Un informe del Ministerio del Medio Ambiente, que acaba de ser publicado por Diario El Mercurio, midió el impacto de la contaminación del aire en la salud de los habitantes y concluyó que 3.494 personas murieron de forma prematura en 2017 por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la exposición crónica de material particulado fino MP 2,5. El mismo informe cifró en unas 600 mil personas la población potencialmente expuesta a altas concentraciones de contaminación del aire en la zona centro sur, que abarca desde Talca a Chillán-Chillán Viejo.
Se trata de una información preocupante, toda vez que otra investigación paralela, realizada por Greenpeace y AirVisual, elaboró un Ránking de la Calidad del Aire 2018, medición en la cual la intercomuna Chillán y Chillán Viejo se ubicó en el lugar 14º entre las ciudades con mayor contaminación atmosférica de Sudamérica, con un promedio anual de 21,5 microgramos por metro cúbico (UG/m3) de MP 2,5, apenas seis puntos por debajo de la misma medición realizada en 2017.
Lo anterior grafica por una parte el casi nulo impacto que han tenido las medidas adoptadas por el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) que al 2018 sólo había logrado el recambio de 895 estufas a leña, pese a que más del 80% de los calefactores usados en los hogares utilizan este combustible. Le meta propuesta por del PDA, sin embargo, buscaba el recambio de 20 mil equipos en 8 años.
La Seremi de Medio Ambiente de Ñuble se ha planteado, entre este año y el próximo, cambiar alrededor de 6 mil estufas a leña, con lo que estiman poder reducir entre un 20 a un 30% la mala calidad del aire. Sin embargo, es necesario recordar que el propio Ministerio del Medio Ambiente contrató una evaluación externa de los Planes de Descontaminación Nacional -que realizó Sicam Ingeniería en 2016-, la cual puso en duda los efectos a corto plazo debido al bajo recambio de calefactores versus el número de habitantes, a lo que se suma la "capacidad insuficiente de fiscalización que garantice el cumplimiento de la medida, el poco interés de los usuarios en acceder a este programa de recambio y el bajo aporte de recursos para la ejecución de los subsidios en los plazos requeridos".
Frente a un hecho tan grave como es la muerte de personas debido a los preocupantes niveles de polución que se registran en invierno, las nuevas medidas planteadas por la autoridad parecen insuficientes y siguen dejando un riesgo latente para la salud de la población, sobre todo adultos mayores y niños, que constituyen los grupos más vulnerables. al mismo tiempo, queda al descubierto la poca innovación de las medidas y la necesidad imperiosa de fortalecer las campañas educativas para crear mayor conciencia de los peligros de vivir en ciudades contaminadas.