Hitos del patrimonio cultural de Ñuble que han sucumbido ante la historia
REGIÓN. Según la historiadora Alicia Romero, la pobreza en la ex provincia propició la falta de monumentos más allá de los conmemorativos a militares.
Poco más de un año alcanzó a durar el mural "Principio y Fin" del artista chileno Julio Escámez en el Salón de Honor de la Municipalidad de Chillán. El motivo de la desaparición de la obra no tuvo que ver con que se haya extraviado, eso habría sido imposible, sino que luego del Golpe de Estado el mensaje que este emitía no fue del gusto de los militares, quienes a punta de picota lo destruyeron, pero sin borrarlo de la memoria.
"No estuve en Chillán para la destrucción del mural. Según me han relatado testigos locales de la época, primero ordenaron pintarlo con alquitrán, pero enterados que los murales se recubren con acrílicos que les protegen, ordenaron finalmente demolerlo a golpe de picota", cuenta Eduardo Contreras, ex alcalde de Chillán en el periodo del 71 al 73 y quien contactó a Escámez para que realizara la obra que hoy sólo se puede contemplar a través de esta fotografía o en un boceto preliminar que se encuentra en la Casa del Arte de la Universidad de Concepción.
Pero este no ha sido el único hito del patrimonio cultural de Ñuble que ha pasado a la historia por la condición humana. Marcial Pedreros, presidente de la Corporación Histórica y Cultural Bernardo O'Higgins de Chillán Viejo, ejemplifica con un hecho más contemporáneo y en el cual tuvo directa participación.
"En 2010 instalamos simultáneamente dos monolitos fundacionales de la ciudad de Chillán. Primero fue en el sector de Ángel Parra, en la parte del bajo; y el segundo fue unas cuadras más al centro, por la misma calle. Lamentablemente esos monolitos desaparecieron. Los sacaron, los destruyeron. Eso demuestra la falta de cultura, la falta de aprecio por la tierra misma", indica el historiador sobre el paradero desconocido que tienen los hitos que su corporación junto a la Municipalidad de Chillán Viejo instalaron para colaborar con la historia de Ñuble.
Sobre los hechos que conmemoraban los monolitos extraviados, Pedreros cuenta que "el primero decía: 'en este sitio fue fundada la ciudad de San Bartolomé de Chillán el 26 de junio de 1580'; el segundo decía: 'Aquí el gobernador Ángel Peredo dio curso a la segunda fundación de Chillán en 1662'".
Alicia Romero, historiadora chillaneja que actualmente reside en Santiago, explica que los motivos tras la carencia de patrimonio cultural físico de Ñuble se deben, en gran parte, al terremoto de 1939.
"Todo es post terremoto. Son muy pocos los hitos o piezas de arte que hayan sido de antes y perduren hasta hoy", comenta Romero y menciona algunas que aún sobreviven.
"Chillán era bien pobre de hitos, pero así y todo en la Plaza de Armas, frente al Gran Hotel más o menos, hay una placa que conmemora el inicio de la provincia de Ñuble, pero esa fue colocada aproximadamente en el 2000, o sea muy posterior", cuenta.
En el resto de la ex provincia, cuenta Alicia Romero, la situación era incluso peor.
"La pobreza era bastante grande en cuanto a eso en estas ciudades. Lo único que fueron colocando en las plazas fueron o bustos de Arturo Prat o bustos de Bernardo O'Higgins. Y en el caso de Coihueco colocaron uno del comandante San Martín", señala la historiadora.
Zona Típica
Alicia Romero también es parte de la iniciativa ciudadana que busca declarar parte del interior de las cuatro avenida de Chillán como Zona Típica.
"Hay que cuidar, por lo menos, desde las cuatro plazas hacia adentro (…) Ese radio interno creo que lo tenemos que cuidar con una arquitectura de cierta altura y que siga siendo la ciudad amable con los visitantes y habitantes", finalizó preocupada por el patrimonio arquitectónico de Chillán.
Principio del Fin
"Julio trabajó más de dos años su obra con pasión y entusiasmo. Vivió en pensiones y en casas de amigos, pero finalmente terminó por acomodar un colchón en el piso y vivió al pie de su trabajo (...) La comunidad chillaneja, salvo claro los dinosaurios de siempre, no sólo apreciaron y valoraron el proceso, sino que participaron, se integraron. No olvidemos que en esos años la sede chillaneja de la U. de Chile era un hervidero cultural, social", relató el ex alcalde Contreras.