Fue el titular de este diario el lunes 29 de enero reciente. Es una promesa formulada por el cantante, compositor y productor musical Neven Ilic Vigil, chileno residente hace cuatro años en Miami, Estados Unidos, desde donde postuló con algunas de sus canciones para presentarlas en el próximo Festival de Viña del Mar. Está muy contento, porque su participación fue aceptada, a raíz de lo cual formuló la promesa que hoy sirvió de título para esta crónica, que se hace parte de los compromisos de la Academia Chilena de la Lengua, que como miembro correspondiente por Chillán, suscribo aquí, semanalmente.
En realidad, los músicos, al contrario de los humoristas, no aparecen vinculados en años anteriores al festival de groserías a que nos tienen acostumbrados todos los años. Tal vez por eso, la promesa de este cantante. El problema es que nuestro idioma ha sido muy maltratado por los humoristas que participan en el festival de la canción, que se celebra en la Quinta Vergara en febrero de cada año, en Viña del Mar.
Todos los años he considerado esta situación, lamentando la dramática presencia del garabato, en el trabajo de los humoristas, mujeres y hombres que la organización del Festival contrata. Todos los años he comprobado que las groserías más fuertes de nuestro vocabulario vulgar, las he escuchado en este escenario, donde alrededor de 15 mil personas se vuelven locos aplaudiendo, los papás, las mamás y sus hijos, encabezados por la Alcaldesa, la señora Reginato, la "dueña" de esta fiesta, de nivel internacional.
Cuando yo pienso, que, por lo menos, hay 20.000 profesores de Castellano en todo Chile, diciéndole a los alumnos de todos los niveles, que no hay que decir garabatos, que el idioma que hablamos es el más alto patrimonio cultural que poseemos, que todos debemos cuidarlo, etc. Pero ellos ven que en viña no sólo son aplaudidos, sino también premiados con antorchas y aplausos, sin que nadie se haga responsable de esta realidad. Días atrás, en el Festival del Huaso de Olmué, una graciosa niña, animó con una rutina; con su "Querido diario", hizo reír a toda la gente, con cero grosería. Otro tanto sucedió en Chillán, en su teatro Municipal, donde el actor Fernando Kliche, hizo una presentación, donde no hubo ninguna palabra grosera, pero sí muchas risas y aplausos. Por lo tanto, aspiramos que esta vez, los humoristas hagan suyo el mensaje que desde Miami les envió el cantante Neven Ilic Vigil: En Viña, "Tomé la decisión de no decir groserías".
Por Carlos René Ibacache I. Miembro Correspondiente
por Chillán de la Academia Chilena de la Lengua.