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El Rojo entró confundido a la cancha y salió derrotado

ÑUBLENSE. En un mal partido, los chillanejos cayeron por 2 a 1 ante Santiago Wanderers y se meten en el fondo de la tabla.
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Sinceramente, Ñublense no evoluciona futbolísticamente de la mano de Germán Cavalieri, técnico que ayer fue testigo a ras de cancha de la derrota de los chillanejos ante Wanderers por 2 a 1 en Valparaíso.

El nuevo entrenador llegó a Chillán y golpeó la mesa con una serie de cambios que pocos entendieron, pero que fueron respaldados producto de una victoria y un empate, aunque la deuda sigue estando en la generación de fútbol.

Considerando lo anterior, es normal que un entrenador que llega a un club retoque el once titular, sin embargo, Cavalieri parece estar exagerando, ya que ante los porteños arrancó el encuentro con dos jugadores en punta que hace rato no eran considerados como Xavier Santos y Karym Desfadur, quienes en rigor no fueron aporte. A lo anterior se suma que nuevamente Roberto Reyes es relegado inexplicablemente a la banca.

De esta manera Ñublense entró enredado al campo de juego, un once titular inédito que nunca se encontró en la cancha y que simplemente sucumbió ante un equipo que muestra un alza evidente y que contó con un apoyo aplaudible en las tribunas.

En lo netamente deportivo, en el primer tiempo el partido fue más bien opaco, con un Ñublense que prácticamente no incómodo al portero local, mientras que Wanderers mostró tenencia de balón y paciencia para penetrar en el área de los Diablos Rojos. Si bien la paridad en la primera mitad parecía sentenciada, en el minuto 45 Enzo Gutiérrez anotó el uno a cero en favor de los porteños a través de un lanzamiento penal.

En el complemento la situación no cambió, Ñublense estuvo lejos de mostrar una reacción y una actitud distinta para lograr el empate y fue así como llegó el segundo de los locales, nuevamente Gutiérrez para el local anotó a través de un tiro de distancia.

Tras la conversión el partido terminó como expresión de lucha. El gol de Alejandro Fiorina sólo hizo que el marcador fuera más decoroso.

A pesar del cambio de técnico, Ñublense no logra sacudirse de la modorra, independiente que en las dos fechas anteriores haya sumado, siempre existe un tremendo manto de duda con respecto a la real respuesta futbolística de un equipo que está gastado, que no tiene grandes figuras y que para peor parte de ellas se quedan en la banca, simplemente por que el técnico busca en otros elementos aspectos que no tienen.

Por lo menos en este partido, Cavalieri se equivocó en la elección del once titular.

Más allá del mal encuentro de los chillanejos, lo más preocupante es que el equipo se mete en el fondo de la tabla y si bien tiene 27 puntos, cinco más que el colista San Marcos de Arica, nuevamente bajó una posición en la tabla y ya mira la liguilla a seis unidades de distancia.

Ante esa escasa posibilidad de optar a la pos temporada la pregunta es si existe o no fútbol para llegar a dicha instancia. La respuesta parece ser que no.

El próximo fin de semana se suspende el campeonato de la Primera B por las fiestas patrias y luego Ñublense será local ante Barnechea.

lugar 12°

marcha Ñublense con 27 puntos: a seis unidades de la liguilla y a cinco del colista. 23

Nuevamente el lamento fue diablo

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Nuevamente los jugadores de Ñublense abandonaron el camarín con la amargura de la derrota.

Ahora la escena se repitió en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, donde fueron derrotados por 2 a 1 ante Santiago Wanderers y aunque algunos jugadores expresaron que existe un alza es el resultado el que manda.

"Teníamos un partido controlado, creo que el penal al final del primer tiempo nos jugó en contra, después hicimos cosas bien, pero tenemos que seguir mejorando", dijo Octavio Pozo.

"Hasta el penal estábamos haciendo un buen partido, aunque ellos nos tenían bastante la pelota, tuvimos algunas situaciones y los complicamos bastante, pero el penal cambió lo que habíamos trabajado en la semana", reiteró el volante.

El portero Sebastián Contreras aportó su visión. "Nos vamos con un gusto amargo, a nadie le gusta perder, sabíamos que iba a ser un partido difícil y no pudimos sobrepasar a Wanderers en ninguna línea, fueron superiores a nosotros".

Michael Silva expresó una opinión similar a la de sus compañeros.

"Si quieres un culpable, se llama Germán Cavalieri"

ÑUBLENSE. Entrenador se mostró reticente a la autocrítica tras la derrota.
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Germán Cavalieri tomó un equipo que ya estaba formado, al cual no le pudo incrustar jugadores de su paladar futbolístico y como tal no es necesariamente el responsable de la dinámica y nivel del plantel.

Sin embargo, ante Wanderers envió a la cancha a jugadores que están por debajo de la media de un equipo que precisamente no es una lumbrera.

Es por ello que al ser consultado sobre su responsabilidad sobre el once titular, se mostró bastante reticente e incluso molesto a la hora de ser consultado por un grado de autocrítica. "A mí me contrataron para armar un equipo, yo elijo los once y cada lunes los jugadores empiezan de cero y si elegí este equipo es porque consideré que era el mejor, cuando el equipo pierde el responsable es el entrenador si quieres un culpable se llama Germán Cavalieri".

Se lo insistió al entrenador sobre la ausencia de jugadores como Roberto Reyes e Emiliano Pedreira que eran titulares habituales y en pocas palabras expresó que "estoy muy contento con el trabajo de cada uno, no veo fantasmas donde no los hay".

Sobre el partido el entrenador evaluó que la derrota pasó por jugadas puntuales y no necesariamente por el bajo nivel que mostró Ñublense. "Fue un partido que se definió por detalles, Wanderers aprovechó los pequeños detalles o las desconcentraciones y cuando juegas contra un rival que tiene jerarquía y cometes errores es difícil".

"El partido estaba controlado y cuando estábamos pensando en opciones para tener un poco más la pelota nos hacen el segundo gol y nos modifica la planificación del partido", sentenció el entrenador argentino que suma un victoria, un empate y una derrota con Ñublense.

Ahora Cavalieri tendrá dos semanas para reestructurar el equipo.