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Parlamentarios de Ñuble suman fuerzas para concretar pronto el embalse Punilla

POLÍTICA. Los legisladores manifestaron la importancia de comenzar pronto la construcción de esta mega obra.
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Positivos fueron los encuentros que mantuvieron parlamentarios de nuestra región con representante de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble. Durante las reuniones sostenidas con el senador Víctor Pérez y los diputados Carlos Abel Jarpa y Gustavo Sanhueza, los regantes quedaron satisfechos por la voluntad demostrada por las autoridades, quienes destacaron la importancia de sacar adelante la gran obra de la región de Ñuble, el embalse La Punilla.

"Lo más importantes es buscar todos los mecanismos, para superar las dificultades que tenga la construcción una obra de estas dimensiones. En ese sentido estaré siempre atento y dispuesto a buscar los mecanismos de diálogo para solucionar los problemas, sin mayores dificultades, que permitan la construcción de este embalse que es tan importante para el crecimiento y desarrollo de Ñuble, región que queremos transformar en potencia agroalimentaria", sentenció el diputado Jarpa.

Gustavo Sanhueza añadió que "sentimos que hay un apoyo muy fuerte por parte del gobierno, que está empeñado en que el embalse La Punilla se concrete lo antes posible. Para eso, se requiere realizar algunas gestiones en el MOP, que comprometimos con la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, para que ojalá la construcción del embalse comience en enero". El legislador, agregó que "esta obra será emblemática en los inicios de la región de Ñuble, un proyecto que cuenta con el total respaldo del Presidente Sebastián Piñera y que mejorará sustancialmente la productividad agrícola en nuestra zona".

En la misma línea, el senador Víctor Pérez, demostró su apoyo y recalcó la importancia del embalse La Punilla para el óptimo desarrollo agrícola, asegurando y aumentando el riego a más de 60.000 hectáreas de las comunas de San Carlos, Chillán, Ñiquén, San Nicolás, Coihueco y, potencialmente, San Fabián de Alico.

El parlamentario dejó en evidencia su compromiso por sacar adelante el proyecto y comprometió el apoyo de parte del gobierno local para trabajar de forma coordinada con los actores involucrados y así dar el impulso necesario para ejecutar la obra que sin duda llevará al crecimiento de la Región de Ñuble.

"La Región de Ñuble contará con un gran embalse, que contribuirá de manera significativa a transformar la actividad económica de nuestra zona en una potencia agroalimentaria, con todos los beneficios sociales que implica una obra de esta envergadura. La voluntad política de las autoridades, de los parlamentarios, confirma la importancia estratégica de este embalse para el desarrollo de la región", precisó Margarita Letelier.

Los encuentros, continuarán durante los próximos días con los demás parlamentarios de Ñuble y apuntan a unir fuerzas para concretar, según lo comprometido por el gobierno, esta obra para la región.

Viña de Neira destaca su aspecto

ITATA. Profesor emérito de la UdeC y botánico experto, Roberto Rodríguez, certificó la presencia del Huillipatagua, árbol en amenaza de extinción que en promedio poseen 400 años.
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No hay duda que los vinos patrimoniales del Valle del Itata cada día se están posicionando más y mejor dentro del rubro del vino nacional e internacional. Vinos naturales, parras ancestrales con más de 200 años y en un valle de 400 años de historia vitivinícola tradicional, donde uno de sus ejes es precisamente preservar una producción artesanal .

Que cepas originarias del Itata, como la País, y otras variedades como la Moscatel de Alejandría, la Cinsault, Cabernet Sauvignon o Chardonnay, por citar algunos ejemplos, estén marcando altísimos puntajes a través de la elaboración de vinos secos y espumantes, tampoco es un secreto.

Pero lo que se sabe poco es que detrás de estas vides, también existe otro tesoro natural: un terroir o entorno cuya naturaleza también determina la evolución de las viñas. Y además se presenta como un valor agregado en esta nueva era de la pequeña y mediana industria de vinos patrimoniales del Valle del Itata. Es el bosque nativo, de flora y fauna, de un paisaje único para una zona vitícola del centro sur de Chile, y que según los expertos podría ser reconocida como la Nueva Toscana de América Latina, y por qué no, una eventual zona patrimonio cultural de la Unesco.

