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Evite el cáncer de piel: en verano protéjase del sol incluso durante los días nublados

ATENCIÓN. Por sus características geográficas y atmosféricas, la Región de Valparaíso ostenta en la actualidad las tasas de prevalencia y de mortalidad más elevadas del país por esta enfermedad.
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LLegado el verano, miles de chilenos acuden en masa a las playas y balnearios ubicados en el borde costero o en el interior de nuestro país con el propósito de descansar, tomar el sol para renovar sus energías y, de paso, obtener un bronceado perfecto.

La mayoría de ellos, lamentablemente, lo hace sin seguir las tres recomendaciones básicas que los especialistas aconsejan adoptar para contrarrestar los nocivos efectos de este hábito en la piel: evitar exponerse en forma directa a los rayos solares por más de una hora al día, no hacerlo entre las 11 y las 16 horas -que es el horario de más alta radiación ultravioleta- y aplicarse a diario, cada dos o tres horas, un "bloqueador" o fotoprotector con filtro UV adecuado.

En efecto, según revelan diversos estudios, en Chile solo el 15 por ciento de las mujeres y los hombres, y menos de la mitad de los niños y adolescentes, siguen estas simples pero efectivas medidas, a las que en el último tiempo se ha añadido una cuarta: protegerse de igual manera durante los días nublados.

"Cuando la gente no ve el sol y siente menos calor, en general deja de aplicarse fotoprotectores o utilizar sombreros o ropa larga, lo que es un error, porque las nubes apenas filtran el 5% de la radiación ultravioleta. Es decir, debido al descuido, en los días nublados estamos incrementando sin saberlo el daño en nuestra piel", afirma el dermatólogo Antonio Guglielmetti Valenzuela, director del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

Zona más afectada

Esta situación es más evidente en la Región de Valparaíso, ya que durante la época estival su litoral se ve afectado por ciclos de bajas presiones atmosféricas que originan el fenómeno meteorológico conocido en jerga común como "vaguada costera", el cual se caracteriza por una abundante y persistente nubosidad que hace descender la temperatura ambiental e impide el paso de los rayos del sol durante días.

Esta suerte de neblina se torna más peligrosa cuando además existe un elevado índice de radiación ultravioleta, indicador que -por cierto- suele ser más alto en primavera y verano.

Por lo anterior, no es de extrañar que esta región sea la zona del país que ostenta el registro más alto de casos diagnosticados y de muertes por cáncer a la piel.

"Hoy en Chile se registran unos 40 mil nuevos casos de este mal cada año, lo que lo sitúa en el tercer lugar entre los cánceres que más afectan a las personas. No por nada, desde 1995 a la fecha se han contabilizado más de cuatro mil muertes asociadas al cáncer de piel, de las cuales el 54% corresponde a hombres. Ahora bien, si se consideran las pesquisas y los registros de defunciones asociadas a este tipo de neoplasias, la zona geográfica que a nivel nacional exhibe la tasa de mortalidad más alta por melanomas y carcinomas asociadas a la exposición abusiva al sol es la de Valparaíso, con 2,01 casos por cada cien mil habitantes", advierte el doctor Guglielmetti.

Problema de salud pública

Las cifras expuestas dan cuenta, sin lugar a duda, de que el cáncer de piel constituye en la actualidad un severo problema de salud pública.

La mayor parte de las veces, esta enfermedad se produce por mutaciones en el ADN de las células expuestas a los rayos ultravioleta que contiene principalmente la luz solar y otras fuentes emisoras de luz, como las lámparas de bronceado artificial. Es más frecuente en personas de piel clara, dado que estas poseen menos melanina, pigmento que contribuye a otorgar mayor protección contra el sol, la que es más abundante entre las personas de piel oscura.

"El carcinoma basocelular es el más frecuente, pero su mortalidad es muy baja, ya que rara vez es capaz de diseminarse. El cáncer espinocelular es menos frecuente, pero tiene el potencial para diseminarse al resto de los tejidos del cuerpo, por lo que su detección y tratamiento precoz es esencial. El más severo de todos es el melanoma que, pese a ser infrecuente, es mucho más peligroso, ya que rápidamente es capaz de diseminarse a otros tejidos, lo que suele generar diagnósticos en etapas avanzadas, incluso con lesiones que aparentan ser pequeñas y asintomáticas. Además, este último posee mala respuesta a las terapias complementarias -quimioterapia, por ejemplo-, lo que aumenta la importancia de su detección precoz y tratamiento quirúrgico oportuno", precisa el dermatólogo y académico de la Escuela de Medicina de la UV.

Algunos consejos

En ese entendido, el doctor Antonio Guglielmetti recomienda protegerse del sol todos los días, en particular cuando está nublado.

Esto implica evitar exponerse a su radiación durante las horas más dañinas y, sobre todo usar bloqueadores en forma permanente en las áreas expuestas de la piel, cuyo factor debe ser igual o superior a 30 para personas de piel mate y de 50 o más para las de piel blanca o muy clara. La aplicación del filtro tiene que ser cada tres horas y a lo menos veinte minutos antes de salir al aire libre.

Asimismo, el especialista aconseja usar siempre sombrero o gorro, lentes oscuros y ropa liviana que cubra las extremidades y el torso. Otra medida de prevención es consultar al médico frente a aparición de lunares sospechosos (grandes, asimétricos, con diferentes colores, bordes irregulares o que cambien en el tiempo) y eventuales nódulos o úlceras persistentes en la piel.

Factores de riesgo

Las personas más expuestas a sufrir cáncer de piel son las que poseen piel muy clara, en especial los rubios y pelirrojos, que se "queman" con facilidad al exponerse al sol y no se broncean. También enfrentan un alto riesgo quienes -entre otros factores- se exponen a la luz solar natural o luz ultravioleta artificial durante largos períodos de tiempo, registran antecedentes de quemaduras solares en la niñez o adolescencia y, por cierto, quienes tienen lunares múltiples o atípicos, grandes o pequeños, además de historia familiar de melanoma. Según el doctor Guglielmetti, la prevención en este ámbito se enfoca en tomar conciencia de la piel mediante el autoexamen y en fomentar el acceso a una revisión por parte de un especialista.

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