Tedeum sin sustancia
Señor Director:Con gusto a poco, sin sustancia, sin dolor, débil fue el tenor de la homilía del Tedeum emitida por el monje benedictino Benito Rodríguez en cuanto al "Mea culpa" personal y general de la Iglesia Católica chilena por los ya innumerables abusos sexuales acometidos por curas a menores y adultos en últimos años y que a raíz de las investigaciones y denuncias fueron encubiertos por la propia jerarquía de la iglesia local, lo que a la fecha ya le ha costado la expulsión del sacerdocio, a un verdadero ícono de la defensa de los DD. HH. y a otros estar a la espera de las decisiones del papa Francisco y de la justicia terrenal.
Sí, porque para nadie es un misterio que la actual crisis de la Iglesia Católica, tanto en el plano mundial y en especial en el local, es como lo dicen los expertos, la más grande desde que el qué murió crucificado en el Gólgota pensó en fundarla. Nada se compara, con lo visto, porque la infección hoy está en el ADN de la Iglesia Católica, en todos los santos principios que la sostenían y que le daban el sustento de existir y que fueron socavados en su forma y en el fondo por sus propios miembros, sin ningún miramiento.
Si toda esta insostenible lacra no ameritaba una homilía potente, certera, profunda y todos los sinónimos que correspondan, obviando las solicitudes de perdón y evitando subir al "carro de los abusadores con sotana" otros problemas, como el trato a los inmigrantes por parte de la sociedad chilena -nada que ver, una cosa con la otra, una típica cortina de humo-, la Iglesia Católica chilena quedó en deuda, la homilía no fue acorde, consistente y dura como lo ameritaban los graves abusos del clero a nuestros jóvenes y niños en los últimos años, que la tiene sumida en una profunda crisis a todo nivel.
Tal vez antes de escribir el texto de la homilía, el sacerdote benedictino Benito Rodríguez debió preguntarse: ¿Qué habría dicho Cristo puesto en mi lugar y sabiendo todo lo que ha pasado?, parafraseando la pregunta que nos dejó el papa Francisco en su pasada visita.
Luis Enrique Soler Milla.
40 años de la crisis del Beagle
Señor Director:El 20 de septiembre de 1978 comenzaba el despliegue escalonado, pero total, de nuestros soldados, aviadores, infantes de marina y marinos, a distintos rincones de nuestra frontera ante la inminente guerra con Argentina a causa de su desconocimiento del resultado del laudo arbitral de 1977.
Hace 40 años miles de soldados comenzaron a escarbar las trincheras a lo largo de la frontera, agujeros que los albergarían durante meses.
Desde Putre a la Antártica chilena se comenzaban a tomar las medidas, algunos no bajarían hasta navidad otros hasta año nuevo, parecía que "la suerte estaba echada", un 20 de septiembre comenzó el despliegue ante una guerra que gracias a Dios no se dio.
Como sostiene el profesor Francisco Sánchez, en diversas conferencias "la disuasión de nuestras Fuerzas Armadas fue un elemento que permitió que Argentina aceptara la mediación papal".
Hugo Ramos, Cientista Político.
20 de septiembre
Señor Director:Aún las fiestas patrias vibran en el corazón pero para muchos la vuelta a la realidad es motivo también de alegría.
Pues es precisamente lo que permitió nuestra independencia y la República lo que nos permite trabajar y vivir en libertad.
Claramente no somos una sociedad perfecta, las fiestas eso también lo han mostrado, pero los valores y principios que sostienen a nuestra República nos permite utilizar nuestras capacidades para lograr nuestra felicidad.
Debemos estar orgullosos de nuestra historia, como también tener fe en el futuro de libertad y progreso que podemos forjar.
Francisco Sánchez, historiador.
Una realidad compleja
Señor Director:Es muy probable que ningún sistema de gobierno en su totalidad, ni de derecha ni de izquierda tenga o sea poseedor de la receta perfecta para gobernar una sociedad, por lo que obviamente es absolutamente inválido que una determinada ideología se identifique o se crea poseedora de la representación de los DD.HH.
Los ejemplos sobran. En todo orden de cosas y en el sensible tema de las violaciones a los DD.HH., en el gobierno anterior al militar y en éste mismo, sus orígenes, contexto, causas, consecuencias, además los crímenes llamados de lesa humanidad, y en donde hoy se esgrimen visiones contrapuestas.
Solo una mirada madura, responsable, aceptando errores, una mirada amplia, transversal y objetiva será la única forma de alcanzar el ansiado reencuentro; de lo contrario daremos tumbos y por muchos años.
José Manuel Caerols Silva.