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Gobierno Regional cambia al equipo de la Zona de Rezago

VALLE DEL ITATA. A partir de 2019, el programa pasa a ser administrado por la Región de Ñuble.
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Desarrollar la mayor cantidad de inversión pública en las comunas que forman parte del programa Zona de Rezago, atendiendo las necesidades más urgentes de cada una, es el principal objetivo que tendrá el nuevo equipo a cargo de desarrollar esta política pública en la Región de Ñuble. Son cuatro profesionales, de los cuales tres de ellos se integran en enero de este año.

Se trata de Petrona Ortiz, Técnico Agrícola con más de 30 años de experiencia profesional en el zona y un amplio conocimiento del territorio; Daniel Arriagada, Trabajador Social, con ocho años de ejercicio donde destaca la labor con la comunidad en cargos de entidades públicas, y Juan Enrique Muñoz, Técnico Agrícola con amplia trayectoria en cultivos orgánicos y asesoría técnica a pequeños y medianos agricultores. Asimismo, el abogado Raúl Martínez es el único integrante que tendrá continuidad al manejar los procesos legales que lleva a cabo el programa. Martínez cuenta con un doble magister en Derecho y Derecho Penal, además de experiencia laboral junto a organizaciones sociales.

En este sentido, el jefe de la División de Presupuesto e Inversión Regional, Luis Miguel Quezada, expresó que "como Gobierno Regional estamos comprometidos con el desarrollo de este programa que permitirá generar mayores oportunidades a las comunas. Se viene un año con grandes desafíos, trabajando de la mano con los municipios, para ejecutar los proyectos en carpeta y priorizar las iniciativas de mayor urgencia, así como también identificar aquellas que formarán parte del nuevo Plan Trienal de la Zona de Rezago".

Asimismo, tuvo palabras para los profesionales que hasta la fecha cumplían con ejecutar el programa en el territorio. "Agradecemos enormemente su trabajo y compromiso durante el tiempo que nos acompañaron. Su labor fue fundamental para gestionar las propuestas con los municipios y levantar proyectos que podrán comenzar a ejecutarse en 2019", dijo.

Recordemos que el Valle del Itata fue declarado Zona de Rezago en 2015 e involucra nueve comunas de las tres provincias de Ñuble: Quillón (Diguillín), San Nicolás (Punilla) y Trehuaco, Ránquil, Coelemu, Cobquecura, Ninhue, Quirihue y Portezuelo, todas pertenecientes a Itata.

Hasta el 31 de diciembre los profesionales que ejecutaban este programa dependían del Gobierno Regional de Biobío, pero a partir de 2019, será Ñuble quien dará continuidad a la Zona de Rezago, mediante un traspaso planificado en la ley 21.033, que crea la Región de Ñuble, y le da autonomía para su propia gestión.

En detalle

Valle del Itata fue declarado Zona de Rezago en 2015 e involucra nueve comunas de las tres provincias de Ñuble.

Separación: Hasta el 31 de diciembre los profesionales que ejecutaban este programa dependían del Gobierno Regional de Biobío.

Autonomía: Ñuble dará continuidad a la Zona de Rezago, mediante un traspaso planificado en la ley 21.033.

Surge la esperanza para pobladores del campamento "Eucalipto"

ERRADICACIÓN. Después de 40 años por fin estos pobladores fueron catastrados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, por ello crecen las posibilidades de solucion definitiva.
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Álvaro Alarcón

A raíz del catastro que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo entregó fue que salió a la luz la existencia del campamento Eucalipto, el asentamiento ubicado en la avenida Paul Harris, al costado norte de la Universidad de Concepción, lugar donde 14 familias han vivido por más de 40 años.

Por lo tanto, desde hoy se hace factible que estas familias puedan tener una solución definitiva a sus demandas, razón por la cual el seremi de Vivienda y Urbanismo, Carlos Urrestarazu, detalló que "son el único campamento de la ciudad (de Chillán) y por lo tanto desde ahora se puede realizar un trabajo más especifico con la finalidad de que puedan acceder lo más rápido posible a un plan habitacional". La información fue entregada por el seremi en el mismo emplazamiento precario.

Por ahora la premisa es darle soluciones a las dificultades diarias como agua potable, la cual es recepcionada por las familias una vez a la semana, y tampoco cuentan con electricidad y para sus necesidades cuentan con pozos sépticos.

La esperanza

"Una gran alegría es la que sentimos, ya que por fin se abre la esperanza de una casa digna. Es por ello que no quiero olvidarme de todos aquellos que han contribuido para que pueda ser posible, autoridades y sobre todo Techo Chile, que estuvieron con nosotros brindándonos todo su apoyo", fueron las primeras expresiones que María Quiroz, presidenta del Campamento Eucalipto, exteriorizó cuando se enteró de la buena noticia. Por lo mismo es que todas aquellas pobladoras que asistieron al encuentro con la autoridad mostraron su esperanza por un mejor vivir. "Aunque tengamos que esperar 40 años más, este día será inolvidable por que se nos abre la ilusión de nuestra casa propia".

