Aplausos para la cultura
Aquel 24 de enero de 1939 y cuando el reloj marcaba las 23.32, la ciudad se vio golpeada por la catástrofe más grande de la cual se tiene registro en la zona. La gente no sólo esta dispuesta aplaudirla, como en el pasado, sino a asumir sus contenidos.
Cuando el profesor e historiador británico Arnold Toynbee visitó Chile, en 1966, una de sus actividades más importantes fue dictar una conferencia en el Salón de Honor de la "U". Los asistentes desbordaron la capacidad del recinto. Los que quedaron fuera aguardaron casi dos horas la salida del autor de "Estudio de la historia" y muchos otros libros de repercusión mundial, sólo para verlo y aplaudirlo. El académico se sorprendió: "Nunca creí que en un país iban a aplaudir la cultura".
Recuerdo el hecho porque pasó más de medio siglo para que el episodio se repitiera. Ocurrió en el Congreso Futuro reciente, donde 135 expositores del más de ellos 70 extranjeros, incluidos seis Premios Nobel, informaron, analizaron e interpretaron lo que se avecina en ciencia, tecnología y humanismo en los próximos decenios y el impacto que tendrá en la población mundial. Segmentos de todas las edades se disputaron las entradas para presenciar las conferencias, y no sólo escuchar las exposiciones, sino también dialogar con eminencias, sino hasta solicitarles selfies. Miles de personas que quedaron fuera, las siguieron a través de internet. ¿Qué comprobó esto? Respuesta sencilla: el interés por la cultura no ha muerto. La gente no sólo está dispuesta aplaudirla, como en el pasado, sino a asumir sus contenidos, en cuanto implica enriquecimiento espiritual e intelectual.
Otro tremendo mérito del evento fue la estudiada sencillez con que los expositores plantearon temas como genoma, robótica y muchos otros, vinculados con salud, educación, trabajo y todos los campos de la actividad humana. La expresión "estudiada sencillez" se vincula con el recuerdo, hace pocos años, cuando los intelectuales y hombres de ciencia en general consideraban de buen tono "hablar en difícil", lo cual alejaba a las personas comunas y corrientes del conocimiento y hacía que éste se asumiera como algo incompresigle y aburrido.
Una de las conclusiones que dejó el Congreso Futuro es que el porvenir científico y tecnológico ya está aquí. Muchas de las novedades o anuncios superaron o están por hacerlo, la etapa experimental. La inteligencia artificial invade todos los campos de la actividad humana, excepto el de las habilidades sociales o blandas. Nadie puede programar un robot con sentimientos u emociones.
Otra conclusión fue que la ciudadanía tiene creciente interés por todo lo que concierne a su trabajo y calidad de vida. Las cifras son implacables: más de 40 mil personas presenciaron las conferencias 1,2 millones de personas vieron las ponencias en internet, 350 mil las siguieron en el streaming oficial. Todo esto en once regiones del país. El encuentro confirmó que todavía hay millones de personas que quieren dejar atrás la mediocridad y banalidad que parecen concentrar el interés del acelerado mundo actual. Adiós farándula. Bienvenida cultura.
Raúl Rojas Periodista y Académico

