Frases
"Señor presidente, Chile no está en guerra, necesitamos un presidente que conduzca con eficacia".
Felipe Harboe
"Tal vez no se trata 'solamente' del alza del pasaje del metro".
Loreto Carvajal
"Señor presidente, Chile no está en guerra, necesitamos un presidente que conduzca con eficacia".
Felipe Harboe
"Tal vez no se trata 'solamente' del alza del pasaje del metro".
Loreto Carvajal
Candidatos a alcalde de la Nueva Mayoría lideraron los montos de gasto electoral. Según las cifras del Servel, los postulantes por Chillán y Chillán Viejo sumaron más de $26 millones en aportes. Mientras el minero Juan Illanes aparece aportando $1 a su campaña, Hugo Guíñez no registra aún ingresos en dinero.
Aumenta el consumo de drogas en las plazas Chillán. Informe de Carabineros revela un notorio incremento de fumadores y venta de marihuana entre las cuatro avenidas. Sección OS7 denotó especial preocupación por comercio cerca de recintos educativos.
Senda reforzó programas preventivos.
Según datos entregados por la Oficina de Rentas y Patentes de la Dirección de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Chillán, en lo que
va del presente año se han dispensado un total de 651 patentes comerciales, casi alcanzado el número final de todo el 2017, cuando fueron un total de 691.
Herminda Martín Mieres (Chillán 1865 - Viña del Mar 1938), filántropa, hija del doctor español Pelegrín Martín y Martí y de Isidora Mieres Lantaño, trece hermanos, formada con una sólida educación, acorde a señorita de familia acomodada del siglo XIX y con padre vanguardista, liberal e ilustrado. Dada la posición de los abuelos maternos, José Miguel Mieres y Clemente Lantaño y la de sus padres, Herminda Martín, se relacionó con la alta sociedad de Chillán y la provincia de Ñuble de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. También convengamos, en que se relacionó con la medicina y los libros, con un padre médico, docente investigador de la Universidad de Chile, director del Hospital de Chillán y que publicaba libros, frutos tanto de sus investigaciones como observaciones médicas. Contrajo matrimonio en primeras nupcias, con un chillanejo. Se trataba de Anfión Muñoz y Muñoz (Chillán 1850 - Santiago 1912), abogado y político, miembro del partido radical, hijo de Francisco Muñoz y de Clorinda Muñoz, viudo de Isabel Lamas Benavente, sin hijos. En este matrimonio de Herminda Martín y Anfión Muñoz tampoco hubo hijos.
Para referirse a la filantropía de esta chillaneja, hay que remitirse al perfil político de su marido y su fortuna. Muñoz, fue un hombre de confianza de varios presidentes de la República, desempeñándose, entre otros cargos, como: intendente de Valdivia, Talca, Tarapacá y Coquimbo; inspector general de colonización, ministro de Industrias y Obras Públicas y diputado por varias comunas. Falleció Anfión Muñoz en 1912 y al enviudar Herminda Martín, tomó la decisión de liquidar las propiedades que mantenía su marido en la región de Curacautín y Victoria, mudándose a la capital, donde adquirió propiedades urbanas, radicándose en la calle Las Claras (hoy Mac Iver). Años más tarde, ella contrae matrimonio en segundas nupcias, con Lisandro Anguita, con el cual realizó separación de bienes y con quién tampoco tuvo hijos.
Herminda Martín inscribió un testamento, documento mediante el cual, dejó un legado al Hospital de Chillán, (San Juan de Dios). Especificó en una de sus cláusulas que con el monto dispuesto, se debía adquirir un terreno adyacente al Hospital para construir un edificio de concreto, con dos salas: una sala de varones para enfermedades infecciosas, que llevaría el nombre de Anfión Muñoz y otra para mujeres, destinada a maternidad, con su nombre. El edificio debería contener salas de operaciones, instrumental, agua potable, luz eléctrica, calefacción central, entre otras especificaciones.
Herminda Martín falleció en 1938. Al devenir el Terremoto de 1939, la Junta de Beneficencia, encargada del Hospital, tomó la decisión de construir un nuevo Hospital con el Legado, pues la fortuna heredada por la testadora era suficiente para ello. Es por esta razón que, el Hospital de Chillán actual, lleva el nombre de su benefactora, habiendo lamentablemente pasado al olvido, el nombre de Anfión Muñoz. Considero que, ambos chillanejos, debieran estar presentes en la historia de la medicina y la memoria social de Ñuble, en forma más significativa.
Algunas de las frases más escuchadas durante los últimos días son "se comparte el fondo, pero no la forma", "el descontento ya quedó de manifiesto", "el estallido social era esperable" y "esto no es por los $30 del alza del metro" y cada una de ellas toma más fuerza con el correr de los días.
Carabineros y militares salieron a las calles a enfrentarse con los ciudadanos que protestan y que entre ellos se mezclan los delincuentes que causan destrozos. De la mano de lo anterior llegaron los saqueos, incendios, muertos heridos en una ola de violencia en la cual solo se ven afectados quienes deben ser el objetivo de las políticas del Estado
Y es aquí donde aparece los políticos, senadores, diputados y presidentes, quienes deben hacer su propio mea culpa, ya que durante años legislaron por leyes que generaron el malestar social, que redundaron en un caldo de cultivo que explotó durante el fin de semana.
No se trata de ser majadero, pero hay que ser reiterativos en decir que lo que está pasando no es producto del alza de los $30 en el valor del pasaje del metro, sino que esto solo fue el elemento gatillante de una serie de acciones que la ciudadanía percibe como injusticia.
Llegó la hora del mea culpa de los políticos de Chile, de aquellos que por décadas han criticado sistemas que han sido incapaces de modificar y solo se limitan a maquillar. Las AFP, bajos sueldos, cuentas de la luz y el agua elevadas, falta de acceso a la educación superior, ancianos con ingresos escasos, proyectos ambientales que afectan a la gente y un largo etcétera son parte de los elementos que dieron vida al estallido social.
No es el momento de oportunismos políticos y de críticas a la "derecha", ya que cuando los de "izquierda" tuvieron el país en sus manos no hicieron nada, incluso privatizaron servicios que pueden tener una mejor calidad que en otros países, pero cuyo costo lo asumen directamente los ciudadanos. Ahora esa fácil para algunos políticos tomar palco y criticar, pero ellos también contribuyeron a lo que hoy ocurre en el país.