Crónica Chillán
Los desafíos que enfrentan los productores de frambuesas y la forma en que se han coordinado los esfuerzos para acompañarlos durante dos años, es lo que se dio a conocer ayer en la realización del seminario "Comercialización e innovación en alternativas de producción de frambuesas orgánicas", que marcó el fin del proyecto Nodo de Integración Tecnológica para optimizar la gestión de producción y comercialización de frambuesa orgánica, ejecutado por INIA con el financiamiento de Corfo, el comité de desarrollo productivo e INIA.
"Este proyecto nace y se proyecta como desarrollo en respuesta a los planteamientos de los productores, no nació de la inquietud de los centros tecnológicos. El objetivo de estos nodos es articular información técnica, comercial y de mercado, en respuesta a los principales problemas que nos planteaban y por eso durante dos años hemos estado trabajando con el objetivo de resolver estos aspectos: algunos técnicos, con especialistas INIA o recogiendo la experiencia de otros consultores, como en los temas de mercado, de agregación de valor o desarrollo de productos", indicó el director regional de INIA, Rodrigo Avilés, quien destacó que la idea es poder continuar en este esfuerzo de trabajo conjunto a través de nuevas propuestas.
Carolina Sánchez, ingeniero agrónomo de INIA que trabajó con los agricultores, destacó que los beneficiarios productores, de Pinto, Coihueco y Ñiquén, son 20 productores que manifestaron su necesidad de hacer frente a sus falencias técnicas. Con un rendimiento promedio de 7 toneladas, su objetivo fue mejorar la situación competitiva de los productores de frambuesas de la región, especialmente en aquellas comunas comprometidas, a través de la articulación de las redes de producción y comercialización y el aumento de los conocimientos técnicos para alcanzar la eficiencia productiva.
Para tal efecto, el primer año se realizó un diagnóstico de los agricultores a través del levantamiento de información, donde se pudo constatar que se trata de un rubro que fuertemente atomizado y con un alto número de pequeños productores, es que se plantearon distintas brechas productivas, donde destacan el origen y tipo de propagación de plantas, alternativas varietales, deficiente manejo agronómico en riego y fertilización, en manejo integrado de malezas, plagas y enfermedades, entre otros.
Además, una nula o baja interacción entre productores y la cadena de comercialización, lo que se ve reflejado en un desconocimiento sobre los requerimientos de los países de destino de la fruta, la dinámica de la fijación de precios y los diversos nichos de mercado a los que pudieran acceder, por ejemplo. Para dar respuesta a ello, se realizaron asistencias técnicas individuales y especializadas, donde se hicieron visitas a los agricultores en sus predios para abordar las distintas necesidades; también se realizaron talleres presenciales y seminarios, una gira técnica y actividades de difusión. Un primer seminario sentó las bases de los requerimientos para la producción de frambuesa orgánica y le siguió un taller sobre el control y manejo integrado de plagas.
En la misma fecha se inició la asistencia técnica orientada a fertilización de suelos y fertilización de plantas, calibración y mantención de equipos y propagación y trasplante de plantas. A eso siguieron otros talleres y jornadas de asistencia técnicas, sobre uso de mulch para control de maleza, riego, eficiencia del recurso hídrico, sistemas de riego presurizado, y sistemas de frecuencia de riego; monitoreo y control de enfermedades. También se inició el trabajo en la articulación comercial, con capacitación respecto de los aspectos tributarios, legales y normativos y un segundo seminario sobre mercado de la frambuesa orgánica.
El primer año además, permitió la realización de una gira técnica donde los productores entraron en interacción con el mercado de la fruta, visitas a la cooperativa Loncofrut en Loncoche y Cranberry Chile en Osorno.