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Confirman la existencia de segunda mujer embarazada con bebés editados genéticamente en china

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Pese a que el trabajo de edición genética está prohibido en la mayoría de los países, incluido China, autoridades del país asiático afirmaron que existe un segundo caso de una mujer que quedó embarazada durante un experimento de este tipo.

El anuncio se dió meses después de que He Jiankui afirmara que modificó el ADN de dos gemelas para evitar la vulnerabilidad al virus del VIH.

Anteriormente, el cuestionado científico había anunciado un posible segundo embarazo, el que finalmente fue confirmado por las autoridades chinas.

De acuerdo a información de la agencia de noticias Xinhua y publicada por The Guardian, la investigación, realizada por el gobierno provincial, encontró que Jiankui había "falsificado documentos de revisión ética" y "evadió deliberadamente la supervisión".

Por su parte, Jiankui, que actualmente enfrenta una investigación policial, fue acusado por los investigadores de estar "persiguiendo la fama personal" y de utilizar "fondos auto-recaudados" para el cuestionado experimento.

En noviembre, durante la cumbre del genoma desarrollada en Hong Kong dijo estar "orgulloso" del experimento, el cual reunió a ocho parejas.

Las pruebas, que fueron cuestionadas a nivel mundial, consistieron en eliminar y reemplazar material genético con precisión milimétrica.

De acuerdo a expertos internacionales, este método podría causar daño tanto al individuo como a generaciones futuras.

Por lo mismo, la mujer embarazada y las gemelas del primer embarazo se encuentran bajo monitoreos médicos.

Las autoridades chinas acusan a He de haber desafiado las prohibiciones gubernamentales y realizado "ilegalmente" su experimento "en busca de fama y lucro personal".

Según denuncian estas, las actividades del científico "violaron seriamente los principios morales y la integridad científica y vulneraron las normas de China sobre la materia", por lo que tanto He como las otras personas y organizaciones involucradas "serán castigados" de acuerdo con las leyes existentes.

Varios científicos condenaron el supuesto avance, tachándolo de "irresponsable" por los riesgos que conlleva asociados.

A principios de este mes, el profesor Robin Lovell-Badge, uno de los colegas de He, aseveró que el investigador chino vive rodeado de guardias y podría enfrentar la pena de muerte.

A 33 años del Challenger y los nuevos desafíos de la NASA para volver al espacio

PROGRAMA. La nave estrella de los viajes fuera del planeta de la agencia espacial se destruyó en el aire a causa de una falla en los motores de impulso en el primer viaje que llevaba a bordo a una profesora civil.
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Una de las mayores tragedias espaciales de las que tiene registro la humanidad ocurrió un 28 de enero, hace 33 años, cuando el transbordador espacial de la NASA Challenger se alzó en el aire en una misión orbital y sólo alcanzó 73 segundos de vuelo antes de estallar en el aire, ante la presencia de todos los asistentes y millones de espectadores que seguían el lanzamiento a través de la televisión.

El viaje de la nave era particularmente esperado ya que era la primera vez que una profesora escolar viajaría en una misión de este tipo, en medio de un proyecto especial en conjunto con la NASA.

Se trata de Christa McAuliffe, quien fue seleccionada entre más de 11 mil postulantes a ser parte del proyecto de la agencia espacial de "Enseñar en el Espacio".

De acuerdo a investigaciones posteriores, el accidente fue a causa de una falla presentada en uno de los motores de impulso de la aeronave, con alta responsabilidad en la toma de decisiones dentro de la NASA, ya que el informe mostró que los ingenieros no fueron escuchados cuando alertaron sobre potenciales problemas.

fin de una era

El accidente de 1986, que además terminó con la vida de otros seis astronautas, también fue el inicio del fin del programa de transbordadores espaciales en Estados Unidos que, tras 32 meses de paralización en los lanzamientos, logró ser retomado gracias a la nave Endeavour que voló entre 1992 y 2011, año en que la NASA decidió terminar completamente con sus vuelos orbitales con el último viaje realizado por Atlantis el 21 de julio de 2011.

Entre los registros de accidentes que mantiene la NASA, el otro que se compara es el del transbordador Columbia el 1 de febrero de 2003 cuando siete personas murieron luego de que la nave se rompiera cuando volvía a entrar en la atmósfera terrestre.

Desde entonces, los astronautas estadounidenses que viajan hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), el laboratorio espacial en que la NASA ha tenido presencia ininterrumpida desde que comenzó a operar en 2000, deben hacerlo a bordo de los cohetes Soyuz de Roscosmos, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.

Sin embargo, esta situación presenta un nuevo problema. Este año, el acuerdo entre la NASA y Roscosmos para los viajes orbitales se termina, específicamente en noviembre, por lo que la agencia estadounidense deberá comenzar a operar de otra manera.

De acuerdo a las proyecciones del Estados Unidos, volver a los transbordadores federales no es una opción, por lo que la alternativa seleccionada por los expertos fue un acuerdo comercial con Boeing y SpaceX para utilizar sus naves espaciales con los viajes hasta la EEI.

El principal problema que han enfrentado con este acuerdo es que las naves no contarán con los permisos correspondientes antes de que se termine el acuerdo con Roscosmos, lo que podría significar que Estados Unidos pierda su presencia en el laboratorio espacial.

Actualmente nueve astronautas ya se encuentran trabajando en con estas firmas privadas en las pruebas de vuelo -programadas para junio y agosto-, pero no existe fecha para el primer viaje oficial hasta la Estación Espacial.

segundos alcalzó estar en vuelo el transbordador espacial Challenger antes de estallar en el aire. 73

tenía Christa McAuliffe, profesora escolar, que se iba a convirtir en el primer civil en ir al espacio. 37 años