Déficit de un 47% de lluvias prevén invierno poco auspicioso
ÑUBLE. De acuerdo a pronósticos meteorológicos precipitaría menos agua que en un año normal, lo que implicaría contar en menor medida con vital elemento para consumo humano y riego.
Comienzan a encenderse las alertas en la región de Ñuble en términos climatológicos, ya que de acuerdo al boletín de Tendencias Climáticas emitido por la Dirección Meteorológica de Chile (DCM), en las ciudades comprendidas entre la Región Metropolitana y la Región del Biobío, este invierno será más seco de lo normal.
Lo anterior, se traduce según el meteorólogo Diego Campos de la Oficina Servicios Climatológicos de la DCM, en que "para los meses mayo-junio-julio, se esperan precipitaciones bajo de lo normal. En un periodo normal, en el trimestre mayo-junio-julio caen entre 514 y 657 mm, por lo tanto, se espera que en estos meses precipite menos que eso", remarcó Campos.
Estimaciones a la baja en relación a un año normal, a lo que se suma que hasta la fecha en la capital de Ñuble haya llovido un 47% menos, sin embargo no se puede establecer a ciencia cierta si dichas condiciones de escasez se extenderán durante el resto del año. "No podemos saber si el año completo será seco o no, porque nuestro mayor horizonte de pronóstico es el trimestre mayo, junio, julio, por lo tanto no podemos anticiparnos más allá que eso", remarcó el meteorólogo.
Peligra consumo humano
De acuerdo al Índice Estandarizado de Precipitación que mensualmente se publica en el Monitoreo de la Sequía Meteorológica que realiza la Dirección Meteorológica de Chile, para los últimos 48 meses la zona de Ñuble se encuentra en la categoría Moderadamente Seco al igual que buena parte de la zona central del país, por lo que una disminución en las lluvias podría agravar aún más la falta de agua para consumo humano, lo que se tradujo en que 18.548 personas en la nueva región tuvieran que recibir agua potable a través de camiones aljibes entre septiembre y diciembre, según datos entregados desde la Gobernación de Ñuble.
"Que tuviéramos un invierno con menos precipitaciones impactaría negativamente, pues significaría que tendríamos que vivir un año más entregándole agua a la gente en camiones aljibes, que es algo indigno, pero no tenemos otra alternativa. Hemos presentado varios proyectos y gestionado soluciones individuales, pero todavía no es suficiente", precisó Carmen Blanco, alcaldesa de Ninhue, donde aproximadamente el 75% de sus habitantes se le debe entregar el vital elemento de manera permanente.
Otra de las comunas que ha sufrido el drama de la sequía es San Nicolás, cuyo alcalde, Víctor Toro, observa con preocupación el actual escenario climático. "A estas alturas, se deberían haber recuperado los pozos norias y los lugares donde beben agua los animales, y eso no ha ocurrido, por lo que si antes estábamos complicados, ahora estamos peor. Por ello, se hace más necesario el Agua Potable Rural, captar pozos profundos", remarcó Víctor Toro.
Con la finalidad de entregar una solución definitiva a la problemática de la falta de agua potable, es que el municipio de San Nicolás ha presentado en el último tiempo cinco proyectos, pero aún sin tener una respuesta definitiva por parte de las autoridades.
"Estamos esperando que se aprueben cinco proyectos que tenemos en la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), sobre los cuales no tenemos una respuesta positiva sobre las iniciativas que en su conjunto suman una inversión de $1.000 millones, y que permitirán colocarle agua potable a más de 400 familias pertenecientes a sectores como Didico, Altos de Monte León, Purica y Chequén", detalló la máxima autoridad comunal.
Mismo panorama es el que se repite en Cobquecura, donde cerca del 70% de sus habitantes debe ser abastecido de agua a través de camiones aljibes. "Estamos con un déficit de precipitaciones desde hace un par de años, por lo que abastecemos de agua potable a cerca del 70% de la población con camiones aljibes contratados por la Onemi. Por lo tanto, si tenemos un año con menos lluvias el escenario sería todavía más complejo", afirmó el alcalde Julio Fuentes.
Aunque para solucionar un problema de tal envergadura, se requiere de la ayuda del Estado, el municipio ha buscado soluciones. En esa línea, actualmente se encuentra embarcado en una iniciativa propiciada por la Zona de Rezago. "Tenemos en curso los análisis de siete puntos en la comuna, donde a través de un sistema muy moderno al que optamos por intermedio de la Zona de Rezago llamado introspección gracias al cual se pudo determinar la profundidad del agua, calidad y cantidad. Ahora viene la segunda etapa para la que es necesaria tener un financiamiento, perforar y construir los pozos profundos y aprovechar las redes de distribuciones actuales a la espera de poder postular a un proyecto definitivo", explicó Fuentes.
