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Una tragedia que dejó enseñanzas

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Alcalde

de Chillán

Pocos días antes del 27/F inaugurábamos una placa en la Catedral de Chillán para recordar a los miles de fallecidos en el Terremoto de 1939. Nada hacía presagiar un megasismo mientras la ciudad disfrutaba de la primera edición del Festival Nacional del Folclore.

Del primer minuto asumí mi deber con la ciudad y tras comprobar que mi familia estaba bien, recorrí las calles en las que ya se apreciaba la magnitud del evento pues el silo de la avenida Brasil, el paso sobre nivel de calle Maipón, el incendio en la cárcel y los edificios de calle Rosas con Prat mostraban el tamaño de la catástrofe. El amanecer nos traería la realidad: un terremoto que dejó una ciudad con varias fracturas.

No era la primera vez que esta ciudad sufría los embates de la naturaleza. Sus cuatro fundaciones demostraron a lo largo de su historia el tesón de sus habitantes para salir adelante y esta vez no fue la excepción. Por eso nuestra primera misión fue apoyar a nuestros vecinos y restablecer el ánimo en cientos de familias.

Gracias al apoyo del primer Gobierno del Presidente Sebastián Piñera iniciamos el proceso de reconstrucción que habilitó nuevos puentes como el Isabel Riquelme, reparar edificios públicos, mejorar calles y pasajes, restablecer conexiones para reactivar a la comuna. Llevó su tiempo, pero Chillán respondió con creces.

Nunca se está preparado para una tragedia como esa, pero la experiencia de los que vivimos esos momentos ayudaría si el destino nos pusiera de nuevo en un trance similar. Muchos nuevos procesos se incorporaron al sistema de Emergencia, entidades como Bomberos también generaron protocolos y lo mejor, ya existe una cultura preventiva en la comunidad.

Sergio

Zarzar

¿Dónde estabas tú el 27-F de 2010?: Ñublensinos recuerdan el terremoto

CONMEMORACIÓN. Anécdotas, temores y conclusiones son dados a conocer por autoridades, profesionales y gente de a pie. En vísperas de un nuevo aniversario del último gran terremoto que vivió Chile, los ñublensinos cuentan las experiencias vividas en dicha catástrofe que remeció al país.
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Alejandro Torres Caamaño

Monito, monito, oía Miguel San Martín. Estaba acostado y su esposa, quien es española, no conocía los temblores. "Monito, ¿qué es esto que está pasando?", volvía a escuchar. "Es un terremoto", le respondió. En ese instante la tomó entre sus brazos y la llevó hacia la puerta de la casa. En el trayecto ella se desmayó, pero San Martín, aún con ella en brazos, consiguió abrir y sostenerse del dintel de la puerta.

"Ella despertó, me preguntó si el terremoto seguía, le respondí que sí, que seguía, y se volvió a desmayar. Del terremoto recuerdo el gran ruido interior en la casa como si pasara un tren descarrilado, cayéndose las cosas, rompiéndose otras a oscuras", narró Miguel San Martín, destacado periodista de Chillán y que hoy reside en España.

Así como la de él, las historias de otros reconocidos ñublensinos vividas en el terremoto del 27 de febrero de 2010, entre autoridades, dirigentes y profesionales, resurgen potentes y emotivas pese a haber transcurrido 9 años de la catástrofe natural que dejó más de 150 fallecidos en Chile.

Guillermo Escares es un conocido comunicador de larga trayectoria en Quillón. Ocurrido el terremoto, transmitió durante tres días seguidos para una radio comunitaria. Durante dichas jornadas no pudo volver a su casa, pues informar a la comunidad apremiaba.

"Cuando se produjo el terremoto yo estaba en mi casa en Quillón, en minutos me llama el colega Óscar Henríquez para decirme que teníamos como sea que poner al aire la radio de la Municipalidad, que tenía una radio comunitaria que se llamaba Valle del Sol. La PDI me vino a buscar y con ellos me fui a la radio; el pueblo estaba totalmente oscuro", relató.

"Comenzamos a transmitir a la ciudadanía, no había cobertura y nos costó mucho obtener información. Estuve tres días continuados en transmisión sin ir a la casa; comía de lo que me enviaban los auditores. También recuerdo a Alberto Gyhra, actual alcalde que en ese tiempo era concejal, que me vino a dejar unos sándwiches con tomates", añadió.

Gobernadores

La gobernadora de la Provincia de Itata, Rossana Yáñez, se había ido a acostar poco antes del sismo. Había visto a Ricardo Arjona en el Festival de Viña del Mar por televisión. "Estábamos con mi familia en la casa, me había ido recién a acostar y empezó este ruido espantoso. Todos salimos a la sala de estar y estaba tratando de calmar a los niños, les decía que iba a pasar, que había que estar tranquilos. Y de pronto paró, y les dije ¿se dan cuenta? Pero en ese momento viene un golpe más fuerte y ahí ya perdí el control".

El gobernador de la Provincia de Punilla, Cristóbal Martínez, se encontraba de vacaciones junto a su familia, pero sucedido el terremoto, vino a Chillán. "Estaba con mi familia de vacaciones cuando partió el terremoto. Esa noche la pasamos sin luz y sin noticias. A la mañana siguiente decidimos partir hacia Chillán con mi papá y hermano menor. En el camino vimos que la carretera estaba cortada, nos costó mucho poder llegar. Durante el trayecto fuimos comprando agua y abasteciéndonos con pequeñas cosas. Finalmente logramos llegar. Recuerdo que había mucha incertidumbre sobre cuándo podríamos tener agua y luz nuevamente".

