Salario mínimo
Señor Director:Tras el rechazo, por parte de la oposición, a la propuesta de aumento del salario mínimo presentada por el gobierno no cabe más sino que evidenciar, una vez más, las clásicas prácticas de la vieja política en torno a la minucia del cálculo político, la falta de bien común e ideologismo. Basta con escuchar la demagogia populista de los parlamentarios que conforman la ex Nueva Mayoría, por ejemplo respecto a lo bajo del reajuste propuesto por el gobierno ($25.000 en cuatro años versos los $16.250 propuestos en el segundo mandato de Bachelet por parte de su administración), para entender que la vivencia y acción política de la izquierda se inspira en la idea de "el perro del hortelano": ese que si él no come, entonces impide que los demás accedan a poder comer.
Rodrigo Durán Guzmán.
Salario mínimo II
Señor Director:La oposición se llena la boca diciendo que son ellos quienes se preocupan por los más desfavorecidos. Veamos los hechos: el Gobierno de derecha propuso el alza al salario mínimo más alto de los últimos 17 años hasta 2020; y la oposición lo rechazó por la tecnicismo de la plurianualidad que ellos mismos habían aprobado, de hecho, en el anterior Gobierno de Michelle Bachelet. Cabe mencionar que la plurianualidad, entre otros beneficios, permite dar certezas a las micro, pequeñas y medianas empresas (que son las que efectivamente pagan el salario mínimo), por lo tanto, si se afecta a éstas, se afecta el empleo de millones de chilenos.
Con esta actitud que parece más estrategia política que preocupación por la ciudadanía, la izquierda, desde la ex Nueva Mayoría hasta el Frente Amplio, impidió que a alrededor de 300.000 trabajadores se les reajuste el salario mínimo en agosto, afectando directamente a las personas más vulnerables y con menor educación; además de rechazar un alza al salario mínimo de una magnitud que no se veía hace casi 20 años.
Parece que la oposición está más interesada en forzar al Gobierno a una negociación compleja en un año electoral para sacar ventaja política, que en mejorar la vida de los trabajadores chilenos.
Creo que queda claro quién está de parte de los más desfavorecidos.
Soledad Rodríguez, Economista.
Salario Mínimo III
Señor Director:En relación al rechazo de la oposición al aumento del salario mínimo, son muchas las explicaciones que dicho sector debe dar al país: por qué impidió que el ajuste comenzara a regir en agosto (ya no hay vuelta atrás) y por qué se opuso a un aumento programado de 25 mil pesos, entre otras explicaciones.
Pero, por sobre todo, la oposición debe fundamentar por qué está tan interesada en anclar la próxima discusión del salario mínimo con la elección municipal y de gobernadores regionales el año 2020. ¿Hay segundas intenciones en esto? Tal parece que, desde la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio, están más preocupados de hacerle zancadillas al gobierno que de mejorar la realidad de los trabajadores más vulnerables.
Francisca Herrera.
Estatuto laboral juvenil
Señor Director:El estatuto laboral juvenil significa un adiós a los derechos laborales como el fuero maternal y sindical, a indemnización por años de servicio y el descanso dominical. No queremos un contrato más barato, queremos políticas públicas eficientes. No podemos permitir que se precarice la dignidad laboral.
Tatiana Oliva.
El fallido APV Colectivo
Señor Director:La reforma previsional del año 2008 creó el APV colectivo, una interesante herramienta en donde empleadores y trabajadores podrían hacer un esfuerzo conjunto para mejorar las pensiones, con beneficios tributarios de por medio, etc.
A Marzo del 2018, casi 10 años después de creado el APV colectivo, sólo 89 empresas se acogieron a dicho mecanismo de ahorro conjunto, beneficiando a sólo 1.399 trabajadores.
Los datos anteriores muestran el bajo interés, tanto de empleadores y trabajadores, de buscar mecanismos conjuntos para mejorar las pensiones, pues acá no fallan solamente los empleadores, sino también los sindicatos y los mismos trabajadores.
Lo anterior también demuestra la necesidad aumentar la tasa de cotización mensual de manera obligatoria, pues cuando se entregan mecanismos de ahorro de manera voluntaria, simplemente no se aplican.
Solo felicitar a esas 89 empresas, en donde el APV colectivo fue una realidad.
Eduardo Jerez Sanhueza.