Definitivas
Junto con afectar el consumo de agua potable en los seres humanos, la carencia de precipitaciones tiene un impacto directo en la actividad agrícola, el motor principal de la actividad económica de la nueva región, principalmente debido a la ausencia de embalses que permitan almacenar grandes cantidades de agua. Lo anterior, considerando que desde abril hasta hoy, el río Ñuble se encuentra con un 54% menos de volumen escurrido, en comparación al promedio de los últimos 30 años, principalmente explicado por el bajo caudal que el río arrastró durante mayo. En promedio, normalmente ronda los 85 m3/s y actualmente no supera los 24 m3/s.
"Si hay un invierno seco, va a repercutir en el riego, en la producción agrícola, en el agua potable rural. Pretendemos que de una vez por todas se concreten y se agilicen los embalses que están listos porque con eso tendríamos el 50% del problema solucionado en nuestra región, ya que tendríamos agua acumulada", precisó Margarita Letelier, presidenta de los regantes del Río Ñuble, quien agregó que en el actualidad se estarían pudiendo regar solo 10 mil de las 60 mil hectáreas a las que nutre del vital elemento el Río Ñuble.
Si bien comparte que es clave que la nueva región cuente con embalses, a juicio de Álvaro Gatica, presidente de los Agricultores de Ñuble, afirma que "si bien las precipitaciones son importantes, lo que necesitamos es nieve (embalse natural que disponemos), y que si logramos tener en una buena cantidad, no tendremos problemas para regar durante el verano", puntualizó Gatica.
Desde Comunicaciones de los regantes del Río Ñuble , precisaron que "a través de las imágenes satelitales landsat se puede observar notoriamente una menor cantidad de nieve (cerca de 5.000 hectáreas), en comparación al año pasado en esta misma fecha, en la que existían 27.795 ha de nieve sólida en la cuenca alta".
Proyecciones
Al ser consultado sobre los informes meteorológicos que señalan que habría menos precipitaciones, Javier Ávila, coordinador Zonal Biobío - Ñuble de la Comisión Nacional de Riego (CNR), se tomó la situación con mesura. "Estamos hablando de proyecciones respecto a lo que se habla de precipitaciones para el invierno 2018, por lo que esa información no se puede tomar estadísticamente como valedera. No obstante, de ser cierta impactaría el riego en la agricultura", remarcó.
En relación a posibles medidas a implementar para palear un eventual déficit hídrico, Ávila es enfático, "no hay otra que embalsar agua y eso no está resuelto en la región de Ñuble, más allá que existan proyectos como el Esperanza, Diguillín y el Punilla, que están caminando en distintas fases", subrayó.
Cabe recordar que en Ñuble solo existe el embalse Coihueco, que tiene una capacidad de 29 millones de metros cúbicos. Actualmente se avanza para construir el embalse Punilla, que tendrá una capacidad de almacenamiento 600 mil millones de litros, y cuyas obras significarán una inversión 500 millones de dólares, beneficiando a 5 mil agricultores de San Carlos, Chillán, Ñiquén, San Nicolás, Coihueco y San Fabián.
"Que tuviéramos un invierno con menos precipitaciones impactaría negativamente, pues significaría que tendríamos que vivir un año más entregándole agua a la gente en camiones aljibes, que es algo indigno".
Carmen Blanco
Alcaldesa de Ninhue."
Millonarias inversiones
La Comisión Nacional de Riego (CNR) tiene proyectado en Ñuble para el año 2018 una inversión público privada aproximada de $5.500 millones a través de los concursos regulares de la Ley de Riego para obras del tipo revestimiento de canales, tranques acumuladores, tecnificación del riego por goteo por aspersión, más lo proyectado por los concursos del convenio entre la CNR y el Gobierno Regional del Biobío, los cuales firmaron un convenio de transferencia de recursos por $5.000 millones en 30 meses. Los concursos de este convenio para el año 2018 proyectan una cifra para Ñuble de $1.000 millones .Es decir en total serían 6.500 millones de inversión público privada para obras menores y medianas de riego.
ANTECEDENTES
Menos precipitaciones
Se esperan en Ñuble durante el trimestre mayo-junio- julio, según establece informe de la Dirección Meteorológica de Chile. No obstante, dicha estimación fue relativizada por Javier Ávila coordinador Zonal Biobío - Ñuble de la Comisión Nacional de Riego (CNR).
Humanos y agricultura
Lo anterior, genera preocupación entre alcaldes y agricultores, ya que dicha situación podría agudizar la falta de agua para consumo humano y riego.
Falta de embalses
Ñuble cuenta en la actualidad solamente con un embalse (Coihueco), razón por la cual los agricultores piden a las autoridades con urgencia la construcción de este tipo de infraestructura.
Proyectos
Sin embargo, hay proyectos que se están llevando a cabo, siendo el más importante el del Punilla, mega obra que favorecerá a 5 mil agricultores de San Carlos, Chillán, Ñiquén, San Nicolás, Coihueco y San Fabián de Alico.
47% es el déficit de agua caída en comparación a igual fecha del año pasado, que registra la capital de Ñuble de acuerdo a los registros de la Dirección Meteorológica de Chile.
$6.500 millones es la inversión público-privada para la región de Ñuble, en lo relativo a obras menores y medianas de riego durante el año en curso.