ocasión le permitió a varios estudiantes ser parte del "Cirqo" de Lübbert.
Escuela al Cine
190 escolares Provenientes de establecimientos de Bulnes, Ñiquén, Chillán Viejo y Chillán participaron de la exhibición de ayer.
240 estudiantes De Chillán Viejo, Chillán, Pinto, San Nicolás y San Carlos asistieron el miércoles a la matiné de "Cirqo".
"La película ("Cirqo") no fue estrenada en el Festival de Cine de Lebú. La cinta ahí mostrada incluso tuvo cambios".
Orlando Lübbert, Director y guionista chileno"