Y donde se está desarrollando esta propuesta vitivinícola adosado a la preservación de un entorno natural es en la Viña de Neira, localizada en Guarilihue Alto, Valle del Itata.

Roberto Rodríguez Ríos es un botánico, pteridólogo, y profesor emérito de la Universidad de Concepción, quien ha desarrollado sus actividades académicas en el Departamento de Botánica, de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas. Al respecto, señaló que "es difícil describir el paisaje original de la Cordillera de la Costa comprendida entre el río Itata y el río Biobío, porque no hay antecedentes escritos que lo confirmen, solamente hay pasajes del poema épico de Alonso de Ercilla que aluden a los bosques cercanos a los poblados que visitó".

Vigoroso

Según el experto, el naturalista Juan Ignacio Molina en 1782 dice que "el terreno chileno presenta la vegetación más vigorosa y abundante. Las llanuras, los valles y casi todas las alturas se ven revestidas de árboles bellísimos, que en su mayoría jamás pierden el verdor de las hojas".

"Para tener una idea más científica de los bosques en tiempos pasados se puede recurrir a la obra 'Relación histórica del viage', que hizo a los reínos de Perú y Chile el botánico D. Hipólito Ruiz en el año 1777 hasta el de 1788", en cuya época regresó a Madrid, donde describe su excursión de Concepción a Culenco herborizando una gran cantidad de plantas y dando a conocer el estado del uso de la tierra en las distintas haciendas que visitó. Por lo que se supone que antes había un bosque más o menos continuo en toda la meseta entre los ríos Itata y Biobío", explicó Rodríguez.

Al respecto, indicó que este ecosistema se clasifica como el Bosque Caducifolio de Concepción que se extiende por las laderas bajas y medias de la Cordillera de la Costa en la Región del Biobío, presentando una fase húmeda hacia la vertiente oceánica y una fase seca hacia el oriente. Actualmente está representado por algunos fragmentos relictos en quebradas o en los cerros más altos, como, por ejemplo en el Cerro Cayumanque.

Sin embargo, señala, que en este contexto, los bosques nativos han sido reemplazados por diversos cultivos: cereales, viñas, plantaciones de pinos y eucaliptos, que han cambiado drásticamente el ecosistema natural durante el transcurso de los siglos.

"Es interesante destacar la preocupación de Viña de Neira por conservar estos bosques relictos que dan testimonio de la riqueza florística que existió en el país, y guardan tesoros de plantas endémicas y algunas en estado crítico de conservación. Este ejemplo se debe repetir en sitios donde aún quedan restos de bosque nativo y en lugares donde exista la posibilidad de replantar se puede proyectar una restauración con esta flora", hizo hincapié el doctor y profesor emérito de la UdeC.

Especies

Entre las especies a destacar en este valle vitivinícola patrimonial, el profesor Rodríguez consigna para el caso de los árboles, se puede encontrar el Huillipatagua, Hualle, Olivillo, Peumo, Boldo; en el caso de los arbustos se encuentran el Michay, Calafate, Mayu; en las trepadoras está el Copihue, Parrilla Blanca, Cóguil; como parasito está el Quintral; y dentro de las hierbas encontramos orquídeas, alstroemerias, Flor de la Araña, Costilla de Vaca, Arriquilquil, Hierba del Lagarto (helecho epífito).

Felipe Neira González, gerente general de la Viña de Neira, a propósito de la visita del profesor emérito y de otros profesionales del ámbito de la veterinaria, geólogos e ingenieros forestales, aseguró que lo que se está incubando en el Itata es un concepto que trasciende la industria vitivinícola. Que es hora de hablar del ecoenoturismo.

Pero aparte de eso, en el caso de las aves, Neira aseguró que en la Viña se ha determinado la presencia de 51 especies de aves que representan por los menos el 20% de aves que existen en Chile, entre ellos el Chincol (Zonotrichia capensis), la Diuca (Diuca diuca), Loica Común (Sturnella loyca), Peuco (Parabuteo unicinctus), Rayadito (Aphrastura spinicauda), Picaflor Chileno (Sephanoides sephanoides), Picaflor Gigante (Patagona gigas), Buho patagon.


nativo y la presencia de aves

especies 51