Cuando uno se propone aportar a la sociedad que le vio nacer y que le formó, debe hacerlo con la mayor sinceridad, esfuerzo y constancia. Aportar significa entregar lo aprendido y valorado, compartir experiencias, conocimientos y metodología del análisis concreto de la realidad. Cuando uno decide realizar dicha tarea, no debe guardarse nada, saber explicar lo que se quiere decir y hacer, y clarificar el por qué y el para qué de lo que se quiere transmitir.
A su vez, uno debe estar abierto a recibir aquello que se le enseña, analizarlo con los argumentos esgrimidos y buscar la forma de comprenderlo en toda su magnitud. Generosidad en el dar. Generosidad en el recibir.
Cuando ambas partes están de acuerdo, las tareas salen solas, se produce el avance propuesto y la modernidad se abre a un futuro de mayor comprensión y efectividad en el accionar. Y la simbiosis se produce al completo, por lo cual la rueda del progreso comienza girar sin volver atrás.
Esto viene a cuento porque debemos aprovechar la hermosa puerta al futuro que se nos ha abierto a los ñublensinos. De Provincia a Región es un gran logro, un paso importante para alcanzar altos niveles de vida, mejor convivencia y mayor esperanza en que las desigualdades vayan desapareciendo.
Si la actualidad fue vista hace años por quienes lanzaron la idea, quienes lucharon por transformarla en realidad, hoy nos toca a nosotros llevar a cabo las tareas de la puesta en marcha hacia los nuevos horizontes. Es una oportunidad y un bello desafío que hemos heredado como proceso histórico.
Debemos actuar en consecuencia, con la misma generosidad de nuestros antepasados inmediatos. Por lo mismo, debemos saber recibir los aportes de quienes tienen mayores conocimientos y experiencias. Y escoger a los más competentes para liderar los caminos de futuro.
Desgraciadamente, estamos en un instante negativo que nos paraliza. Hay apetitos personales, menores, egoístas que no tienen la visión social que se requiere. Creo que somos una sociedad suficientemente madura como para sacudirnos de estos males pasajeros y para abrir los caminos que nos lleven a los parajes del destino soñado.
En nosotros no caben agoreros ni mediocres. Sabemos distinguir lo que nos une y lo que es mejor para el conjunto de la sociedad. Por ello, confío en que sabremos combatir los elementos mediocres, captaremos los aportes que de verdad valen y echaremos a caminar la nueva Región. Y lo haremos siempre con la mirada larga y esperanzada de un futuro mejor.
Miguel Ángel San Martín Periodista.