Acciones frente al ciberacoso escolar
Frente a una problemática presente en las salas de clase, y fuera de ellas, el llamado es a ser responsables con el uso de redes sociales y a fomentar una sana convivencia educativa.
Hay una enorme diferencia en el acoso escolar que sufrían los padres o abuelos de quienes hoy cursan sus estudios primarios, el cual era eminentemente físico, a lo que puede producirse hoy en un escolar que es víctima del ciberacoso. Entonces no existían redes sociales donde el bullying, la denostación a través de palabras, imágenes o videos se multiplican "o viralizan" por cientos, siendo la víctima totalmente incapaz de frenar la escalada del ataque. En casos extremos, sobre todo en niños o adolescentes que no cuentan con las herramientas para enfrentar emocionalmente el ciberacoso, las consecuencias pueden ser trágicas.
Precisamente este jueves, se conmemoró el "Día Contra el Ciberacoso Escolar", fecha creada a raíz de uno de estos casos extremos que afectó a una joven estudiante santiaguina, con la finalidad de crear conciencia en los jóvenes del alcance y las consecuencias que podrían generarse en un joven, su familia y en definitiva en toda la comunidad educativa.
Según cifras de la Superintendencia de Educación en Ñuble, entre septiembre de 2018 a la fecha se han registrado un total de 27 denuncias por maltrato escolar, de las cuales 13 tuvieron relación con maltrato físico y 14 con maltrato psicológico.
Al respecto, el seremi de Educación en Ñuble, Felipe Rössler, ha hecho un llamado a los jóvenes a ser muy responsables en la forma como manejan sus redes sociales.
A través de crudos testimonios recogidos por este medio, resulta también relevante que aquellos compañeros que conozcan de este tipo de casos, pongan los antecedentes en conocimiento de sus profesores, de manera tal que los establecimientos educativos pongan en funcionamiento sus protocolos de acción definidos para actuar frente a estos casos. En este sentido, promover la convivencia escolar en los recintos educativos se vuelve hoy tanto o más importante que los conocimientos que se imparten en el aula, pues forman parte también de la calidad de la educación que reciben los alumnos.
De los relatos publicados en nuestra edición de este viernes, hay uno que resulta particularmente revelador y proviene en específico de una apoderada que, viendo el sufrimiento de su hijo al ser víctima del bullying, quiso encarar a su agresor y al hacerlo conoció un trasfondo aún más dramático de abandono y carencia afectiva. Este ejemplo resulta muy ilustrativo en cuanto a que los padres no deben sobre reaccionar ante estos casos, sino pedir apoyo y buscar acercamientos, diálogo y asesoramiento para generar un cambio positivo en las conductas y la convivencia entre alumnos y docentes.