Crónica Chillán
Un desafío sólo para valientes fue el primer trekking de ascenso al cerro Cayumanqui del 2019, prueba que se realiza desde hace cuatro años y que reúne a los amantes del senderismo y la naturaleza, cuya meta es alcanzar la cima del macizo, transitando por rutas con alto grado de complejidad.
A primera hora de la mañana, los cerca de 90 participantes se congregaron en el gimnasio polideportivo de Quillón para iniciar el viaje hasta el sector de San Ramón, lugar donde comenzó el ascenso.
"Muy contentos con lo que fue este primer trekking y por la gran convocatoria que tuvo. La gente se mostró muy contenta con el recorrido, la naturaleza y la buena onda que se dio entre los que participaron. Lo importante de esto, además de la actividad física es ir aprendiendo acerca de las bondades que nos otorga la naturaleza y el cuidado que debemos tener con ella, proteger nuestro ecosistema. Estamos muy motivados de lo que se viene, que es trekking nocturno, ya que se da en condiciones bastante más complejas y atractivas", indicó Gastón González, encargado de Deportes de la Municipalidad de Quillón.
Naturaleza
Algunos la ven como una oportunidad para conectarse con la naturaleza y otros simplemente lo hacen por deporte. Lo cierto es que el trekking tiene bastante de ambos y mucho de conciencia medioambiental. De hecho, el objetivo principal es aprender a cuidar la flora y fauna del más grande pulmón verde de la comuna. En una charla técnica se les solicitó a los senderistas que recogieran la basura que encontraran para preservar la belleza del paisaje.
"El trekking estuvo sensacional, entretenido, tuvo harto ejercicio, pero de todas maneras es algo agradable para toda la familia. Es bueno que se hagan estas actividades y que podamos enseñarles a nuestros niños el valor de la naturaleza", señaló Máximo Vásquez, participante de Bulnes.
Por su parte, la quillonina Francisca Pilitteri destacó que "me pareció excelente la organización de la actividad, bien preparada para todos los requerimientos de los participantes. Recorrimos lugares muy lindos con vistas espectaculares, muy agradables los guías y las actividades realizadas fueron entretenidas", explicó la mujer que dejó el alma en la carrera.
Caminantes desde los cinco a los 65 años fueron los que se atrevieron a desafiar las rutas empinadas, el viento y las altas temperaturas. Claro que no todo fue sufrir, ya que en los descansos pudieron disfrutar de dinámicas de grupo y conversaciones, con las que se hizo más ameno el asecenso.
Los 780 metros de altura del cerro de los "Seis condores" -significado de Cayumanqui- no impidieron que los fanáticos del senderismo completaran la ruta de más de seis horas de duración.
Desafío
Nocturno El próximo desafío será nocturno, donde la poca visibilidad, el frío y la altura harán de los derroteros una prueba difícil de superar, pero a la vez una experiencia única e inolvidable. De esta manera el evento se seguirá transformando en una alternativa válida para el verano en Quillón e ideal para disfrutar en familia.