Andrés Mass Olate
Mediante un comunicado de prensa, el Obispado de Chillán dio a conocer el resultado de la investigación preliminar que se llevó a cabo tras una denuncia recibida el pasado 16 de junio sobre un supuesto abuso sexual de menor y que apuntó al sacerdote Héctor Bravo, actual capellán de Ejército, del Colegio Padre Hurtado y párroco de San Pablo.
Luego de 47 días de investigación, el informe devela que "no fue posible llegar a la certeza moral acerca de la verosimilitud de los hechos denunciados", sin embargo, el obispo Carlos Pellegrin decidió suspenderlo de sus funciones.
Por lo anterior, se determinó en virtud de los protocolos existentes en la iglesia para estos casos, enviar los antecedentes a Roma, a la Congregación Para la Doctrina de la Fe, con la finalidad de que ésta determine los pasos a seguir.
Suspensión
A la espera de ello, y de los posibles antecedentes que puedan surgir de la investigación que lleva la Fiscalía local, se definieron algunas "medidas cautelares", la primera de las cuales considera la suspensión del sacerdote Héctor Bravo Merino de su oficio pastoral de Capellán del Colegio Seminario Padre Hurtado y del oficio de Presidente del Área Social del Obispado de Chillán.
Asimismo, se informó que "se le impone la fijación de residencia en la Diócesis, con la prohibición de salir de ella sin autorización. El ejercicio de su ministerio sacerdotal queda circunscrito solamente a los oficios que ya tenía como párroco de San Pablo y de administrador parroquial de San Francisco. Su desempeño será supervisado por el Vicario General, Pbro. Pedro Rodríguez".
La declaración señala además que ante la posibilidad de conocerse nuevos antecedentes, estas medidas podrán ser modificadas "según lo que establezca la Congregación para la Doctrina de la Fe".
Se precisó que el obispo Carlos Pellegrin con esta acción, reafirma su compromiso por encontrar la verdad y la justicia, "y reitera su llamado a quienes puedan aportar antecedentes en relación a éste u otro caso".
Cabe recordar que fue luego de un reportaje en un canal de televisión de cobertura nacional que el Obispado de Chillán recibió información sobre un supuesto abuso sexual de menores, el que habría sucedido mientras estaba a cargo de la capilla Divino Maestro en el año 2009.
Otras indagatorias
Si bien se iniciaron ambas investigaciones en fechas similares, la realizada por supuestos abusos sexuales en contra del sacerdote Renato Toro Medina, concluyó en este caso que los hechos eran verosímiles. De igual manera, los antecedentes de la indagatoria fueron enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma.
En el caso de Toro Medina, como medida cautelar, se mantiene la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal, iniciada con la investigación previa. Cabe recordar que no es la primera vez que Toro Medina vive un escenario similar. Lo anterior, ya que previamente cumplió una condena por el delito de abusos a menores, entre los años 2012 y 2015, y esta pena impuesta por la Congregación para la Doctrina de la Fe consideró la privación de todo contacto con niños, acompañamiento sicológico y supervisión permanente y fijación de residencia.
A las indagatorias llevadas a cabo por la iglesia se suman las que realiza el Ministerio Público contra los clérigos locales, las que según la recientemente asumida fiscal regional, Nayalet Mansillla, se traducen en cuatro carpetas investigativas que están abiertas actualmente; dos iniciadas por oficio e igual número producto de denuncias civiles.
Por otro lado, la fiscal Mansilla no descartó investigar y perseguir penalmente a posibles encubridores de abusos sexuales cometidos por religiosos.
Colegio no se refirió a sanción
Diario Crónica Chillán intentó contactarse con el sacerdote Héctor Bravo, sin embargo desde su círculo cercano informaron que éste no se referiría a la sanción que se le impuso, misma decisión tomaron desde el Colegio Seminario Padre Hurtado, donde Bravo es Capellán. En tanto, hoy el obispo Carlos Pellegrin anunciará la puesta en marcha del "Departamento de prevención, acogida y acompañamiento de abusos", que en los próximos días comenzará a atender a quienes hayan resultado ser víctimas de abusos de poder, conciencia o sexual por parte de algún miembro de la Iglesia.