A un mes, crisis social ha detonado problemas emocionales en Ñuble
SALUD MENTAL. Según el psicólogo social Sergio González, los grupos de mayor riesgo son los niños y adultos mayores porque pierden su habitualidad.
La crisis social en Chile ha generado problemas emocionales que afectan de diferente manera a la población, desde dificultades para conciliar el sueño, insomnio, nerviosismo y ansiedad. En concreto, la cotidianeidad de la población se ha visto afectada debido a lo que se está viviendo día a día en las calles y lo que se informa en medios o redes sociales.
Cabe recordar que en Ñuble las manifestaciones comenzaron el sábado 19 de octubre y se han mantenido hasta ahora. Durante el estallido social en Ñuble, los hechos más violentos se produjeron el domingo 20 de octubre y 12 de noviembre, cuando se llevó a cabo el Paro Nacional en todo el país.
En medio de marchas, manifestaciones, desmanes y hechos violentos, y hasta la desinformación provocada por las "Fake News", la familia Ahumada Díaz, compuesta por Jorge Ahumada, Daniela Díaz y su hijo de 6 años, dicen nunca haber vivido algo así. Ambos están a favor del petitorio social, sin embargo no avalan la violencia que se ha registrado en la ciudad, algo que los tiene más tensos y ansiosos que de costumbre. Según reconoce Jorge, todo esto lo ha hecho estar más irascible, sobre todo al momento de entablar una conversación de manera presencial o usando las redes sociales.
Por su parte, su esposa dice que "volver al trabajo ha sido complicado porque en general andamos con temor, sobre todo por lo que pasó durante los primeros días y que lamentablemente ha vuelto en la última semana".
Frente a una realidad que se multiplica por cientos o miles de familias ñublensinas, el psicólogo de Chillán, Samuel Jiménez, expresó que "la situación que se está viviendo en el país, y particularmente en nuestra región, afecta a todos en particular pero puede que afecte más a los niños y los adultos mayores quienes toleran menos los niveles de stress. El conflicto que se ha vivido es de tan alta intensidad que es bastante difícil mantenerse ajeno y hacer un análisis simplemente de los grupos de riesgo, ya que como ciudadanía hemos estado sometidos a un stress permanente por mucho tiempo, lo que va generando altos niveles de angustia", comentó.
Asimismo, puntualizó que "la incertidumbre al no saber bien cuál va a ser el escenario y sobre todo el desenlace de todo esto, el no tener claridad de cuando termina esto, ya que cuando uno sabe cuándo se termina un proceso uno se prepara mentalmente para esa situación; pero en este caso impera la incertidumbre en la población y si a eso le agregamos los altos niveles de violencia en general, no solo la que se ha producido en la calle, ya que hay mucha agresividad dentro de lo que se discute al interior de un hogar, a través de redes sociales, donde se han producido discusiones bastante violentas, con mensajes bastante fuertes entre quienes piensan de manera diferente".
mirada sociológica
Para el sociólogo y ex precandidato del Frente Amplio, Alberto Mayol, la situación que vive la población producto del estallido social "ha provocado un remezón a tal punto que ha hecho que la sociedad se mueva, lo que es distinto a todas las sociedades, que son fundamentalmente rutinarias. Por lo mismo, cuando se produce lo que estamos viviendo en el país y se quiebra esa rutina diaria, se produce un agotamiento, estrés y una serie de efectos, pero también produce perspectivas gratificantes, por lo tanto la sociedad se abre a emociones muy fuertes. Ahora, con el acuerdo alcanzado por los partidos políticos se abren muchas expectativas de una nueva Constitución, que es un cambio histórico, pero también siembra dudas si esto va a ser realmente otro artilugio más de la clase política, apareciendo los resquemores, las dudas sensación de menoscabo, por lo tanto toda esa explosión social tiene ese doble carácter, por un lado la esperanza y por otro lado el temor".
A juicio de Mayol, "ambas cosas son muy valiosas para las sociedades, pero muy estresante, porque pasan cosas muy relevantes pero la ciudadanía la vive con catarsis, con agotamiento, con necesidades de evasión, porque no estamos acostumbrados en la vida cotidiana a estar mirando todo lo importante al mismo tiempo, ya que estamos acostumbrados a vivir nuestra vida y tener nuestros problemas y no estar preocupados de los cimientos del país".
En relación al estado de estrés en que se vive hoy producto de la contingencia, Mayol sostiene que "los ciclos de estallido social son de flujos y reflujos, ya que nunca se sabe y no se puede predecir el momento en que se remite el estallido, por lo tanto, que se produzca una bajada en la oleada el retorno no puede ser fuerte. El tema es, para que el estrés valga pena va a depender de la salida que tenga, que sea viable políticamente, con elementos que permitan generar confianza en la gente", enfatizó.
