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Estudio concluye que aumenta la cantidad de fracturas en mayores por pasear a sus perros

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Las fracturas sufridas por personas de avanzada edad cuando pasean a sus perros están en aumento y las de cadera son las más comunes, indica un estudio.

Investigadores de la Universidad de Pensilvania examinaron datos de visitas a salas de emergencia por parte de adultos mayores de 65 años que habían paseado sus perros, revela el estudio, que fue publicado el miércoles pasado en la revista especializada JAMA Surgery.

Los números a nivel nacional pasaron de casi 1.700 en el año 2004 a aproximadamente 4.400 en el año 2017.

Casi el 80% de los pacientes eran mujeres, las que tienden a tener menos densidad ósea que los hombres.

Aunque los paseos de perros representan menos del 1% de los motivos de fracturas entre adultos mayores, la cifra es mayor a lo esperado y el riesgo suele desestimarse, según explicó el coautor del estudio, Jaimo Ahn, un cirujano ortopedista.

Las lesiones suelen suceder cuando los perros tiran de la correa y quienes los pasean pierden el equilibrio.

Las fracturas, especialmente las de cadera, suelen perjudicar profundamente la salud de los adultos mayores. Investigaciones previas muestran que tras una fractura de cadera, al menos uno de cada cuatro muere en cuestión de un año.

Sin embargo, la investigación demuestra que los perros son buenas compañías para los mayores y los ayudan a mantenerse activos. Así que antes de aventurarse a esos paseos, los mayores deberán considerar entrenamientos de fuerza por su cuenta y entrenar a sus perros a que obedezcan, dijo Ahn.

Susan Bush, de 69 años, se lesionó varias veces al caerse paseando a sus perros. La peor fue hace tres años, mientras ponía la correa a su pastora mestiza, Piper, en el porche de su cabaña en Pocono Pines, Pensilvania, justo cuando un oso salió del bosque.

"Le sujeté la correa fuerte para evitar que persiguiera al oso", recuerda Bush, quien cayó sobre su cadera derecha y se rompió la pierna.

Una extensa cirugía y rehabilitación repararon la fractura, pero "todavía me cuesta caminar. No puedo subir escaleras sin bastón", dijo. Después tuvo cirugía para reemplazar la cadera, pero no se dio por vencida con los perros.

"Los viejos necesitamos a nuestros perros, son como nuestros amigos", dijo Bush.

El doctor John Fernandez, cirujano ortopedista del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, dijo que atiende lesiones relacionadas con paseos caninos al menos una vez a la semana y ha notado un aumento entre pacientes mayores. Dijo que cambios en los códigos para dar más detalles en los registros de accidentes podrían justificar el aumento. Sin embargo, también cree que los números quizás reflejen el envejecimiento de la población en Estados Unidos.