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El terror se apoderó de Cannes con J. Jarmusch y J. Carpenter

CINE. El primero apostó por una cinta de zombies y el segundo -considerado un maestro del género- mostró un filme que no tuvo buenas críticas en su debut.
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F. Arbulú / Agencias

Con sonrisas, pero pocos aplausos, ha sido recibida "The dead don't die" en el Festival Internacional de Cine de Cannes durante sus primeros pases, que comenzaron el martes como parte de su designación de película inaugural. La cinta -que lucha por llevarse la Palma de Oro de esta edición- es del director Jim Jarmusch, quien ayer, en conferencia de prensa, explicó que aunque parezca una divertida parodia del género de zombies y sea un particular homenaje a George Romero, en realidad lo que ha querido hacer con su filme es denunciar el "declive de la naturaleza a un ritmo sin precedentes".

Precisamente porque se queda un poco a medio camino entre una alocada comedia, una historia de zombies y una crítica social, es lo que ha provocado la reacción del público en la Croisette. Los críticos, a su vez, respondieron con reseñas mixtas: "Variety" la llamó "un baratija decepcionante", mientras que "Los Angeles Times" dijo que era un "gesto lúgubre, completamente seco, de una comedia de terror".

Problema ecológico

El filme, que Focus Features estrenará en Estados Unidos el 14 de junio, cuenta en su elenco con Bill Murray, que también fue parte de la presentación del filme para el deleite de los reporteros gráficos, pues el actor de 68 años hizo una serie de poses como si fuera una modelo sexy delante de ellos que acabaron aplaudiéndolo.

Murray interpreta al sheriff de un pueblito llamado Centerville, donde Adam Driver y Chloe Sevigny también hacen de policías. Un día el planeta deja de rotar y la noche nunca llega, por lo que los muertos vivientes comienzan a deambular por las calles manteniendo sus viejos hábitos como son buscar Wi-Fi, chardonnay y café.

Los habitantes incluyen a Tilda Swinton como directora de una casa funeraria, Tom Waits como un ermitaño local y Steve Buscemi como un granjero con una gorra tipo MAGA en la que dice "Make America White Again" (Hagamos blanca a Estados Unidos otra vez), y un perro llamado Rumsfeld.

En la cinta también actúa Selena Gómez, a quien Jarmusch invitó tras verla actuar en "Spring Breakers" de Harmony Korine (2013). El realizador habló maravillas de la estrella pop de 26 años el miércoles, asegurando que era "increíblemente admirable" por "alentar a la juventud a hacer valer su propia voluntad".

Aunque los males de las redes sociales juegan un papel menor en "The Dead Don't Die", Gómez fue más allá al decir que Instagram, donde tiene más de 150 millones de seguidores, es "bastante imposible" de hacer un lugar seguro a estas alturas. "Diría que para mi generación, concretamente, las redes sociales han sido realmente terribles", comentó.

"The dead don't die" es una historia de zombies con poca sangre, pues tal como dijo su realizador, "intento hacer películas en las que no haya mucha sangre, por eso los zombies están más bien secos y llenos de polvo".

Oscura al mismo tiempo que luminosa, el realizador comentó que ha tratado de equilibrar esa oscuridad con el humor porque considera que hay que apreciar la maravilla que es la conciencia humana y los pequeños momento de cada día, algo que sólo se puede hacer desde el humor.

Además se trata de un filme que pretende ser una denuncia contra la acción del hombre en el mundo, algo que para él es una crisis ecológica pero no política, pues "definir esto como un problema político me resulta muy confuso y desconcertante. No se trata de política. La política no es, esencialmente, de mi interés".

Homenaje a Carpenter

Otro de los que captó la atención en Cannes fue John Carpenter que acudió al certamen francés para recibir la Carroza de Oro, un homenaje del gremio que la sección paralela Quincena de Realizadores otorga a cineastas que han marcado la historia del cine por su independencia, ambición y audacia.

Aprovechó la ocasión para proyectar "The thing", cinta de 1982 que recibió una mala crítica detrás de otra. "La gente la odió y nunca entendí por qué. Pensé que mostrarlo en Cannes sería una increíble revancha", dijo el ahora consagrado realizador, cuyo público le ovacionó, de pie, antes incluso de que comenzara la función.

En su paso por la Croisette, ofreció un repaso por su carrera que incluye cerca de 30 títulos, entre ellos, la saga "Halloween" que contribuyó a alzarle como leyenda del terror.

"Todo lo que me interesa es escuchar gritos. Cuando hice 'The thing' sentí que había una regla tácita en Hollywood en la que si haces una película de horror tienes que poner los monstruos en la oscuridad, que no deben verse directamente, y yo hice lo contrario, me dije que hay que verlos para creer que existen", destacó.

Carpenter aseguró, además, que "no encajo en los estudios (...). En mi escuela de cine nos dijeron que teníamos que pelear por nuestra visión. Los estudios no entendían por qué era importante para mí. Es mi película, no la vuestra. Quitad vuestras manos de encima".

Desde la veteranía, Carpeter prefirió no juzgar a quienes le han sucedido. El género puede que haya evolucionado, dijo, pero "sigue intentando asustar a la gente. Cada generación rehace el terror en su propio lenguaje".

Moore propone cuotas de género en el cine

Julianne Moore, quien ayer participó en una master class junto a Werner Herzog y Xavier Dolan, comentó que es necesario hacer un mayor esfuerzo para que la industria del cine alcance la paridad de género. "No tendremos igualdad de género a menos que todo el mundo esté cooperando. Las mujeres no somos un grupo de presión; somos el 52% de la población global", sostuvo la actriz, detallando que "con el fin de restaurar el balance, pienso que necesitamos algunas medidas para cambiar nuestra cultura". "Tendremos que hacer grandes cambios para alcanzar la paridad, eso es un hecho. Así que creo en las cuotas realmente", agregó Moore, añadiendo que "creo en tratar de nivelar el campo de juego para todos".