"La administradora (municipal) ya no cuenta con mi confianza"
Felipe Aylwin, — Alcalde de Chillán Viejo al ordenar por segunda vez su remoción.
"Creo que el proceso de instalación del Gobierno Regional ha sido bastante exitoso"
Jorge Bermúdez, — Contralor General de la República.
El gobierno ha vuelto a poner en discusión la posibilidad de que las policías puedan realizar controles de identidad a menores de 14 años, algo que hoy por ley está restringido sólo a los mayores de 18 años. Tal propuesta ha sido defendida por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien por una parte argumenta que las policías requieren de más herramientas para el combate a la delincuencia, y por otro lado, la justifica señalando que hoy "tenemos niños, jóvenes entre 14 y 18 años que participan en la acción delictual".
Es necesario recordar que esta idea ya fue planteada durante la discusión de la agenda corta antidelincuencia (Ley 20.931), que fue promulgada finalmente en junio del año 2016, que entregó mayores herramientas para un mejor combate contra el delito. Es decir, se vuelve a un debate que fue ampliamente discutido en la instancia legislativa y en el cual se escucharon planteamientos en contra de la medida, por ejemplo de parte de Unicef, que reconoció que un control de identidad es contrario a las normas relativas a niños, niñas y adolescentes contenidas en la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en lo que respecta al deber del Estado de otorgar una salvaguardia especial a las personas menores de edad cuando entran en contacto con la justicia.
Por otra parte, parlamentarios como el senador Felipe Harboe han cuestionado la medida bajo la lógica que de los 550 mil controles de identidad preventivos realizados el 2018, solo un 6% terminó en algún tipo de detención. Argumento similar entregan en la ONG Litigación Estructural para América del Sur (Leasur), con datos de 2017, año en que se realizaron 1.105.560 controles con igual resultado.
Por otra parte, ya en 2017 el Defensor Nacional, Andrés Mahnke, calificaba como una "posverdad" el aumento de la delincuencia juvenil y llamaba a no diseñar políticas públicas en base a percepciones, pues en rigor sus cifras demostraban una baja de un 25% en los últimos seis años de los delitos cometidos por menores de 18 años. A su vez, frente a casos donde manifiestamente se descubre participación de menores en hechos constitutivos de ilícitos, los expertos llaman a perfeccionar primero los programas de reinserción educativa para menores que están fuera del sistema escolar, profundizar en la reforma procesal penal adolescente que cumple 11 años, y a priorizar una reforma en Carabineros, hoy en su momento de mayor descrédito y desconfianza ciudadana, lo que no es posible revertir con atribuciones que partan fundadas en la mera sospecha.
El Grupo Escolar ubicado en avenida Argentina con Collín, desde el 2010 no
logra conseguir los fondos para las reparaciones y hoy se ha convertido en foco de delincuencia, drogas y prostitución. Berta Fernández, vecina del sector, dice que los malos olores, los drogadictos y escándalos nocturnos la tienen preocupada, llegando a cercar el sector.
En el fraude investigado en Carabineros, que asciende a unos $5.670 millones, hay 17 uniformados a los que les están tramitando su retiro y ya comparecieron ante el 8º Juzgado de Garantía de Santiago en una audiencia que terminó de madrugada, cuando se ordenó su libertad, al considerar la jueza su detención no se ajustó a derecho.
La construcción del nuevo Cesfam de Coihueco que renovará el antiguo recinto existente desde 1987, y que beneficiaría a más de 20 mil vecinos, sufrió un duro traspié, luego que la empresa a cargo de las obras, Edaco, declarara su quiebra, dejando así inconclusos los trabajos que presentaban un 95% de avance.
Si usted es de las personas que acostumbran a dormir siesta, no se aflija si le dicen que es flojo o carece de energías. Un reciente estudio médico griego confirmó que es bueno para la salud. Reduce la presión arterial y el estrés. El informe helénico abarcó pacientes con una edad promedio de 62 años. Otras investigaciones indican que mejora la capacidad de aprendizaje, tres grandes males de nuestro tiempo. Es bueno conocerlo porque mañana viernes se celebra el Día Mundial del Sueño.
El tema no es menor: el 45% de la población mundial sufre trastornos del sueño. Los chilenos, desde luego, no escapamos a este fenómeno: estamos durmiendo, con dificultad, 7,1 horas por noche. Menos que las 7,5 horas de hace una década. El 37,9% de las personas se levantan cansadas a iniciar la jornada. Somos líderes latinoamericanos en el consumo de pastillas para dormir.
El informe que comentamos tiene un sustento biológico: el ser humano pasa un tercio de su vida durmiendo. Por tanto, las alteraciones del sueño afectan gravemente su calidad de vida y no son un buen pronóstico de longevidad. De hecho, la Red Salud UC anunció que este año el lema de la jornada será: "Sueño saludable, envejecimiento saludable".
Las más recientes conclusiones internacionales coinciden en que dormir siesta no es sinónimo de flojera, sino de defensa de la salud. Es más, mejora el poder cerebral y el rendimiento laboral (datos para las empresas). En lo que concierne al trabajo, es una defensa del organismo. Está comprobado que, entre las 13.00 y 15.00 horas, el estado de alerta humano registra una caída, que no tiene relación alguna con el almuerzo, sino con el metabolismo.
Claro que no hay que abusar. La siesta no debe sobrepasar los 60 minutos. Es más, en muchos la recuperación se da en 15 o 30 minutos.
Existe también un factor cultural. En España, la siesta se considera algo normal. En Chile, en regiones, también. En cambio, en Estados Unidos es sinónimo de pereza. En el caso de Santiago, el punto avanza lentamente. Existen algunos "siestarios", creados por emprendedores, donde la gente pasa a descansar, previo pago de la tarifa del servicio, obviamente.
El lado b del asunto es que, a los menos, la pausa no les hace bien. Despiertan de mal humor, afectados por lo que se llama "inercia del sueño". A otros los afecta en el número de horas que duermen en la noche.
En fin, hay argumentos para todos. Pero la conclusión central es que "echarse una siestecita", como dice el habla popular, es bueno, si usted quiere trabajar mejor y, lo más importante, tener una vida buena y mejor. ¡Buenas noches! o, mejor dicho, porque de siesta se trata, ¡Buenas tardes!
Raúl Rojas, Periodista y Académico.