En resumen
-Mi abuelo tenía una fábrica de pantuflas en Francia. Cuando murió, tuvieron que desocupar su casa para venderla y entre las cosas que encontraron apareció esta cámara que fue usada para fotografiar zapatos. Estaba muy nueva a pesar de ser muy vieja. Mi tío me preguntó: '¿la quieres?' Y yo no podía estar mas feliz. Tuve que hacerle muy pocos arreglos y funciona de maravilla. Trabajar con esta cámara ha sido un regalo del destino. Es como hacer magia.
Arno Brignon es un fotógrafo de Toulouse que vino a hacer una residencia en la Unión Obrera de Valparaíso, invitado por el Festival Internacional de Valparaíso, FIFV. Brignon se enfoca en la imagen documental, retratando los márgenes de la realidad.
-¿Qué haces en la Unión Obrera?
-Vine a vivir a este lugar para comprender lo que significa esta comunidad fundada el año 1898 con todo su tejido de relaciones, su vida cotidiana, sus luces, sus sombras. Vivo con una familia local, almuerzo con ellos, espero que llegue la noche con ellos y entretanto, hago fotos a los vecinos y a las personas de los alrededores. Hicimos un taller de fotografía con cámara estenopieca. Los niños salieron a la esquina a tomar fotografías con tarros pintados de negro por dentro. Los revelamos juntos en la bodega.
-¿Por qué la gente de tus fotos no sonríe?
-Me inspiro en las fotos antiguas, esas donde la gente debía estar quieta por varios minutos para que no saliera movida la foto. Tiene que ver con que las cámaras necesitan un tiempo de exposición y es muy antinatural sonreír sin mover los músculos de la cara. Las personas ahora tienden a sonreír siempre, aunque no se sientan felices. Yo les pido que no sonrían, que se paren frente al lente tal como son. Hay personas que no es necesario pedirles eso, porque no sonríen nunca.
En el edificio patrimonial de la unión obrera en valparaíso viven más de 30 familias.
3 preguntas
-¿De dónde sacaste la cámara que usas ?
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