En un poco más de media hora el arquitecto Pablo Jordán de la consultora Uban, a cargo de la actualización del Plan Regulador Intercomunal Chillán- Chillán Viejo (PRICH), entregó el detalle de las dos alternativas de crecimiento que tiene la intercomuna.
El estudio que partió en el 2017, se encarga de revisar de manera completa el actual instrumento de planificación, el cual data del 2007, donde Chillán tiene como desafío mantener los valores urbanísticos y la escala de ciudad que lo identifican y mejoran la calidad urbana, la que a su vez genere una mejora en la calidad de vida de su población.
"La imagen del 2007 al 2012 se registran estos puntos negros y grises y la ciudad estalla como fuegos artificiales y se rompe esa forma tradicional de crecimiento por contigüidad o continuidad y se producen estos vacíos y esta forma de crecimiento es cara para los municipios, es cara para la administración por la dotación de equipamiento y va dejando entre medio sectores de gran valor urbano que son desaprovechados", explicó Pablo Jordán.
Con la presentación que ayer entregó la consultora se desarrollarán los beneficios de cada alternativa, como también este jueves partirá el taller con la comunidad para socializarlas.
La primera opción se denominó de puertas donde se estructura la intercomuna a partir de los ríos Ñuble, Cato, Chillán y Larqui, donde el sector valle Cato, se asocia a la vocación agrícola, el sector entre río Cato y río Chillán contiene la principal área urbana y conviven actividades urbanas, agrícola y silvícola y el sector ubicado entre el río Chillán y río Larqui que concentra la mayor parte de las plantaciones forestales.
En tanto, la alternativa denominada Corredor toma la estructura territorial en base al sistema de corredores encabezado por la ruta 5.