El Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció anoche el envío de un proyecto de ley que busca reformar el actual sistema de pensiones y cuyos ejes principales estarán en un aumento gradual de hasta un 4,2% en la cotización obligatoria a cuenta del empleador, para llegar así a un 14,2%; la creación de un seguro de dependencia, el aumento de la competencia en la administración de los fondos y el incremento de la pensión máxima con aportes solidarios.
De esta forma el gobierno se hace cargo no sólo de un compromiso planteado durante la pasada campaña presidencial, sino también de una creciente demanda de la ciudadanía que se ha generado debido a los bajos montos que han comenzado a percibir aquellos primeros jubilados con el actual sistema de AFP, creado en la década del ochenta.
Cabe recordar que durante la pasada administración Bachelet se enviaron para su discusión en el Congreso tres proyectos de ley para reformar el sistema previsional chileno, que contemplaban el aumento en un 5% de las cotizaciones con cargo al empleador, un 2% que iría a un Fondo de Ahorro Colectivo que sería administrado por un ente autónomo denominado Consejo de Ahorro Colectivo, aumentando la competencia de las administradoras y la transparencia del sistema. Estos proyectos finalmente no fueron aprobados en la Cámara de Diputados.
Recientemente, el ministro del Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, reconoció que el proyecto que se enviaría el próximo 5 de noviembre recoge aspectos de su antecesor, pero modifica varios puntos en el ámbito de la solidaridad del sistema. En efecto, ya no se considera la figura de un ente público y autónomo, sino que se permitirá que ingresen a competir con las AFP tanto las compañías aseguradoras, como las cajas de compensación y las Administradoras Generales de Fondos (AGF), entre las cuales la que administra más Aportes Previsionales Voluntarios en la actualidad es la AGF perteneciente a BancoEstado.
El proyecto buscará además hacerse cargo del déficit del actual sistema, abordando las lagunas previsionales a través de un seguro y creará incentivos para aplazar la edad de jubilación, que es precisamente uno de los planteamientos de la Asociación de AFPs. A través de esta mayor competencia en el mercado de administración de fondos se aborda una de las principales críticas a las enormes utilidades que obtienen las AFP y que sólo en el último año alcanzó un 12%, mientras que cuando los fondos caen quienes pierden son los cotizantes.
Desde las propias AFP, junto con criticar el no haber sido considerados para debatir el proyecto antes de su envío, consideran insuficiente el aumento de las cotizaciones frente al 19% que hoy cotiza cada afiliado en los países de la OCDE. No obstante, la iniciativa constituye un avance y a la vez elimina un elemento que era considerado de distorsión y desconfianza entre los cotizantes, como era un ente público administrando los dineros de todos los chilenos.