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Larvas de los alimentos regresan a los hogares con las altas temperaturas del verano y chillán no escapa a la realidad

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De acuerdo a un reciente informe de la Dirección Meteorológica de Chile, durante el trimestre diciembre-enero-febrero las temperaturas máximas en promedio tendrán un importante aumento, principalmente en zonas interiores. Este fenómeno se dará especialmente en ciudades como Arica, Iquique, Calama, Copiapó, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.

Las altas temperaturas son, precisamente, una de las principales causas de la aparición en el hogar de insectos que atacan los alimentos, entre los que destacan las polillas y sus larvas.

En concreto, la "Plodia Interpunctella", más conocida como la polilla de la harina o de los alimentos, es una especie pequeña que cuando se encuentra en estado de larva puede habitar en diversos lugares, principalmente en grietas y rincones que existen en los pisos, armarios y paredes. La contaminación se puede producir en distintos puntos de la cadena de distribución y almacenaje, incluso es frecuente que se produzca en el propio hogar.

"La hembra de esta polilla puede poner hasta 400 huevos, los cuales, al transformarse en larvas, pueden perforar perfectamente paquetes de papel, cartón e incluso plástico, haciendo pequeños orificios para ingresar al producto y alimentarse. Este ciclo de evolución de huevo a polilla no supera los 30 días, sobre todo cuando existen altas temperaturas", afirma el entomólogo, Alfredo Ugarte, más conocido como "El Bichólogo".

Ugarte añade que "si bien es una plaga desagradable y nadie la quiere tener en su hogar, hay que aclarar que estas larvas no son tóxicas ni representan ningún peligro para la salud".

Empresas Tucapel, líder del mercado de arroz en Chile, impulsa por segundo año consecutivo una campaña de educación a través de la página web www.cuidomidespensa.cl, para informar a la comunidad sobre esta y otras temáticas cotidianas que pueden afectar a los alimentos, entregando consejos y recomendaciones que aporten al cuidado consciente de la despensa.

Para evitar que la presencia de estos insectos afecte el bienestar del hogar, hay algunos consejos básicos que se pueden seguir, tales como reemplazar los envases de papel o plástico donde se guardan los alimentos por frascos de vidrio o plástico duro. Además, es recomendable consumir primero los productos más antiguos. En el caso de percatarse de la presencia de estas larvas al interior del hogar, se recomienda limpiar y aspirar meticulosamente los armarios y despensas.

Estudiantes se cuadraron con voluntad y ecoladrillos en ñuble alto

INNOVACIÓN ECOLÓGICA. Alumnos del Colegio Santo Domingo de Santiago trabajaron en dos viviendas que dotaron de aislación térmica.
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Luis Valenzuela Castro

Un innovador proyecto ecológico y social desarrollaron en la comunidad de Ñuble Alto un grupo de 18 jóvenes del colegio Santo Domingo de Santiago.

La simpleza del ecoladrillo permite reutilizar plásticos que de otra manera no pueden ser reciclados, como los de snacks, bombillas o metalizados y que en general terminan siendo desechados, muchos de ellos ensuciando el medio ambiente.

Para desarrollar este proyecto, la comunidad completa del colegio realizó más de 1.000 ecoladrillos durante el 2018, los que fueron acopiados y trasladados a Ñuble Alto, donde los estudiantes trabajaron en conjunto con la Parroquia Santo Domingo de Chillán.

"Este es un proyecto que surge por una iniciativa personal y que busca trabajar el reciclaje con los jóvenes y que resulte efectiva, que no sea simplemente clasificar los residuos, sino que también transformándolo en un bien social, hay muchos niños que a esta edad tienen muchas ganas de hacer proyectos sociales y para eso los metimos a investigar sobre este tipo de desarrollo tecnológico que pueden utilizarse con residuos y llegamos a esta solución que es bastante práctica y rápida de desarrollar y transforma lo que llamamos "basura" o desechos plásticos en un material de construcción", explicó Artemio Espinoza, profesor a cargo del grupo de estudiantes capitalinos.

"Lo bonito es que a partir de botellas y plásticos se puede generar material de construcción útil llamado ecoladrillo, pero que en el caso nuestro sumamos una innovación y que consiste en trabajarlo como aislante que permite mejorar las condiciones de las viviendas de emergencia. Las botellas se lavan bien y se rellenan con los plásticos, luego se sella con la misma tapa y es eso lo que genera la aislación, es plástico comprimido con moléculas de aire", dijo el docente de educación tecnológica.

Una de las estudiantes que llegó a Chillán fue Agustina Díaz, quien con 17 años se empapó de la enriquecedora experiencia. "Es algo muy bueno, ya que estamos ayudando a la gente que lo necesita y esto será un cambio drástico, ya que así no sentirán tanto calor o frío. Estuvimos todo el 2018 en el colegio con los niños de prekinder trabajando, más profesores y apoderados y una de las pruebas de las alianzas fue generar ecoladrillos".

"Nos preparamos durante todo un año para vernir a Chillán y traer todo, no es prepararse de un mes para otro, antes vinimos en invierno a conocer la gente y las casas", dijo.

Francisco Salinas de 18 años también valoró el aporte hecho en Ñuble Alto. "Al principio lo veía como algo simple, trabajar por trabajar, pero luego me dí cuenta que se puede hacer una diferencia en familias que lo necesitan".

Finalmente, Sebastián Alarcón de 16 años concluyó que "forramos las casas con aislación térmica y sonora, creo que colaboramos a la gente que lo necesita, pero también al país, ya que este es un trabajo que puede durar años".

Los jóvenes, junto a un grupo de profesores implementaron este sistema y esperan que el éxito de este proyecto signifique que muchos otros grupos de personas puedan llevarlo a cabo, generando conciencia medioambiental y transformando los desechos plásticos en un material de construcción que apoye a familias en necesidad en campamentos y poblaciones de escasos recursos de nuestro país.

Innovación con ecoladrillos en Chillán

Artemio Espinoza dejó en claro que lo que se hizo en Ñuble Alto fue una innovación, ya que a diferencias de otros proyectos que consideraban un forraje con ecoladrillos, estos elementos en este caso fue insertarlos entre los paneles de las viviviendas de emergencia. "Uno de los problemas es el tamaño de la botella, ya que tienen que ser pequeñas por el hancho de las viviendas que son de dos pulgadas, también sumanos naylon y lana de vidrio que nos donaron", relató.

Ecoladrillos 1.000

Fabricaron los estudiantes del Colegio Santo Domingo de San Carlos para mejorar las viviendas. 2

Los estudiantes se trasladaron hasta la localidad para plasmar un proyecto consiste en la aislación de viviendas de emergencia con ecoladrillos, técnica que se desarrolla con desechos plásticos insertados en botellas desechables, lo que genera un potente sistema de aislación térmica y sonora, que luego se introduce en las paredes de las construcciones de madera para generar el efecto deseado.