Visión psicosocial
En cuanto a lo que se ha vivido en el país, especialmente en Ñuble durante este mes del estallido social, el Psicólogo Social y Antropólogo de la Universidad de Santiago, Sergio González, manifestó que "habría que decir dos cosas, ya que en tiempos de crisis se rompe la habitualidad, es decir, las diferentes rutinas que las personas tenemos y que estamos acostumbrados a realizar de manera diaria y eso implica tener dos situaciones: primero de generar nuevas formas de enfrentamiento de esa ruptura de la habitualidad y segundo, tener que esperar que en algún momento se pueda recuperar la línea de continuidad de la cotidianidad, ya que las crisis son así y no tienen otra lógica".
En relación a lo anterior, González sostuvo que "este tipo de situaciones afectan más a los niños y los adultos mayores, que son las personas más vulnerables a este tipo de hechos, porque su emocionalidad se dispara. Por lo tanto, a los niños uno debe explicarles lo que está sucediendo y de esta forma preocuparse de generarles condiciones en las cuales estén resguardados de esa pérdida de habitualidad, lo mismo que a los adultos mayores. Como contrapartida, los grupos intermedios como los adultos podemos entender lo que estamos viviendo en una situación que tendrá que tener un punto de término, tiene que haber luz al final del túnel", dijo.
En tanto, la académica de la Universidad Santo Tomás y psicóloga clínica, Texia Bejer, describe que "hemos visto alteradas nuestras rutinas laborales, familiares, personales, lo ha promovido una experiencia comunitaria que desde el terremoto de 2010 no experimentábamos. Si entre vecinos no había algún tipo de acercamiento, seguramente hoy sí lo hay, se encontraron en pasajes, calles, plazas, etc. Paseando a los niños o niñas, haciendo ejercicios o en los llamados de cacerolazos en los barrios, poblaciones, condominios".
Frente a esta alteración, entregó algunas recomendaciones para que niños, adolescentes y adultos puedan adaptarse mejor al estrés que generan las movilizaciones. "Es importante reflexionar respecto del impacto emocional que la contingencia puede tener en cada ciudadano. Me atrevo a decir que la gran mayoría ha experimentado la necesidad de unirse en marchas y manifestaciones sociales como una forma de manifestar su descontento y hacer escuchar sus necesidades, lo que podríamos llamar una 'catarsis social'".
Factores externos del estrés
Los factores externos son cuatro, tales como: La suspensión de la costumbre, es decir, cuando de repente algo acaba y es complicado volver a adaptarse a una nueva rutina. En segundo lugar tenemos la eventualidad de lo inesperado, la alteración de algún aspecto de nuestra vida siempre genera nos desestabiliza en menor o mayor medida. En tercer lugar, la contradicción del conflicto, que es una confusión mental que produce que nuestro equilibrio interno se vaya al traste, produciendo un caos en nuestra mente. Por último, el desamparo ante lo inamovible, en este contexto la persona no puede hacer nada ya que las circunstancias superan los recursos de los que dispone la persona.
"Este tipo de situaciones afectan más a los niños y los adultos mayores, que son las personas más vulnerables a este tipo de hechos, porque su emocionalidad se dispara, por lo tanto a los niños uno debe explicarle lo que está sucediendo "
Sergio González, Psicólogo Social.
Situación Ñuble
Comercio Es uno de los sectores que se ha visto más complicado desde tener decenas de locales con diversos daños, hasta ver afectado sus horarios de atención de público.
Mall El Mall en Chillán debió cerrar sus puertas durante los primeros días de las marchas por que hubo intentos de destruir dependencias de este centro comercial por parte de grupos de encapuchados. Este hecho ha traído que las salas de cine estuvieran cerradas durante varios días, volviendo de a poco a la normalidad.
Locomoción colectiva Otro sector que se ha visto perjudicado desde que estallo la crisis en Ñuble, tanto a nivel urbano como rural que también ha sido afectado con términos de recorridos de manera adelantada.
Educación Existen establecimientos educacional donde prácticamente no se han realizado clases, tanto a nivel básico como de enseñanza media. A nivel de institutos profesionales la situación es parecida, al igual que las universidades que han tenido casi un mes sin clases.
30 Días han transcurrido desde que el estallido social se desató en la región y el país, situación que sacó de la rutina a la ciudadanía, provocando estrés y angustia en la población.
15 mil ñublensinos se congregaron el lunes 21 de octubre, cuando se cumplían 3 días de manifestaciones en la región, especialmente en la capital regional.