La gobernadora de Diguillín, Paola Becker, era por ese entonces la jefa de Gabinete de la Municipalidad de Chillán. Se estaba llevando a cabo el primer Festival Nacional del Folclor, y finalizada la jornada, Becker, apenas volvió a casa, sintió el temblor.

"Después de eso, apenas llegué a la casa, empezó el temblor; terminó el movimiento telúrico, la casa quedó bastante deteriorada pero me llamó mucho la atención el polvo en suspensión; sonaban las alarmas, no había gente gritando. Tomé la disposición de constituirme a disposición de la Municipalidad, así que nos juntamos en el municipio e hicimos las rondas de recorrido junto al alcalde; fuimos a la Radio "El Sembrador" que era la única que estaba al aire en ese minuto y es lo que recuerdo de las primeras horas", relató.

Deportistas

Sebastián Navea, exitoso taekwondista chillanejo, contó que el terremoto lo vivió luego de una celebración familiar.

"Andábamos en una celebración de un amigo nuestro bien cercano que estaba recibiendo un ascenso, así que fuimos a su casa; la estábamos pasando muy bien y justo mi mamá se quiso devolver a la casa, así que justo cuando llegamos empezó a temblar. Fue algo de película, ahora me resulta bien anecdótico y cómico, pero la verdad es que fue súper complicado para todos quienes vivimos este terremoto".

Valentina Salazar, destacada atleta en el lanzamiento de jabalina, dijo que "estaba en casa de unas amigas viendo el festival, y la verdad es que quedaron anécdotas divertidas de cómo reaccionaron todas. Una lloraba, otra gritaba, otra se puso en posición fetal, siempre nos reímos de eso. Yo mantuve la calma, les decía que estuvieran tranquilas, pero la verdad es que tuve esa sensación de que la casa se iba a caer porque estábamos en un segundo piso".

Otras voces

El director de la Escuela de Cultura y Difusión Artística de Chillán, Juan Pablo Garrido, recuerda que esa madrugada estaba en una casa de madera en la montaña, en Recinto. "Me había ido a acostar recién porque estábamos viendo el festival, el resto se quedó en pie. Recuerdo que hacía mucho calor, y cuando comenzó el terremoto se cortó la luz. Traté de ponerme de pie para vestirme y la busqué la ropa a tientas, pero como no conocía la pieza y además no había luz, me agaché para encontrar los zapatos y me caí".

Cecilia Henríquez, quien es la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, podría haber pasado el terremoto en Dichato, pero, según contó, Dios le dijo que se devolviera un día antes de la catástrofe. "Los vecinos me dicen que fuera a dar cuenta de mi estado, porque estaba en la lista de desaparecidos; eso creo que fue lo más fuerte y desesperante. Para mí fue bastante desolador y triste lo que pasó en Dichato" .

El presidente de la Asociación de Taxibuses de Chillán, Humberto Llanos, dijo que "Ese día estaba durmiendo en la casa, en ese tiempo vivía con mi padre y lo pasamos juntos. Por suerte la casa no tuvo mayores daños, solamente el susto de lo interminable que era".

Héctor Ferrada es un histórico lustrador de botas de Chillán. A sus 74 años, recuerda el terremoto de 2010 con nostalgia. "Vivía en la Avenida Ecuador, entre Carrera y 18 de Septiembre, y no estaba en la casa así que corrí mucho para llegar, corrí cuatro cuadras y recuerdo que todavía temblaba. Teníamos una casa de madera así que no hubo daños, pero sí vimos caer las casas que quedaron del terremoto del 39' y que eran de adobe".

"Estuve tres días continuados en transmisión sin ir a la casa; comía de lo que me enviaban los auditores".

Guillermo Escares, Comunicador de Quillón."

"La verdad es que fue súper complicado para todos quienes vivimos este terremoto, la naturaleza nos golpeó bien fuerte"

Sebastián Navea, Taekwondista."

"Estaba en casa de unas amigas viendo el festival (...) Una lloraba, otra gritaba, otra se puso en posición fetal".

Valentina Salazar, Atleta."

"Recuerdo el gran ruido interior en la casa como si pasara un tren descarrilado, cayéndose las cosas, rompiéndose otras".

Miguel Ángel San Martín, Periodista."

"Sentí que la casa se iba a caer y esperé que pasara el terremoto. A los días después sentía un dolor en la cadera"

Juan Pablo Garrido, Director Escuela Artística Chillán"

"Había estado la temporada en Dichato, donde tenía una casa, y me vine el jueves, donde solo Dios me dijo que me viniera"

Cecilia Henríquez, Pdta. U. Comunal JJ.VV. Chillán."

"Teníamos una casa de madera así que no hubo daños, pero sí vimos caer las de adobe que quedaron del terremoto del 39'".

Héctor Ferrada, Lustrabotas."

Rossana Yáñez La actual gobernadora de Itata vivió el terremoto en su casa de Chillán junto a su familia. Poco antes se había ido a acostar luego de ver el Festival de Viña del Mar por televisión.

Cristóbal Martínez El hoy gobernador de Punilla se encontraba fuera de la ciudad por vacaciones junto a su familia. Ocurrido el terremoto, volvió a la ciudad.

Paola Becker La gobernadora de Diguillín era por ese entonces la jefa de Gabinete de la Municipalidad de Chillán y se encontraba en labores por el Festival Nacional de Folclor.