"Quiero sumar esfuerzos frente a este gran proyecto porque 500 mil almas en Ñuble lo están esperando"
Dr. Carlos Rojas, director general del proyecto nuevo Hospital de Ñuble.
"El Estado debe decidir si los municipios van a sostener a sus colegios o que esos colegios se cierren"
Frank Sauerbaum, Diputado RN,
En diciembre Francisca Abarca (19) se embarcó rumbo a Corea del Sur junto a una amiga que conoció por medio de Facebook. Ambas viajaron con la idea de promocionar en Sudamérica el K-Pop, sin embargo recién este martes regresaría por fin a nuestro país, luego de permanecer detenida por más de un mes en el país asiático.
El sábado se llevó a cabo en Chillán el primer viaje por medio de la aplicación Uber, partiendo desde Gamero 580 y cuyo conductor fue Guillermo Jara. A 24 horas de su implementación en Concepción se anunció por redes sociales del arribo del servicio a Ñuble, que partirá funcionando de forma paulatina con dos conductores.
El retraso en la licitación de recambio de calefactores del Ministerio de Medio Ambiente (MMA) para la intercomuna Chillán -Chillán Viejo no dejó indiferentes a las autoridades, quienes expresaron su molestia por la lentitud
y capacidad de gestión de la Secretaría Regional en tramitar este tipo de subsidios.
Tomando en cuenta sus 438 años de historia, Chillán parece estar viviendo tiempos muy fructíferos, lo que es importante de destacar ad portas de dar un salto aún mayor y más desafiante como próxima capital de la nueva Región de Ñuble. Esta urbe, que ha sido construida y reconstruida porfiadamente en contra muchas veces de la voluntad de la naturaleza, ha tenido varios periodos que pudieran ser considerados entre los de mayor desarrollo.
Ya desde su fundación adquirió un rol estratégico en las comunicaciones de poblados españoles del reino y la frontera mapuche. Sin embargo, la historia señala que fue a mediados del siglo XIX que el auge de la agricultura permitió un crecimiento urbano, lo que se reforzó con la llegada del ferrocarril en 1876, que por primera vez unió a esta urbe con el puerto de Talcahuano. Entre 1907 y 1920, siendo intendente de Ñuble don Vicente Méndez Urrejola, se vivió otra época de oro en la cual el ferrocarril se extendió hasta las Termas de Chillán y Rucapequén, culminó el hermoso edificio de la Intendencia, se concretaron obras de alcantarillado y agua potable para la ciudad y se erigió el monumento al Padre de la Patria en nuestra plaza de armas. Pero el terremoto de 1939 obligó a reconstruir todo lo obrado.
En la última década, Chillán ha avanzado notoriamente, concretando obras de adelanto como la ampliación de Avenida O'Higgins, la terminación de su Teatro Municipal, la ampliación del aeródromo, la construcción del Estadio Bicentenario, el Estadio Atlético Quilamapu y en la actualidad se avanza en las obras del colector de aguas lluvias y se proyecta un mega hospital regional cuya construcción iniciará en 2019.
Parecen ser tiempos donde la ciudad camina decididamente a convertirse en una gran metrópolis, para lo cual incluso se han encargado los estudios para incorporar a la intercomuna Chillán-Chillán, sumando quizás a San Carlos y Bulnes, o Coihueco y Pinto, a la categoría de zonas metropolitanas, que le permita optar a recursos y planes específicos para su desarrollo. Mientras tanto, la conjunción del trabajo público-privado se ha hecho notar con el aporte de la Cámara de la Construcción de Chillán que, en conjunto con la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la UBB, trabajan en un estudio para definir y proyectar las condiciones urbanísticas de un centro cívico para la capital regional.
Chillán enfrenta sus 438 años no sólo con obras de adelanto largamente esperadas, sino además con una proyección de futuro todavía más próspera. Pese a ello, atraer la inversión privada sigue siendo uno de sus grandes desafíos, como así también ir traspasando el crecimiento a sus vecinos, mejorando sus índices de calidad de vida urbana, que en la última medición de 2018 cayó 18 puestos en un ránking, incluso por debajo de ciudades como San Carlos o Chillán Viejo.
Sería fácil afirmar que la reciente decisión de un banco de no renovar la tarjeta de crédito de una profesional porque cumplió 72 años es inaudita y constituye un capítulo más de la vergonzosa forma en que algunas instituciones maltratan a los adultos mayores. Para el organismo financiero, sin decirlo expresamente, la persona ya se había constituido en "factor de riesgo". Dicho brutalmente, representaba un peligro para su bóveda, por la posibilidad cierta de morir en poco tiempo. En tal suposición existió bastante ignorancia porque el promedio de vida de los chilenos hace rato que superó los 80 años, especialmente en las mujeres. Naturalmente, también, la conducta no era la misma que cuando tenía 30 años y generaba buenas utilidades. Entonces, los brazos bancarios se abrían para acogerla y ofrecerle productos "sin interés". Ahora, con el paso del tiempo, sufrieron alzheimer bancario olvidaron que todos los créditos tienen un seguro de desgravamen, que paga el cliente. El banco, igual que el casino, nunca pierde.
Desde hace años, todo el mundo hace gargarismos con el buen trato a los ancianos. Existen el Servicio Nacional del Adulto Mayor y numerosas reparticiones que dicen acogerlos y ampararlos. Las cifras indican que en nuestro país existen más 3 millones de veteranos, el 70% de los cuales son autovalentes y más de un 40% trabajan. Esto significa que no son inútiles, ni locos, ni tontos, ni padecen retraso alguno que les impida actuar y ser tratados como personas comunes y corrientes. Es más, los especialistas en marketing "descubrieron" que los adultos mayores son un público que debe ser tratado con mayor consideración, porque representan un poder de compra sólido. Adoptan decisiones en firme, con mayor rapidez, y no están ajenos a las tendencias del mercado. O sea, son un buen negocio.
Todo indica que, por lo menos los bancos y las isapres, y algunas compañías de seguros de vida y pagadoras de rentas vitalicias no opinan lo mismo. En forma silenciosa, han establecido una discriminación brutal contra los veteranos que, naturalmente, limita a estos en sus necesidades de salud y de todo tipo. Derechamente, es casi un réquiem contra su derecho a una vida buena.
Tratar mal a nuestros viejos, que serán más que los millenials en 2025, es una práctica peligrosa y deshonesta. Hacerlo entre las sombras revela que saben que están procediendo mal. Tal vez, ésta debería ser una de las tareas prioritarias del Servicio Nacional del Adulto Mayor, del Ministerio de Desarrollo Social: facilitar el acceso de los viejos al sistema financiero, terminar con las exclusiones en salud, educación y en los campos. La mayoría de los ancianos pierde masa muscular. Pero no inteligencia y, cuando lleguen las circunstancias, sabrá castigar a quienes por muchos años han abusado o intentado abusar de ellos. Crónica Chillán y su director, Carlos Ilabaca, son un ejemplo de acogida. Reciben y publican sin problemas esta columna que les envía un hombre de 78 años y 6 meses.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.