Al iniciar el tiempo de vacaciones comienza una nueva rutina en casa, los niños comienzan a impacientarse, a decir que están aburridos y a preguntar a los padres cuando saldrán de vacaciones, a la par del ajetreo de fin de año, se une al estrés de preparar la Navidad y comprar los regalos que aún faltan.
Una de las grandes estrategias ocupadas en aula es la organización y hábitos de rutina, sobre todo en los estudiantes más pequeños, que permiten estar entretenidos y aprendiendo al mismo tiempo.
El hábito de la rutina es un andamiaje didáctico que ayuda a organizar los tiempos, nos da estructura, anticipación y orden de cómo queremos ocuparlo.
Tal vez hacer una lista de las cosas que los niños/as quieren hacer este verano que comienza: jugar a las visitas puede ser algo muy entretenido, visitar familiares (abuelos) o amigos, hacer las compras del supermercado y que ellos puedan escribir la lista y ver lo que falta en la despensa, preparar un menú de almuerzos. Elegir un cuento para leer cada noche. Participar de alguna actividad cultural, conciertos, galería de pinturas, visitar un zoológico, buscar en el mapa la ciudad o país que visitaremos, etc. Enseñar el mundo a través de distintas actividades enriquece el aspecto cultural y ciudadano en formación.
El abuso de la tecnología (televisión, celulares, videojuegos, tablet, etc.) es una actividad que cuenta con los 3 sellos, alta en revoluciones, alta en adicciones y alta en contenidos inadecuados, para niños que aún están en proceso de crecimiento y desarrollo cognitivo.
Establecer horarios para levantarse, tomar desayuno en la mesa y sin televisión, almorzar en familia y compartir la merienda de la tarde con amigos.
El desarrollo de habilidades sociales y asertivas permite una adecuada socialización.
Promover espacios al aire libre, jugar, andar en bicicleta, nadar, caminar, salir a pasear, son actividades que ayudan a incorporar en la memoria recuerdos que serán parte de una niñez feliz y saludable, así como el desarrollo motor.
Mantener la disciplina, la perseverancia y los hábitos de la rutina son actitudes que nos ayudarán a conformar una vida ordenada y que garantiza cualquier desafío a sortear, así como la reincorporación y proceso de adaptación a la jornada escolar del año siguiente.
Vivian Valdés Olmos
Psicóloga Educacional Colegio Seminario PH.
Obispado de Chillán