Vivir en un Campamento

A diferencia de otros campamentos, "Eucalipto" tiene dos particularidades. Primero, que lo habitan 14 personas, en su mayoría adultos mayores, y lo segundo es que han vivido insertos en una de las zonas de mayor plusvalía de Chillán, claro está que sin agua potable, luz eléctrica, sin baños y sobre todo solos. Yolanda Ortiz es una de esas mujeres que vive hace aproximadamente 40 años ahí y se fue quedando sola pues los hijos la abandonaron, por lo mismo ella recalca que "mi familia es este grupo de mujeres, especialmente la señora María que desde hace mucho tiempo ha estado apoyándome, ya que muchas veces ni siquiera he tenido para comer". Esa precariedad es común en todos aquellos que componen este asentamiento.

Por su parte, la presidenta del campamento trabaja haciendo aseo y cuidando niños, recibiendo $ 10 mil por día trabajado. Por lo mismo, enfatiza que "con eso tengo que vivir y juntar para mi casa". Sin embargo, llama la atención que pese a los problemas que vive, la solidaridad está presente aquí de manera tal que para la Navidad la gente que no tenía qué cenar fue invitada por aquella que si tenía para comer ese día; la idea, dice la señora María, es que "aquellos que están más desvalidos no sientan eso, por ello es que tratamos de ayudarnos entre todos porque esa es la única manera de salir de esta situación", cuenta.

Están conscientes que salir de la pobreza es una tarea a largo plazo, más aún con las dificultades que enfrentan. Según María, "aquí la gente en general vivimos con bastante esfuerzo, puesto que hay vecinos que por su edad avanzada viven enfermos y su bajas pensiones no les alcanza para cubrir sus enfermedades". Esta visión es compartida por la señora Yolanda, quien reafirma lo expuesto por su vecina y agrega que muchos de ellos han sido abandonados por sus familiares. "Esa es una tristeza muy grande, porque uno se va poniendo viejo y necesita de sus seres queridos, pero ellos ya no están", dijo Yolanda.

Hacerlos visibles

El desarrollo económico en el país aún no es percibido por todos los sectores de la población. Así queda en evidencia con los resultados de la estadística oficial más reciente sobre campamentos, que muestran un preocupante aumento en los últimos siete años.

El incremento queda en evidencia al comparar los resultados arrojados en 2011 con los que se revelaron la última semana del 2018 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), al dar a conocer el Catastro Nacional de Campamentos 2018. Si hace siete años se registraban 657 campamentos, habitados por un total de 27.378 familias, en la actualidad existen 822, con 46.423 hogares. Esto implica un aumento de 165 agrupaciones de viviendas irregulares, equivalente a 25% más que cuando se realizó el catastro anterior.

"Los campamentos son un tremendo drama que viven miles de familias a lo largo de la región, especialmente en las zonas aledañas a las grandes ciudades, por lo cual es necesario que esta situación de precariedad sea visibilizada para que se le pueda dar una solución digna a estos pobladores", mencionó el seremi del Minvu, Carlos Urrestarazu. La autoridad agregó que es necesario trabajar para que el problema de los campamentos "sea algo visible, por lo que cada dos años vamos a actualizar las cifras y esperamos que esto se convierta en una política pública".

Compartida es la visión que tiene la gobernadora de Diguillín, Paola Becker, quien reafirma que "la labor es ardua, pero con el compromiso de todos haremos que estos asentamientos vayan terminando y así darle una calidad de vida digna a todos aquellos que viven en esta condición de asentamiento".

Este catastro trajo consigo que hoy un grupo de familias tenga la esperanza de por fin salir de este emplazamiento, donde vive por 40 años.

"Una gran alegría es la que sentimos, ya que por fin se abre la esperanza de una casa digna. Es por ello que no quiero olvidarme de todos aquellos que han contribuido para que pueda ser posible, autoridades y sobre todo Techo Chile".

María Quiroz

Presidenta del campamento, Eucalipto de Chillán."

Campamentos y pobreza

La pobreza vivida en los campamentos es una de las formas más dolorosas de la pobreza, pues ahí convergen distintas manifestaciones de la precariedad en la que aún se encuentran muchos chilenos. En los campamentos observamos ausencia de servicios básicos, viviendas de material ligero, inseguridad en la tenencia del suelo donde se emplazan las viviendas y hacinamiento, entre otros problemas. Sin embargo, las carencias no se reducen sólo a un tema de vivienda. Hay múltiples variables que deben ser abordadas desde una perspectiva multisectorial por el Estado y los organismos de la sociedad civil.

Campamentos

Realidad regional

175 familias son las que viven en situación irregular dentro de la región de Ñuble.

21 campamentos

son los que arrojó el catastro 2018 en la región.

Catastro anterior Dentro de los 21 campamentos catastrados, doce fueron contabilizados en el anterior estudio. Asimismo, siete de ellos se encuentran cerrados o en etapa de cierre.

Radicados Es cuando en el mismo lugar el Ministerio de Vivienda y Urbanismo contribuye con servicios básicos com pavimentación, urbanización, es decir lo mínimo para que no estén en un asentamiento irregular, luego pueden postular a los programas de vivienda en sitio propio.

Erradicados Son aquellos campamentos en los cuales la gente debe salir del lugar porque estos no cumplen con la condiciones para poder urbanizarlos, por ejemplo el emplazamiento Eucalipto de Chillán. los cuales saben que tendrán que abandonar el sector donde ellos viven.

40 años han vivido estas familias en la Avenida Paul Harris, a un costado del terreno donde se emplaza la Universidad de Concepción, sin agua potable, luz eléctrica ni baños.

14 familias componen el campamento "Eucalipto", que nunca antes había sido catastrado por el Minvu, hasta este 2018, donde aparecen por primera vez en los registros del gobierno.